por Luis E. Sabini Fernández / 29 enero 2023
publicado en uypress
Tiene que ver con las limitaciones humanas.
El necio considera que su necedad es valiosísima. Y por eso presenta sus aseveraciones como verdad revelada.
No necesitan demostración. Incluso cuando aciertan con algunas de sus afirmaciones, por ejemplo, descargando una crítica muy fuerte, certera, sobre la Autoridad Nacional Palestina, dan por sentado que el comportamiento del Estado de Israel es impecable, incriticable.
Porque su necedad los lleva a pensar en blanco y negro. Estructura maniquea por excelencia.
Les es ajeno, conceptual, mental, psíquicamente, que un judío, por ejemplo (o un gentil, ¿por qué no?) edite “el tema” que se desprende del título que transcribo y la presentación consiguiente:
“Artículos principales sobre judíos, nazis e Israel
Portada de Unz Review, 27 ene 2023
En el mundo occidental de hoy, el más delicado de todos los temas delicados tiende a involucrar los temas interrelacionados de judíos, nazis e Israel, ampliamente considerados el «tercer carril» mortal para periodistas e historiadores. Como consecuencia directa de ese clima generalizado de evasión, estos asuntos exactos son un enfoque central de este sitio web de medios alternativos, incluidos mis propios artículos, y los más sustanciales también están disponibles como libros electrónicos independientes.” [1]
Por ejemplo, un artículo de Philip Girardi en la misma publicación,[2] antiguo miembro de la CIA, ejemplifica cómo la ADL (que se presenta a sí misma como una red de lucha contra la difamación) y otras redes judeosionistas eligen lo que puede ser leído, alcanzar estado público (al menos en los circuitos principales):
“Di cualquier cosa que critique a los judíos o a Israel, incluso si es plausible o demostrable, y habrá un esfuerzo coordinado por parte de organizaciones como ADL que continuará para siempre arruinando tu reputación y dañando tu carrera. Sin duda, la afirmación un tanto confusa de Gibson de que los judíos organizados han estado conspirando y presionando en todas las guerras de EE.UU. durante los últimos treinta años no carece de mérito. Y en cuanto a aquellos estadounidenses que creen que la Primera Enmienda, la libertad de expresión, es la base de todos los derechos fundamentales protegidos por la Constitución de EE.UU., es prudente reconocer cómo el inmensamente poderoso y rico lobby de Israel argumenta que debería haber excepciones a ese principio, que con frecuencia definen como ‘discurso de odio’, para proteger sus intereses, así como sus estrechos vínculos con un gobierno extranjero.” [se refiere, obviamente a Israel].
A propósito del tema señalado en la portada transcripta; relaciones entre judíos y nazis, sería muy conveniente y atinado conocer la formidable investigación de Lenni Brenner, que justamente está al alcance de la mano, en ediciones argentinas (Editorial Canaán: son dos volúmenes: Sionismo y fascismo, que muestra sus muchas coincidencias en la década del ’30, y 51 Documentos: colaboración de los dirigentes sionistas con los nazis”, ambos editados en Buenos Aires, 2011).
Es importante rescatar que Brenner nacido en 1937, vivo y activo, es judío.
He elegido estos dos autores, Girardi con su paso por la CIA y Brenner, por el troskismo, para apenas señalar que el universo binario de los necios no pasa sino a la categoría de mentecatos. Es decir, de mentes captas. Mentes captadas. No vale la pena tomarse el trabajo de señalarles falencias.
Sirva esto apenas como un recordatorio.
notas:
[1] https://www.unz.com/page/jews-nazis-and-israel-articles/. El párrafo pertenece a su director Ron Unz, judío.
[2] https://www.unz.com/pgiraldi/the-relentless-punishment-of-critics-of-israel.