Saltar al contenido

revista futuros

del planeta, la sociedad y cada uno…

  • Inicio
  • Revista Futuros
  • Otros escritos
  • Sobre el autor
  • Contacto

Mes: octubre 2022

Israel con su solución final de la cuestión palestina

Publicada el 14/10/2022 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández –

El sionismo entronizado oficialmente en Israel y oficiosamente en gobiernos claves en el mundo, como el de EE.UU., ha encarado la “solución del problema palestino” de diversas maneras.

Llegamos al siglo XXI con la teoría “Sharon” de “hacerles la vida imposible”, así no tienen que ser los israelíes quienes resuelvan activamente la cuestión sino que los propios palestinos  parezcan ser quienes tomen decisiones. Como las de irse, por ejemplo.

Esa política; como no dejarles agregar ni siquiera una habitación de 3 x 3 a una ancestral vivienda palestina, no permitirles acumular ni agua de lluvia y venderles el agua (que en la región es un bien escaso, a 4 o 5 veces su valor comercial para judíos, que, además, tienen en promedio mucho más altos ingresos; no permitir la reedificación de viviendas destruidas mediante bombardeos y artillería en sucesivos ataques que el ejército “de defensa” israelí  ha acometido, no contra inexistentes ejércitos o cuarteles palestinos, sino contra las viviendas, escuelas, hospitales, mezquitas, instalaciones sanitarias o industriales que hay, por ejemplo en la Franja de Gaza. Balear, a veces con artillería pesada botes pescadores, que se alejen apenas de la costa en sus trajines pesqueros, a veces incluso baleados botes y pescadores directamente en la costa.

Llevar hasta la desesperación el tratamiento médico de palestinos, a veces enfermos, a veces parturientas. Aprovechar justamente las necesidades médicas de población palestina, con sus propios hospitales maltrechos y bombardeados, para coaccionarlos con darles asistencia médica si tales pacientes o sus familiares les brindan a cambio informes a la “seguridad israelí”. Este espurio método de envilecer las relaciones y los comportamientos debilita palestinos y fortalece a Israel porque el delator queda prisionero de las dos partes.

El remate de la política de “hacerles la vida invivible” se alcanzó finalmente con el “Acuerdo del Siglo” de 2020. Ya no los juegos escénicos de un Yaser Arafat con un Iszak Rabin más Bill Clinton (Oslo, 1993); o los de Taba (Sinaí, 2000) entre Barak y Arafat o el minuet totalmente inconducente entre Abbas y Sharon (Jerusalén, 2005).

El Acuerdo del Siglo se firmaba entre los jefes ejecutivos de EE.UU. e Israel; Donald Trump, Jared Kushner (su yerno judío y “ministro de todo”, como se lo conociera en la Casa Blanca trumpiana) y Beniamin Netanyahu: era sobre Palestina/Israel, pero sin palestinos; en todo caso, con la perspectiva de “verlos” desaparecer.

Pero la realidad es terca. Además de la enorme población que mediante el terror los sionistas lograron arrancar de cuajo de Palestina (grosso modo, la mitad de su población), otros millones de palestinos se han negado al abandono de su tierra. Han contado con la experiencia de las expulsiones y matanzas anteriores (algo que los primeros expulsados, los del 48, no pudieron hacer por falta total de precedentes).

Las cifras mortuorias jamás han cedido.[1]  La muerte de palestinos ha sido una constante en la vida cotidiana, tanto en los territorios ocupados como en lo que la ONU reconoce como Estado de Israel.

Se estima que en 2021, ha habido 317 muertos, 71 menores (muchos más que en años anteriores, salvo en aquellos con invasiones o represión generalizada (como 1987, 2000, 2005, 2008/2009, 2014…)

En 2022, algunas fuentes revelan que ha aumentado la violencia y la muerte de palestinos a manos israelíes y por ejemplo la comisionada general de la ONU, Michelle Bachelet, expresa su alarma por el número de niños palestinos matados por militares israelíes y el 11 de agosto pidió una rendición de cuentas.

Este aspecto del conflicto entre Israel y los palestinos implica “muchos niños palestinos, víctimas inocentes asesinadas por error -pero también algunas veces fríamente y sin motivo alguno- a manos de militares israelíes.” [2]

“Muchas veces los ataques se dirigen contra lugares públicos que suelen convertirse en refugios para civiles, como escuelas, hospitales, etc. Además de las vidas perdidas, decenas de miles de niños son heridos y algunos de ellos se convierten en discapacitados de por vida.” (ibíd.)

“Hamas tampoco duda en utilizar a los niños palestinos de la Franja de Gaza […] para luchar contra Israel. […] glorifica el martirio e incita a los niños a suicidarse para defender la causa palestina. Con el eslogan «morir por Dios es la victoria», se anima a los niños a comprometerse activamente en el conflicto.” (ibíd.)

Por su parte, B’Tselem,  una organización judía de derechos humanos aclara: “La política letal, gratuita e ilegal de fuego abierto de Israel provocó la muerte de cientos de palestinos el año pasado. Alrededor del 70% murieron en la Franja de Gaza cuando se aplicó la política criminal de bombardear zonas densamente pobladas” (4 ene 2022). Sólo falta agregar que esa “política criminal de bombardear zonas densamente pobladas” no es reciente; tiene antecedentes atroces,  traducidos en matanzas de miles de vecinos palestinos, como por ejemplo en 2008 y 2009 (operativo que Israel bautizó con atroz sinceridad “Plomo fundido”).

El 1º. julio de 2022, la oficina de DD.HH. de la ONU, señaló la muerte de sesenta palestinos muertos por Israel […], un «impacto alarmante», aunque no señala el periodo o el momento de tales muertes. Agrega que “en muchos de los incidentes mortales investigados”, Naciones Unidas encontró que Israel habría usado «fuerza letal de una manera que parece totalmente contraria a la ley internacional«. Como bien señaló Amnistía Internacional en su informe 2022 sobre Palestina, “Israel considera y trata a los palestinos como un grupo racial inferior no judío”.[3] Resulta claro que Israel no considera a los palestinos seres con derechos civiles sino enemigos de guerra con los cuales ni se esmeran en cumplir convenciones militares para momentos de guerra (no ultimar caídos, no matar niños…).

Y este mes, tuvimos el informe de Tor Wennesland, coordinador especialmente designado por la ONU para atender el proceso “de paz” del Cercano Oriente.

Tor Wennesland es noruego. Es decir, proviene de la sociedad que fue sacudida hasta sus raíces cuando su compatriota Anders Behring-Breivik, en 2011, en un operativo, al que no se le conoce otros participantes, asesinó mediante un coche-bomba en la capital, Oslo a 8 habitantes, y con fusil y ametralladora a 69  más en la isla Utöya, casi todos jóvenes y árabes, en un campamento de la socialdemocracia…

Cuando se le preguntó por lo acontecido, visto el cariz totalmente político de las matanzas, se le preguntó por sus simpatías nazis, las negó vehementemente, aclarando que era un ferviente admirador de Israel y de su política.

Wennesland conoce o debería conocer el odio señorial que ha sembrado Israel.

“Estoy alarmado por el deterioro de la seguridad, incluyendo el aumento de choques armados entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes en la Ribera Occidental que abarca el este de Jerusalén. Desde el comienzo de 2022, han sido matados al menos un centenar de palestinos, incluyendo niños, en medio de un aumento marcado de operaciones militares israelíes llevadas adelante en la Ribera Occidental ocupada por Israel, incluyendo el Área A [que se supone de administración exclusiva palestina, fuera de jurisdicción israelí]. En el mismo período han sido matados 16 israelíes dentro de  Israel en una ola de ataques por parte de palestinos y árabes israelíes [Wennesland concede aquí una distinción históricamente falaz, puesto que en ambos casos se trata de habitantes de la Palestina histórica, que fueron separados jurisdiccionalmente, pero no social o culturalmente]. La violencia creciente en la Ribera Occidental está generando un clima de miedo, odio e ira. Hay que reducir tensiones inmediatamente para abrir espacio a iniciativas enfiladas a establecer un horizonte político viable.” [4]

Las seguramente buenas intenciones de Wennesland chocan con el proyecto bíblico-sionista de Israel. Y resulta difícil imaginar una senda superadora desde la ONU, la red política mundial creada por EE.UU. para definir el mundo desde 1945.

La ONU, como toda obra humana, incorpora gente con las mejores intenciones y procederes en consonancia; pienso hoy en Bachelet o Wennesland o el excelente Richard Falk, pero si sus afanes chocan “demasiado” con los poderes consolidados el designado es retirado o, como pasó con el comisionado de la ONU para atender el diferendo palestino-sionista en 1947, Folke Bernadotte, sueco, es eliminado.

Entretanto, Israel sigue profundizando la represión: acaba de ser detenida una periodista palestina, madre de dos críos de 4 y 5 años, allanada en la mitad de la noche, aterrorizando a las criaturas; interrogada durante diez horas continuas, con requisa corporal incluida, desnudándola por completo para aumentar la humillación. Su delito: entrevistar a dos presos políticos palestinos que acababan de ser liberados en un canje de prisioneros.[5]

Cuando finalmente, pese al intento inicial de Israel de negar la autoría de la muerte de la periodista Shireen Abu Aqleh, quedó demostrado que francotiradores israelíes eran los reales asesinos de la periodista haciendo su trabajo,  y aunque el Dpto. de Estado de EE.UU. declarara  que “no ve razones para creer que haya sido intencional sino más bien el resultado de circunstancias trágicas” [6] (un bello parloteo que nada dice), la reacción de la dirigencia israelí ha sido proclamar su derecho irrestricto a matar a quienes quieran. Aclaró Benny Gantz, actual ministro de Defensa: Es el jefe de estado mayor y sólo él quien decide  y continuará siendo quien decida la política de abrir fuego”. Y como “refuerzo de vacuna”, el premier Yair Lapid (dirigiéndose a los mandatarios estadounidenses) dictaminará: “nadie  va a dictarnos a nosotros contra quienes abrimos fuego.”

Tanta soberbia después de la atrocidad acontecida con una periodista que sin duda irritaba a la jefatura israelí, como Abu Aqleh, lleva  a la pregunta ¿para qué está Israel en la ONU si sigue sólo su propia ley?

Alguien con una mínima lógica y coraje civil tendría que preguntárselo.

[1]  Baste un par de ejemplos en momentos críticos: 1) en el 2000, en la llamada Intifada Al Aqsa, que se originó con Ariel Sharon avasallando con mil policías al recinto de la mezquita Al Aqsa, la reacción y la represión consiguiente acabó, por ejemplo, en Ramallah con la vida de cien palestinos, incluyendo muchos niños,  generando reacciones desesperadas entre los sobrevivientes, como matar con las manos a soldados israelíes  o dar lugar a numerosas inmolaciones. Y 2) cuando guerrilleros palestinos secuestran  a un soldado israelí, hacia 2005  –que finalmente canjearán sano y salvo por presos palestinos en cárceles israelíes (algunos encarcelados muchos años)– las fuerzas de seguridad israelí allanan una serie de lugares o sitios “sospechosos” con la consigna pública de rescatar al soldado, Gilad Shalit. En  dichos “procedimientos” los israelíes asesinaron a unos doscientos palestinos de toda edad: un claro índice de los métodos policiales de búsqueda: en rigor, la búsqueda fue una coartada para descargar la furia y mostrar la potencia del mandamás, desafiado por el secuestro.

[2]  https://www.humanium.org/es/palestina/.

[3]  BBC News, 1/2/2022.

[4]  https://reliefweb.int/report/occupied-palestinian-territory/.

[5]  https://www.pressenza.com/it/2022/09/palestina-occupata-arrestata-giornalista-a-sheikh-jarrah/

[6]   https://www.middleeasteye.net/news/us-asked-israel-review-israels-rules-engagement-west-bank-report-says, 18 ago 2022.

Publicado en Centro / periferia, EE.UU., Medios de incomunicación de masas, Palestinos / israelíes, Poder mundializado

URUGUAY: ¡TODO IMPECABLE!… ¿O QUERÉS QUE TE CUENTE?

Publicada el 05/10/2022 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández –

 

El Uruguay está viviendo un proceso complejo, multifacético y pluricausal que por ahora la permite a voceros de los poderes consolidados globalmente perorar sobre los avances del “paisito”, sobre las posibilidades que se abren al futuro.

Y sobre todo, sobre el grado de consolidación democrática que caracteriza a nuestro páis.

Es tan fuerte este sentimiento de una cultura,  una sociedad, una civilización, asentada en valores democráticos que, al parecer, no la mellan diversos avatares, algunos que parecen ceñirse peligrosamente sobre las tan bien ponderadas instituciones y sus representantes perfectamente “elegidos” por el electorado nacional.

Las dificultades entonces se enfrentan desde un modelo que reconoce fallos en los andamiajes institucionales, pero de ninguna manera en las instituciones y ni siquiera en quienes las encarnan.

Como que la confianza en la salud social del país “es más fuerte”.

No inventamos nada, en Uruguay, como no se inventa nada, absolutamente nuevo ni siquiera en los países más “adelantados” del planeta. [1]

 

RECUADRO

el “padrecito” de todas las Rusias

El zarismo fue una monarquía absoluta (dudo si el tiempo verbal que empleo es el más adecuado) que estuvo asentada durante largos períodos de “todas las Rusias”.

A principios del s XX entró en crisis a causa de un  conflicto de influencias con Japón, ambas potencias con aspiraciones hegemónicas. Se zanja con el dominio japonés y la Rusia zarista sufre vicisitudes económicas con la derrota que se traduce en hambre para los rusos pobres.

Sobrevino entonces, el reclamo de masas empobrecidas al zar para que frenara a comerciantes y empresarios hambreadores.

La sociedad rusa iletrada, tradicional, no podía imaginar que el zar y el zarismo tuvieran algo que ver con quienes amargaban su vida cotidiana.

Porque “el padrecito” zar era querido. Y las manifestaciones de hambrientos al Palacio de Invierno –la residencia de los zares–  eran para denunciar agiotistas y acaparadores, y pedirle al zar que intercediera.

Esto seguirá muy mal en Rusia  –estamos a comienzos de 1905–, pero  me limito a observar el tema de la confianza de la población  de una sociedad dada en  la autoridad establecida.

En  el imaginario ruso de entonces, las vicisitudes, crecientes, que los pobladores sufrían, nada tenían que ver con el monarca.

Nosotros vemos en Uruguay, la insistencia en proclamar que ni la presidencia ni el presidente tienen algo que ver con patéticas fallas que cuelan  la vida cotidiana del estado uruguayo.

Algunos críticos pueden llegar a ver ensombrecido el comportamiento presidencial, pero aun así, suelen preservar la institución presidencial en sí.

Pero el rastro, apenas incompleto que conocemos hasta ahora –en rigor desencadenado por incontables pasaportes–, nos señala demasiadas luces amarillas y varias rojas.

¿Cómo puede alguna presidencia otorgar un permiso de administración del principal por no decir único puerto uruguayo, a una empresa transnacional de origen belga, por 60 (sesenta) años? Ni un zar ser atrevería a tanto.

Ya nos había pasado algo similar con otro padrecito; Tabaré Vázquez, quien por sí y ante sí, cedió partes ingentes de la soberanía uruguaya (tierra, agua y aire, nada menos) a una empresa transnacional, UPM, durante varias décadas.

¿Cómo se pudo “aprobar” un tren, clave para la extracción y el trasiego de UPM, sobre la base de “informes” –cantidad de expropiaciones necesarias para la traza, costos, plazos para su construcción, tipo de recorrido, subterráneo, de superficie– que se han revelado todos ellos escandalosamente insuficientes, por no decir francamente falsos, dibujados?

La empresa beneficiaria de tantos privilegios publicita que “construye futuro”. Lo dice dando a entender que es “el futuro” uruguayo. UPM canta errado: construye el futuro de su propia empresa. Y si semejante resultado sobreviene con la destrucción de nuestro futuro, a UPM, a ninguna empresa transnacional, le mueve un pelo. Véase la historia de las transnacionales en la periferia planetaria. Tendremos que ver entonces cómo evitar la destrucción de nuestro futuro.

 

Cuando este mismo año “saltó” el procedimiento de entrega de un pasaporte a un narcodelincuente, se abrió paso la idea de que no se trataba de un caso aislado, excepcional sino de un modus operandi que había tenido una falla; explicar, como pretendió explicar el Ministerio del Interior, que se había actuado cumpliendo la ley, resultó un escarnio a todo abordaje legal: ¿cómo se puede tramitar un pasaporte legal si quien lo solicita está preso en cárcel extranjera porque se le descubrió portando un pasaporte falso?

¿Cómo tanto interés en darle el (salvador) pasaporte verdadero (para que el aprisionado desaparezca) en lugar de averiguar por qué andaba con uno falso?

Falta lógica; llama la atención la falta de curiosidad; sobra complicidad. Junto con el contactadísimo Marset, la sombra del narcotráfico cubre una parte de la administración del estado uruguayo; es decir de sus planteles políticos.

El problema ya no era Marset; sino “los suyos”.

El amianto legal que invocó el ministro del Interior Luis A. Heber y que ha cubierto también al canciller (Francisco Bustillo) les ha permitido salir adelante sin siquiera interpelaciones.

Pero “los acontecimientos se precipitan”. El hombre de la mayor confianza del presidente Luis Lacalle Pou resultó un fulano de avería, un delincuente en actividad en (por lo menos) sus últimas décadas.

Y exitoso. Porque optó por un rubro –la falsificación y la  estafa- que si tiene como destinatarias a personas con poder adquisitivo, resulta de enorme provecho monetario.

Ya no es el aislado caso de Marset (que ya supimos no era único, por su desenlace). Ahora se habla de una producción “industrial” de pasaportes fraguados. Y de años de “trámites”. Y con asiento en oficinas en la mismísima Torre Ejecutiva (asiento de la presidencia del Uruguay).

Para obtener, no pasaportes truchos o falsificados, laboriosamente elaborados con hojas, tapas, tintas sustraídas, con el servicio mínimo de imprenta y sellado (lo que en los ’70 se agenciaron las organizaciones guerrilleras), sino pasaportes de origen oficial, en oficinas del verdadero estado uruguayo (en el 4º. piso de Presidencia, por ejemplo), pasaportes oficiales, legales, verdaderos, “auténticos”; solo que cargados de falsedades (por ejemplo, la identidad genealógica del titular).

Y  producidos con ritmo “industrial”. Con destino a una plaza por lo visto sedienta de tales. La red se habría montado con candidatos rusos; ¿pícaros  exburócratas (del viejo Partido Comunista de la Unión Soviética) o cuadros técnicos rusos?, devenidos propietarios millonarios con la transferencia de la propiedad estatal soviética a la privada rusa ahora vigente?

Esos bienes, cuantiosos, dentro de uno de los estados más grandes del planeta, fueron “apropiados” mediante actos espurios de falsificación, invención de propiedad privada, un poco como pasa en nuestro país con algunas inmobiliarias que logran vender (como si fueran propietarias) trozos del suelo oriental (por ejemplo, en zona costera o montañosa, sin que nunca se sepa a quien se lo compraron previamente).

Como hipótesis al menos, habría que averiguar si la demanda de pasaportes proviene de tales personajes. Diversos  medios informativos han  señalado a 60 rusos involucrados, a 80 otra fuente, e incluso una red (de Facebook) hace referencia a un universo de interesados con 8000  rusos en danza.

Como el servicio, a veces al menos, era ”completo”, los rusos no sólo se agenciaban pasaporte sino que, dentro del territorio uruguayo, gestionaban en distintas localidades, incluido Montevideo, cédulas de identidad (porque el ardid para gestionar el pasaporte era hacerse aparecer como hijo/a de uruguayos).

Justamente, la presencia de muchos extranjeros (extraños) solicitando la cédula de identidad  en diversas localidades del país despertó sospechas.

El único dato que he leído sobre lo que costaba uno de estos pasaportes  señaló diez mil dólares. No hay duda que si “el servicio” llegaba o llega a cubrir megamillonarios, seguramente costaría mucho más.

¿Qué necesita esta “gestión de pasaportes”? Complicidades. Una cuidada cadena de complicidades. Eslabones de la cadena.

Vimos que, por ejemplo UPM, contaminará ingentes cantidades de agua; se está “comiendo” muchísimas tierras de cultivo. Destruyendo el Uruguay.

La putrefacción administrativa  que permite episodios como el de Marset o el de Astesiano, también destruyen el país. Por empezar, la confianza.

Dejemos de creernos, como sociedad, tan límpida y recta. Empecemos a darnos cuenta que el viejo adagio “dime de qué te jactas y te diré de qué careces” encierra una sabiduría psicológica que nos cae al paisito como el guante a la mano.⌂

[1]   El acuerdo tomado en 1948, entre los gobiernos de EE.UU., R.U., Canadá, Australia y Nueva Zelandia, bautizado como “Los 5 ojos”, pese a toda la novedad tecnológica que encarnaba entonces, y que aumentó de manera decisiva con pasos de 7 leguas a partir de la digitalización de los comunicaciones desde fines del s XX, se caracteriza, de todos modos, por normas de fiscalización y control que son tan viejas como cualquier estado.

Publicado en Sociedad e ideología, Uruguay

Entradas recientes

  • Palestinos                                                                                                                   25 05 06
  • BASURA NUESTRA DE CADA DÍA
  • URUGUAY: DESTINO DE PAÍS
  • EE.UU. e Israel: una cuestión de élites
  • No other land: ¿Hay que ser judío para criticar a Israel?
  • ¿REFRENDAR O NO REFRENDAR? (That’s the Question)
  • GENOCIDIO AL DESNUDO Y A LA VISTA DEL PÚBLICO
  • Contaminación omnipresente: un límite planetario olvidado
  • Aplicando el sagrado principio de desigualdad ante la ley
  • ¡La bolsa o la vida!
  • ¿QUIÉN DECIDE ACERCA DEL AGUA EN NUESTRO PAÍS?
  • Israel ataca pero declara defenderse
  • Democracia y simulacros
  • CONTAMINACIÓN: ¿RASGO PRINCIPAL DE NUESTRA CIVILIZACIÓN?
  • Vicisitudes del pensamiento crítico en Uruguay
  • Sionismo al desnudo
  • Nazismo y sionismo: un poco de historia
  • MI REENCUENTRO CON SUECIA
  • LA CONQUISTA DE PALESTINA
  • URUGUAY ANTE EL GENOCIDIO ISRAELÍ CADA VEZ MÁS “A LA VISTA DEL PÚBLICO”
  • Algunas observaciones sobre impunidad judeoisraelí
  • MODERNIDAD Y CONTAMINACIÓN PLÁSTICA DE ANIMALES Y HUMANOS EN TODO EL PLANETA
  • ANTROPOCENO, CADA VEZ MÁS PRESENTE… Y PESANTE
  • OMINOSO PRESENTE II: CLAUDICACIÓN DE HUMANIDAD
  • OMINOSO PRESENTE: UNA CLAUDICACIÓN DE HUMANIDAD

Archivos

  • mayo 2025 (1)
  • abril 2025 (3)
  • marzo 2025 (2)
  • febrero 2025 (2)
  • enero 2025 (5)
  • diciembre 2024 (5)
  • agosto 2024 (2)
  • julio 2024 (2)
  • junio 2024 (3)
  • marzo 2024 (1)
  • febrero 2024 (3)
  • enero 2024 (2)
  • diciembre 2023 (2)
  • noviembre 2023 (5)
  • octubre 2023 (1)
  • septiembre 2023 (2)
  • agosto 2023 (5)
  • julio 2023 (10)
  • abril 2023 (4)
  • febrero 2023 (7)
  • diciembre 2022 (3)
  • noviembre 2022 (3)
  • octubre 2022 (2)
  • septiembre 2022 (4)
  • agosto 2022 (2)
  • julio 2022 (3)
  • junio 2022 (6)
  • mayo 2022 (3)
  • marzo 2022 (2)
  • enero 2022 (1)
  • noviembre 2021 (3)
  • octubre 2021 (2)
  • septiembre 2021 (1)
  • agosto 2021 (3)
  • julio 2021 (1)
  • junio 2021 (5)
  • mayo 2021 (1)
  • abril 2021 (1)
  • diciembre 2020 (1)
  • agosto 2020 (2)
  • julio 2020 (3)
  • junio 2020 (2)
  • mayo 2020 (3)
  • abril 2020 (2)
  • febrero 2020 (5)
  • enero 2020 (1)
  • diciembre 2019 (4)
  • noviembre 2019 (1)
  • octubre 2019 (2)
  • agosto 2019 (3)
  • julio 2019 (2)
  • junio 2019 (3)
  • mayo 2019 (1)
  • abril 2019 (2)
  • marzo 2019 (3)
  • febrero 2019 (2)
  • enero 2019 (1)
  • diciembre 2018 (3)
  • noviembre 2018 (5)
  • octubre 2018 (2)
  • septiembre 2018 (2)
  • agosto 2018 (4)
  • julio 2018 (2)
  • junio 2018 (4)
  • mayo 2018 (1)
  • abril 2018 (2)
  • marzo 2018 (3)
  • febrero 2018 (1)
  • enero 2018 (2)
  • diciembre 2017 (5)
  • noviembre 2017 (2)
  • octubre 2017 (5)
  • septiembre 2017 (4)
  • julio 2017 (1)
  • junio 2017 (2)
  • abril 2017 (3)
  • marzo 2017 (2)
  • febrero 2017 (3)
  • enero 2017 (1)
  • diciembre 2016 (2)
  • noviembre 2016 (2)
  • octubre 2016 (2)
  • septiembre 2016 (4)
  • julio 2016 (2)
  • abril 2016 (1)
  • marzo 2016 (2)
  • febrero 2016 (3)
  • enero 2016 (3)
  • diciembre 2015 (2)
  • noviembre 2015 (1)
  • octubre 2015 (1)
  • septiembre 2015 (1)
  • agosto 2015 (3)
  • julio 2015 (1)
  • abril 2015 (1)
  • febrero 2015 (1)
  • diciembre 2014 (1)
  • noviembre 2014 (1)
  • agosto 2014 (1)
  • julio 2014 (1)
  • junio 2014 (1)
  • mayo 2014 (4)
  • abril 2014 (1)
  • marzo 2014 (3)
  • enero 2014 (1)
  • diciembre 2013 (1)
  • noviembre 2013 (1)
  • octubre 2013 (2)

Ultimos comentarios

  • Imagen: la clave teledirigida del poder actual – CUARTA POSICIÓN en Imagen: la clave teledirigida del poder actual
  • Nuestro insensible camino hacia un totalitarismo | Revista SIC - Centro Gumilla en Nuestro insensible camino hacia un totalitarismo

Etiquetas

Agatha Christie amortalidad de los humanos Antidefamation League artilugios tecnológicos biowarfare catástrofe alimentaria colonialismo complejidad económica confinamiento masivo Consejo de Derechos Humanos de ONU Covid-19 ecología EE.UU. el sionismo Estados Unidos Federación Rusa Franja de Gaza guerreristas hambruna Ian Fleming Jonathan Greenblatt la Caída del Muro Luis E. Sabini Fernández matanza de palestinos matanzas selectivas menor calidad alimentaria momento histórico Naciones Unidas ombliguismo progresivamente invasivo OMS OTAN periodistas asesinados poblaciones tradicionales poder sionista poderío israelí Project for the New American Century Ray Kurzweil Roald Dahl Samuel Huntington sars-cov2 tecnoperfeccionamiento territorio ucraniano Uruguay Vladimir Putin Yuval Noah Harari

Meta

  • Registro
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.org
Funciona gracias a WordPress | Tema: micro, desarrollado por DevriX.