Skip to content

revista futuros

del planeta, la sociedad y cada uno…

  • Inicio
  • Revista Futuros
  • Otros escritos
  • Sobre el autor
  • Contacto

Comandante en Jefe del Ejército Uruguayo. Relevamiento o más bien destitución de Guido Manini Ríos

Posted on 17/03/2019 - 19/03/2019 by ulises

Por Luis E. Sabini Fernández 

La crisis planteada a partir de los últimos avances de la cúpula militar y su entorno ha llevado a la presidencia, por no decir que ha obligado al presidente, a remover al comandante de un puesto al que el militar Guido Manini Rìos había empezado a cargar de contenido político, algo totalmente ajeno a las potestades constitucionales.

Ya hace muchos decenios, siglos, que sabemos que si vamos a deliberar hombres armados y hombres desarmados, siempre tendrán la razón… los armados.

Por eso, toda democracia que realmente se precie de tal, no otorga el ejercicio político a los militares. Eso “lo dejamos” para las dictaduras.

El episodio tiene, tendrá, sus consecuencias políticas. Porque el desplazado y quienes con él se identifican tratarán de sacar provecho del “sacrificio”, el “avasallamiento”, o como se designe lo acontecido. En año electoral, esta “movida” tendrá inevitables consecuencias.

Sin entrar en especulaciones sobre el enroque, las alianzas, me interesa abordar el imaginario ideológico que  campea en las fuerzas armadas del país. Las que fueran exoneradas, perdonadas, rehabilitadas con la movida colorado-frenteamplista del Pacto del Club Naval.

Un vocero oficioso de los militares, el portal <infodefensa.com> aborda la situación y vale la pena, entiendo, analizar sus presupuestos ideológicos, aquellos ni siquiera formulados (y posiblemente, ni siquiera asumidos).

El autor de la nota, Gabriel Portillo,[1] comunica la sustitución a que hemos hecho referencia. Explica los motivos de la destitución:

“Si bien no han trascendido oficialmente las causas de la decisión, la exposición mediática que el comandante en jefe ha tenido recientemente, con un alto grado de apoyo y admiración [sic] tanto en filas del Ejército como así también la población […] no habrían sido del agrado del presidente […] que consideraba[n] que se estaba realizando proselitismo, lo cual está prohibido para los militares en actividad.” Un acierto al final en medio del sesgo ideológico, que surge enseguida: “[…] la reunión se suponía iba a tratar temas de la reforma de la Ley Orgánica Militar, situación que también generaba desencuentros entre los militares y el gobierno, pues básicamente todo el análisis de las modificaciones se había realizado sin tener en cuenta las opiniones de los mismos afectados por los cambios y quienes se supone son los profesionales en el tema.”

Portillo remata su artículo con una confusión radical entre profesionalidad militar y profesionalidad económica, financiera. La decisión presupuestaria no pertenece al ámbito castrense sino a la política económica general de la nación. Tengamos en cuenta que una jubilación baja de población sin armas anda por los 10 mil pesos y se puede obtener cuando uno ha cruzado los 60 años, y que una jubilación baja de hombres armados anda por los 25 mil pesos y es obtenible desde los 38 años… a la edad en que algunos civiles empiezan a tener un trabajo reconocible para la jubilación.

Con un agravante; la oficialidad joven armada, con menos de 50 años, puede tener jubilaciones entre 50 mil y 100 mil pesos, mientras que las jubilaciones de los ciudadanos sin armas se pueden lograr con edad ya madura, y se la considera ya excelente si alcanza los 50 mil pesos…

Son estas diferencias odiosas y lesivas para la sociedad civil las que se escamotean.

La nota va ahondando su ombliguismo y paranoia: “Tanto la reforma en el sistema de retiros militares como la Ley Orgánica Militar son vistos desde la oposición como modificaciones motivadas por revanchismos”. Aquí la primera sorpresa: ¿a santo de qué invoca Portillo a “la oposición”? Indudablemente la nota está permeada por las elecciones inminentes.  Porque se trata de diferencias entre el gobierno y cuerpos armados, institucionales, del país. Hasta ahora, no había aparecido el personaje introducido por Portillo; la oposición. Es evidente que algunos conectados con la nota quieren malquistar gobierno y oposición. Malquistados ya están, se podría decir. Es cierto: pero es evidente que se le quiere otorgar “un papel” en el presupuesto militar, a lo que hoy es oposición.

¿Y de qué revanchismos habla? Revanchismos “políticos desde filas de la izquierda uruguaya, que gobierna el país desde hace varios lustros.” ¿No se ha dado cuenta Portillo que el gobierno del Frente Amplio es todo menos revanchista? ¿Que ha sido conciliador hasta extremos sólo comparables, con los del Pacto del Club Naval?

Portillo analiza los motivos del gobierno para la destitución de GMR. Que éste acusó a la justicia de actuar al margen del derecho, “sin dar garantías a los acusados, aplicando un criterio de culpable antes del proceso […]”.

Portillo discurre así sin la menor vergüenza respecto de la conspiración de silencio que mantuvo la corporación militar a lo largo de todos estos años de democracia, prolongando la del tiempo de la dictadura y hasta burlándose del “poder civil” cantando errado y haciendo dar pasos en falso a la presidencia y a los jueces y no una sino varias veces. Frente a los malos tratos, torturas y asesinatos cometidos bajo tutela militar y la falta bastante generalizada de responsables, ¿qué le queda al aparato judicial sino avanzar con cierta vehemencia?

Si la comandancia del ejército en lugar de proteger a militares incursos en delitos aberrantes hubiera optado por defender a la justicia y a la verdad histórica estaríamos en otra situación.

Pero de pronto no podíamos pedirle peras al olmo. A la justicia no vamos a llegar implorando a quienes podían burlarse de ella.

Portillo avanza invocando la soga en la casa del ahorcado. Nos recuerda que hubo “decisión por voto popular en dos ocasiones de mantener la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, que otorga protección a militares y policías que operaron durante la dictadura.” 

Hubo decisión y dos veces, es cierto. Pero no por voto popular. El plebiscito de 1989 otorgó efectivamente un 57% de votos a quienes aprobaban no enjuiciar a los militares y fuerzas represivas en general actuantes durante la dictadura (1973-1984). Y un 43% del electorado, minoría, entendió que había que ejercer justicia con los delitos ocurridos en ese tiempo.

En 2009 se llevó a cabo un nuevo plebiscito. Y un 48% de la población entendió que los militares debían rendir cuentas, como cualquier hijo de vecino. Pero a diferencia de la instancia de 1989, con voto amarillo ganador y verde, perdedor, aquí hubo, por picardía del gobierno (presidencia Mujica) una única boleta, partidaria de acabar con la impunidad. Si se hubiera puesto a votación otra boleta queriendo mantener  ‘el abandono a la pretensión punitiva del estado’, en 2009 dudo que hubiese alcanzado el 15 %.

Pero los paniaguados de siempre salieron a “contar” el 52% como “la mayoría” que quería “mantener la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado que otorga protección” a los delitos cometidos por “militares y policías que operaron durante la dictadura.”

Luego de este penoso recorrido por el pensamiento militar vigente, en 2019, nos encontramos el remate, la perla editorial que nos permite verificar cuan poco ligadas siguen, todavía, nuestras fuerzas armadas con la más elemental democracia.

En un pie de artículo se nos informa: “Todos los derechos reservados. Este artículo no puede ser fotocopiado ni reproducido por cualquier otro medio sin licencia otorgada por la empresa editora.” Significativa limitación a la circulación de ideas, que se rige, en principio por el respeto de las citas, la remisión a fuentes, etcétera. Y remata: “Queda prohibida la reproducción pública de este artículo, en todo o en parte, por cualquier medio, sin permiso expreso y por escrito de la empresa editora.”

Esta última frase, insensata, generalizándose cortaría todo lo que se conoce como debate, diálogo, crítica… todo quedaría supeditado a que el autor de un texto admitiera que se lo citara, se lo mencionara, se lo publicara. Sería la liquidación final de la libertad de expresión.

Ese mundo, sí que no lo queremos. Porque es asfixiante, porque es necio, porque nos inmovilizaría espiritualmente y no nos dejaría avanzar. Ni como seres humanos ni como sociedad.

Tampoco lo admite la Constitución de la República.

nota:

[1]  Gabriel Portillo, “Vázquez sustituye al jefe del Ejército de Uruguay por desavenencias”, infodefensa.com, 13 marzo 2019.

Compartir: on Twitter on Facebook

Posted in UruguayTagged Libertades públicas

Navegación de entradas

Ahogándonos en un mar de microondas. ¿Tecnologías vs. salud?
Sionismo: de la emancipación judía a nación de amos

Entradas recientes

  • MUERTE DE SHIRIN ABU AQLEH – De versiones mediáticas y sus objetivos político-ideológicos
  • La indignación de los ofensores
  • URUGUAY: La peculiar muerte de Yamandú Rodríguez
  • Transnacionalización rampante: la globocolonización y el despeñadero planetario
  • La ANTI-DEFAMATION LEAGUE sale a construir la realidad perfecta (¿o ferpecta?)
  • Catástrofe alimentaria: ¿indeseada o ansiada?
  • Brutalización y escamoteo; dos momentos de un único comportamiento israelí
  • El “Acuerdo del Siglo” sigue siendo un arreglo entre pueblos señoriales
  • Tanto gra gra para decir gro
  • Disputas geopolíticas, alianza ruso-germánica, OTAN e invasión a Ucrania
  • La comedia triste de Ucrania
  • Nuestras graves preocupaciones sobre el manejo de la pandemia de COVID por parte de los gobiernos de las naciones del Reino Unido
  • ¿Así enfrenta la ADL* el “antisemitismo conspiranoico”?
  • La pandemia desde otros ángulos (si se nos permite)
  • Apuntes sobre el decrecimiento y sobre las promesas del capitalismo
  • El vapor, el sombrero caliente y la poción de las brujas
  • Carta abierta a todo argentino que tenga de alguna manera responsabilidad sobre los niños y adolescentes
  • La encrucijada argentina en un productivismo decimonónico
  • Uruguay: ¿modelo de qué?
  • ¿Nos ahoga el antisemitismo o la injusticia? Insisten en la victimización; celebran la matanza
  • Covid 19. Raíz de la regimentación sanitaria
  • ¿Es la vacuna la solución o el mal menor necesario o más bien apenas una experimentación?
  • Argentina: Covid19 y otras dolencias. Apuntes sobre letalidad y contagiosidad, en 2021
  • Abuso, saqueo y crecimiento deformado
  • Imagen, palabra: ¿extinción de la mente crítica o del diálogo humano?

Archivos

  • junio 2022 (6)
  • mayo 2022 (3)
  • marzo 2022 (2)
  • enero 2022 (1)
  • noviembre 2021 (3)
  • octubre 2021 (2)
  • septiembre 2021 (1)
  • agosto 2021 (3)
  • julio 2021 (1)
  • junio 2021 (5)
  • mayo 2021 (1)
  • abril 2021 (1)
  • diciembre 2020 (1)
  • agosto 2020 (2)
  • julio 2020 (3)
  • junio 2020 (2)
  • mayo 2020 (3)
  • abril 2020 (2)
  • febrero 2020 (5)
  • enero 2020 (1)
  • diciembre 2019 (4)
  • noviembre 2019 (1)
  • octubre 2019 (2)
  • agosto 2019 (3)
  • julio 2019 (2)
  • junio 2019 (3)
  • mayo 2019 (1)
  • abril 2019 (2)
  • marzo 2019 (3)
  • febrero 2019 (2)
  • enero 2019 (1)
  • diciembre 2018 (3)
  • noviembre 2018 (5)
  • octubre 2018 (2)
  • septiembre 2018 (2)
  • agosto 2018 (4)
  • julio 2018 (2)
  • junio 2018 (4)
  • mayo 2018 (1)
  • abril 2018 (2)
  • marzo 2018 (3)
  • febrero 2018 (1)
  • enero 2018 (2)
  • diciembre 2017 (5)
  • noviembre 2017 (2)
  • octubre 2017 (5)
  • septiembre 2017 (4)
  • julio 2017 (1)
  • junio 2017 (2)
  • abril 2017 (3)
  • marzo 2017 (2)
  • febrero 2017 (3)
  • enero 2017 (1)
  • diciembre 2016 (2)
  • noviembre 2016 (2)
  • octubre 2016 (2)
  • septiembre 2016 (4)
  • julio 2016 (2)
  • abril 2016 (1)
  • marzo 2016 (2)
  • febrero 2016 (3)
  • enero 2016 (3)
  • diciembre 2015 (2)
  • noviembre 2015 (1)
  • octubre 2015 (1)
  • septiembre 2015 (1)
  • agosto 2015 (3)
  • julio 2015 (1)
  • abril 2015 (1)
  • febrero 2015 (1)
  • diciembre 2014 (1)
  • noviembre 2014 (1)
  • agosto 2014 (1)
  • julio 2014 (1)
  • junio 2014 (1)
  • mayo 2014 (4)
  • abril 2014 (1)
  • marzo 2014 (3)
  • enero 2014 (1)
  • diciembre 2013 (1)
  • noviembre 2013 (1)
  • octubre 2013 (2)

Ultimos comentarios

  • Imagen: la clave teledirigida del poder actual – CUARTA POSICIÓN en Imagen: la clave teledirigida del poder actual
  • Nuestro insensible camino hacia un totalitarismo | Revista SIC - Centro Gumilla en Nuestro insensible camino hacia un totalitarismo

Etiquetas

Antidefamation League Banco Mundial biowarfare catástrofe alimentaria complejidad económica Consejo de Derechos Humanos de ONU Covid-19 EE.UU. El gran reinici Elon Musk el sionismo Estados Unidos familia Rockefeller familia Rothschild Federación Rusa Foro de Davos Foro Económico Mundial Franja de Gaza George Soros Guerra en Ucrania guerreristas hambruna Hijos de la Alianza Hijos del Pacto Holodomor Jonathan Greenblatt Klaus Schwab la Caída del Muro Luis E. Sabini Fernández matanza de palestinos matanzas selectivas menor calidad alimentaria Naciones Unidas OMS OTAN periodistas asesinados poder sionista poderío israelí Project for the New American Century Samuel Huntington sars-cov2 Siglo XXI territorio ucraniano Ucrania Vladimir Putin

Meta

  • Registro
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.org
Proudly powered by WordPress | Theme: micro, developed by DevriX.