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Categoría: Centro / periferia

Venezuela: ¿Intereses o visiones en juego?

Publicada el 17/06/2017 - 27/07/2017 por ulises

por Luis E. Sabini Fernandez –

Rafael Uzcátegui, redactor y/o editor de “El Libertario”, sale a la palestra a condenar a Boaventura de Sousa Santos por el intento de este último de apaciguar los ánimos, la calle, que está acercándose a un peligroso punto de ebullición social en Caracas y en Venezuela en general (posta portenia, nro. 1779, 9/6/29017).

¿Qué es lo que subleva a RU? Lo declara prístinamente: <En el texto de una cuartilla, firmado el 01 de junio, de Sousa afirma: “Las cosas no van bien en Venezuela debido a una intervención grosera del imperialismo norteamericano”.>

Única interpretación que capto: RU no está para nada de acuerdo en que haya una intervención estadounidense o no lo está en que se la denuncie.

Si es lo primero, malo; si lo segundo, peor.

La propuesta de BSS procura ser contemporizadora, pide cierta contención y aclara que tiene muchos puntos de contacto con el bolivarianismo, con el movimiento político engendrado con el liderazgo de Chàvez. Pero advertido de las enormes y  crecientes dificultades del proceso y de la vida cotidiana en el país.

Y todo eso parece molestar RU.

Si nos encontramos con manifestaciones que se dedican a enmerdar, literal y físicamente, a “los enemigos” (siguiendo prácticas que ha ejercido el ejército sionista contra la población del país que han rebautizado Israel; palestinos); si nos encontramos con manifestantes que es tal su grado de fanatización que queman vivo a un hombre porque lo “ubican” como chavista, entiendo que la propuesta de BSS es totalmente sensata, legítima.

Pero, obviamente, no va a contar con el apoyo o el acuerdo de quienes están encendiendo la mecha.

Llama la atención que el pensamiento “rebelde” al que adscribe RU no tenga siquiera una mirada hacia los intereses estadounidenses, policía del capital transnacional que, por ejemplo, acaba de “acordar” un ejercicio de acciones militares en la Triple Frontera de Perú, Colombia y Brasil a pocos cientos de km. de  Venezuela…

El gobierno de Perú, que se ha mostrado lacayo de las transnacionales mineras.

El gobierno de Colombia, que esforzándose por alcanzar el Nobel de la Paz (al mejor estilo de Menajem Begin y Arafat), se “olvida” de que los paramilitares siguen armados y matando con la impunidad habitual a luchadores sociales, desarmados (mientras algunos FARC se están desmovilizando y entregando armas,…).

El gobierno de Brasil, que desplazó a la presidenta electa, so pretexto de corrupciòn, corrupción que va apareciendo ahora decuplicada…

Estos estados cipayos “acuerdan” con el gobierno, el ejército de EE.UU., tales prácticas.

El libertarianismo de RU lo lleva a predicar el “libre albedrío democrático” de las ideas. Mucho libre albedrío verbal no descubre, sin embargo, la red de intereses, esos sí bien materiales, que parecen jugarse en la Venezuela deshecha de hoy. No los descubre ni, por lo visto, quiere descubrirlos. Por lo visto, RU se satisface con el presunto “libre albedrío”.

La crítica a BSS lo lleva a emparejar todo lo que no comulga con su libre albedrío. Allì pone, sin citar siquiera, a A. Borón, J. C. Pernalete y a “la intelectualidad.”

Demasiadas veces vimos estas condenas al barrer.

Nada saludable. Al contrario, merecen no sòlo rechazo sino desconfianza.

Publicado en Centro / periferia, Globocolonización

Histadrut y PIT-CNT, un sólo cuore

Publicada el 20/04/2017 - 17/05/2017 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández

Uruguay es una perla del collar sionista en el mundo.

UN POCO DE HISTORIA

Uruguay ha recibido judíos desde tiempo atrás, s. XIX. Pero es con la primera posguerra, década del ’20 que la inmigración judía se hace más significativa: entre 1925 y 1933 se registra el ingreso de 9000 judíos (se estima un número no mayor de italianos).

Hacia mediados del s. XX, cuando el nazismo persigue judíos cada vez con más peligro de vida, aunque Uruguay luego del golpe de estado de Gabriel Terra había endurecido los permisos de ingreso al país (por ejemplo, para republicanos españoles fugitivos y justamente judíos perseguidos), la sociedad uruguaya tuvo un comportamiento, llamado “de puertas entornadas”, que se traduce en que entre 1933 y  1942 ingresen 7000 judíos. Como se ve, un ingreso relativamente similar al período de puertas abiertas. Pero con una diferencia en el carácter de los judíos arribados al país: antes de la Gran Guerra, habían sido sobre todo inmigrantes, los posteriores a 1933 son refugiados. Entonces, el senador batllista Enrique  Rodríguez Fabregat fue adalid de esta solidaridad para con los perseguidos.

 

NO ES LO MISMO JUDÍO Y SIONISTA

Como pasa tan a menudo, “las cartas se entreveraron” con facilidad y presteza.

Porque cuando el Imperio Británico extendiera la declaración de auspicio a un “Hogar Judío” en Palestina (2 nov. 1917), llevada adelante por Arthur J. Balfour, canciller imperial y encarnizado racista que se dedicó a establecer la Sudáfrica del apartheid y el “hogar” sionista en Palestina, significativamente el flamante Uruguay batllista en la persona de su canciller Alberto Guani, la apoyará calurosamente en  el ámbito de la Sociedad de las Naciones.

Dato peculiar, por cuanto el batllismo, en plena década del ’20, bregará por separarse y hasta romper con el colonialismo británico, asegurándose un papel satélite del imperio joven, pujante y americano, EE.UU.[1]

Iniciando la década de los ’40 y a la vista del auge nazi, EE. UU. trató de asegurarse el control continental americano. Como dice el historiador Luis Dellanegra Pedraza, hacer eje en el monroísmo arrinconando al alicaído bolivarismo. Creando instancias de coordinación (y control) político-militar. “La preocupación” que desde EE.UU. se calificaba de “hemisférica” era entonces la sostenida neutralidad argentina, que no quería plegarse a la estrategia estadounidense.

El relevante papel del Uruguay para ser hospitalarios con los refugiados (algo que ya había sido muy importante en el Uruguay durante el siglo XIX, con franceses, por ejemplo) se confundió con el fomento de la colonización, ya no judía sino sionista, en Asia, en Palestina.

En el conocimiento vulgar estos dos fenómenos son apenas dos etapas de una misma, sencilla secuencia: nazis persiguen judíos; judíos (sobrevivientes) viajan y se establecen en Palestina forjando “el país de los judíos”.

Pero la historia no es ésa. Ben Gurion, figura clave del Estado de Israel, lo aclara: «Ya he tratado exhaustivamente la razón por la que estamos aquí, razones que yo, como un pionero de 1906, puedo afirmar que ¡no tienen nada que ver con los nazis![…].” [2]

La superposición de esos dos elementos se traducirá, por indicación de fuerzas ajenas al país, en la formación de la Comisión Especial de la Organización de las Naciones Unidas para Palestina[3] conocida por su sigla en inglés UNSCOP, una comisión de la flamante ONU, de 1947, amanuense al servicio de la política continental y mundial de EE.UU.[4]

La UNSCOP sellará nuestra relación ya no con los judíos, como en el pasado uruguayo, sino con los sionistas fundadores de Israel, que son algo muy distinto. [5]

Pasamos de simpatizar con población perseguida a también simpatizar con población colonialista, abusadora, racista que despojó por las armas de su tierra a un pueblo allí instalado milenariamente.

 

ASPECTOS IDENTITARIOS Y PROBLEMÁTICOS

No hay tanto de qué extrañarse. En la UNSCOP, tanto la India (del recién asesinado Gandhi, crítico radical de los empujes sionistas a costa de los pueblos oriundos de Palestina), como Irán con su población persa milenaria, como Yugoeslavia, que era entonces una federación recién constituida, comunista, de pueblos eslavos (del sur), advirtieron la gravedad del despojo en Palestina para congraciarse con la demanda colonialista e imperial, sionista. En cambio, Perú, la República Dominicana, Uruguay, Guatemala, Australia, Canadá eran también sociedades creadas mediante colonización sobre poblaciones originarias en algunos casos eliminadas o radiadas por completo, como en Australia, Canadá, Uruguay. Y EE.UU., el forjador de los nombramientos de la UNSCOP, era también un estado creado sobre los restos de naciones indias norteamericanas.

El Estado de Israel procuraba también adueñarse de un territorio a pesar de sus habitantes.

A mi modo de ver esta identidad originaria guarda mucha relación con nuestra propia identidad e historia (como la de unos cuantos estados representados en la UNSCOP). Un rápido paneo por nuestro país.

En marzo de 1945, cuando todavía no había acabado formalmente la  GM II, aunque El Eje nazifascista ya estaba en las últimas, Uruguay se convierte en anfitrión, primero en la América al sur del río Bravo, del Primer Congreso Sionista Latinoamericano (porque entonces en “el Nuevo Mundo”  lo afro y lo indo no tenían entidad y América Lapobre era para sus élites latinoamericana).

El 14 de mayo de 1948, el mismo día que el sionismo proclama el Estado de Israel, es Uruguay el primer país sudamericano que lo reconoce diplomáticamente.

No hay que extrañarse que un miembro de la estructura institucional sionista de primer nivel como José Luis Piczenik perciba como “profundo el lazo de hermandad que une a Israel con un país que comparte los mismos principios éticos y jurídicos de justicia, paz y bienestar nacional.” Prescindiendo de las dos útimas palabras, porque el bienestar nacional en un país periférico no alcanza a todos sus habitantes ni a su mayoría, Piczenik describe algo cierto.

 

Y bien: aquellos polvos trajeron estos lodos. Dirigentes del PIT-CNT aceptan un viaje dirigido a Israel y son digeridos por la máquina de Public Relations que funciona tan lubricadamente con apparatchiks como Ana Jerozolimski y toda la plana mayor de la Histadrut una organización sionista histórica, constructora primordial del Estado de Israel, organización patronal por excelencia pero que, al mejor estilo de los sindicatos verticalistas del fascismo representa (también) a los obreros.

Penoso el papel de los que se reclaman de izquierda, socialistas, comunistas, y membretes por el estilo. Hablando de la modernización del Uruguay y de  puestos de trabajo que requieren “determinados niveles de conocimiento” nuestros “viajeros” se refieren a ellos mismos como “dirigentes sindicales que se amolden a ese nuevo modelo de trabajador”: la clase de “dirigentes sindicales” ya es una entidad en sí, un estrato social por sí mismo, diferenciado, por ejemplo, de los trabajadores.[6]

Revelador juego de la verdad.

El Uruguay oficial tiene un potencial de sumisión mental y dependencia imperial que a los uruguayos cualquiera, del llano, debería rebelarnos, no congratularnos.

[1]  El batllismo enfrentó resistencia a esa identificación; tanto desde un coloradismo tradicional y más hispánico, como el arielismo de J. E. Rodó como desde el Partido Nacional, con acentos nacionalistas como el de Luis A. de Herrera o antiimperialista como el de Carlos Quijano.

[2]  Memorias. Cit. p. Judíos por la Justicia en el Oriente Próximo, “El Origen del Conflicto Palestino-Israelí” (y II), Z-net en Español, 2001.

[3]  Integrada por Australia, Canadá Checoeslovaquia, Guatemala, Holanda, India, Irán, Perú, Suecia, Uruguay, Yugoeslavia.

[4]  «En esa época [nov. 1947] los EE.UU. habían emergido como el partidario más agresivo de la partición… Los EE.UU.  lograron que la Asamblea General demorara una votación ‘para ganar tiempo hasta conseguir que ciertas repúblicas latinoamericanas se alinearan con sus propios puntos de vista.’… Algunos delegados acusaron a los funcionarios estadounidenses de ‘intimidación diplomática.’ Sin la ‘terrible presión’ de los EE.UU. sobre ‘gobiernos que no se podían permitir el riesgo de represalias estadounidenses,’ dijo un editorialista anónimo, la resolución ‘jamás hubiera sido aprobada.'»   John Quigley, «Palestina e Israel: Un desafío a la justicia.». Cit. p. Judíos por la Justicia en el Oriente Próximo, “El Origen del Conflicto Palestino-Israelí” (I), Znet, 2001.

[5]  Véase p. ej. Contra el Estado de Israel del rabino canadiense Yakov Rabkin.

[6]  Citas de la entrevista de dirigentes de PIT-CNT, Ana Jerozolimski, 9 abr 2017.

Publicado en Centro / periferia, Palestinos / israelíes, Uruguay. Qué hacer

EL País, cotidiano con los pies en Uruguay… ¿y la cabecita?

Publicada el 17/09/2016 - 17/01/2017 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández

MEDIOS DE INCOMUNICACIÓN DE MASAS

El País, un cotidiano de larga data se edita, ya lo sabemos, en Montevideo. Pero ¿desde dónde piensa y se piensa El País?

Eso nos lo dice su escritura.

Este mes nos ofrece una nota abordando “la relación con la región”: “Crítica elíptica de embajadora de EE.UU. a Uruguay por Venezuela”.[1]

La nota cita a Kelly Keiderling explicando “las razones de ser de la embajada de su país en Uruguay”.

“Se busca velar por la «seguridad», la «prosperidad»  y la «búsqueda de sociedades más democráticas y más justas».” ¿Cómo unir lo primero; policía, negocios (mejor dicho policía para hacer negocios) con lo último?

Y dentro del último tramo de la frase, ¿cómo unir lo que EE.UU. considera “democrático” con alguna idea de justicia? Todos los parámetros, insospechables de izquierdismo, de las últimas décadas señalan el avance aplastante de los mil millonarios sobre el resto de la población, que ha llevado las estadísticas de los deciles tradicionales a hablar del 1% más acaudalado de la población y del 1 por mil y del 1 por millón?  Los 62 multimillonarios más ricos del planeta tienen más capital que 3700 millones de seres humanos (la mitad pobre del planeta). Haciendo un simple cociente, cada uno de esos supermillonarios tiene más dinero, capital, que 60 millones de seres humanos. 1 x 60 000 000… nunca ha habido tal abismo en el abanico de ingresos como en los últimos 20 años. Una mascota yanqui consume los alimentos de varias decenas de humanos habitantes del África, el continente más esquilmado del planeta, es decir la población más esquilmada del planeta.

(así nos damos cuenta que el racismo es bien real)

Nuestra embajadora sigue impertérrita midiendo intereses y estrategias: “¿Es suficiente  concentrarnos en nuestros intereses donde coinciden con los intereses uruguayos?” Uno quisiera saber en qué coinciden. No en la “fuga de cerebros”, por ejemplo, donde EE.UU. es el gran beneficiado de quienes estudian aquí y emigran y rinden sus frutos allá. ¿Nos ayuda la soja transgénica y su séquito de agrotóxicos, todo eso matrizado en EE.UU.? A juzgar por el estado de las aguas del país, me atrevería a decir que tampoco. ¿Tal vez por la permanente invasión y presencia de cine-basura, teve-basura, comida basura? En fin.

Pero Kelly nos tranquiliza. Los presuntos intereses comunes no alcanzan. “Cuando un país ataca a otro, o invade y ocupa a otro [… ].” Aquí nos paraliza el asombro… ¿Se dispone la embajadora a sincerar la política exterior de EE.UU. atacando a Irak, por ejemplo, como hiciera antes con Afganistán, República Dominicana, Vietnam, Indonesia, Filipinas, y si nos remontamos al siglo XIX, a México, a España?

¡No! Aquella frase sigue con una pregunta “¿debe EE.UU. ignorarlo?, lo cual revela que no hablaba de las invasiones y ocupaciones de EE.UU. porque no podría desconocerlas. Se debe tratar de otras invasiones y ocupaciones. Pero la embajadora no da ejemplos. Solo se trataría al parecer de un giro lingüístico o estilístico, vaya uno a saber, porque sigue: “Cuando un hombre fuerte, líder de su país encarcela  a manifestantes pacíficos y no los deja opinar en contra del gobierno, ¿acaso debemos hacer la vista gorda y quedarnos callados?”

Ya vemos el vuelo mental de la embajadora. Alude con lo de manifestante pacífico a Leopoldo López, aun cuando la manifestación por él organizada hace un par de años terminó con más de 40 muertos… ¿acaso provocados por el chavismo? No lo parece, porque aprisionado López, el gobierno no ha exhibido ese estilo represor en nuevas instancias.

Pero Keiderling tiene su propio vocabulario. Prosigue: EE.UU. “defiende los principios democráticos”. No alcanzamos a ver dónde. Ni cómo. Al menos no derribando gobiernos elegidos por el voto mayoritario como en Honduras o en Haití recientemente o en Guatemala hace medio siglo. Pero Keiderling es de amianto, afirmando que lo que caracteriza a EE.UU. es “la defensa de la democracia, de los derechos humanos y de la dignidad humana.” ¿Dónde, cómo, cuándo? ¿Financiando a grupos nazis en Ucrania, como explicó la colega inefable de Keiderling, Victoria Nuland, que declaró que tuvo que desembolsar cinco mil millones de dólares para lograr el cambio de gobierno? [2]

Obviamente no podía referirse a la dignidad humana cuando su gobierno desplegó urbi et orbi cárceles clandestinas donde ir depositando musulmanes para luego acopiarlos en Guantánamo, hasta llegar a casi un millar (que, según Jihad Diyab[3] fue la política de EE.UU. tras el derribo de las torres, para compensar el efecto traumático y mostrar reacción). Se trata de miles de seres humanos con década, década y media de vida destrozada. Sin juicio alguno. Para no hablar de las matanzas semanales con drones en Pakistán y otros infaustos países a miles de km del territorio estadounidense.

Volviendo a la intervención inicial de Keiderling a que alude la nota, en resumen lo que EE.UU. hizo fue marcarle la cancha al gobierno de Uruguay, al que vio ligeramente fuera de línea, por no subrayar con los acentos dispuestos desde la Casa Blanca su condena a la Venezuela actual.

Poco margen al disenso, entonces.

Un vocabulario exclusivo que no soporta la lógica y ni siquiera el diccionario.

Y alineamiento “perfecto”. O ferpecto. Pero así funciona la policía del pensamiento madeinUSA.

notas:

[1]  8 / 9 / 2016.

[2] fte.: Fabrizzio Txavarría Velázquez (CENIC).

[3] Jihad Diyab, sirio, uno de los transferidos de Guantánamo a Uruguay y en este momento en 40 dias de huelga de hambre porque ni el gobierno de EE.UU. que lo aisló y torturó  durante 12 años sin juicio alguno, ni el uruguayo que lo recibió dentro de la política de EE.UU. de ir descargándose del peso político y ético de tanta arbitrariedad, le han permitido unirse con su familia.

Publicado en Centro / periferia

El saqueo de la periferia planetaria: algo que nos atañe… a nosotros también

Publicada el 08/09/2016 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández –

BAJO LA PRESIÒN DEL SAQUEO EXTRACTIVISTA

Un artículo de María Paz Villalobos Silva[1] hace un balance sobre la situación de Chile en las últimas décadas, más precisamente desde 1973, analizando el papel del estado chileno. Su abordaje y conclusiones nos permiten ver lo que tenemos en común, por lo cual invitamos al lector a recorrerlo.[2]

El disparador es la atroz crisis que golpea a Chiloé, la principal isla chilena, que está sufriendo una contaminación mayúscula.

A mediados de este año surgió una nueva crisis luego de la vivida, recientemente (2007-2011), con el mismo origen en el mismo sitio: la pesca industrial, la acuicultura basada en la cría de peces −salmones− en estanques. Por acumulación de descuidos, tan característicos de la industria a gran escala, en este caso pesquera, por exceso de cargas de fósforo y otros fertilizantes que se le suministran a los estanques para “incrementar” la producción, por los desequilibrios que se crean cuando se ingresa a la megaescala productiva y por causas que deliberadamente se ignoran, aparecieron en la costa de la isla mayor del archipiélago de Chiloé millones de salmones muertos (se estima unos 50 millones), lo cual ha significado en peso  bruto, que hubo que deshacerse de miles de toneladas de pescado en proceso de putrefacción. El pescado así descompuesto emana ácido sulfhídrico, un gas tóxico, mortal incluso a baja concentración, que se caracteriza por su fuerte olor a “huevos podridos”.

Si bien el gobierno chileno dispuso arrojar al mar a 150 km de la costa dichos desechos, los pescadores y habitantes costeros sospechan que no se hizo tan larga travesía para la descarga porque no se conoce detalle alguno sobre la forma en que se realizó el vertido de salmones y por la velocidad en que el veneno se difundió en las costas, provocando la mortandad de bivalvos a lo largo de kilómetros y kilómetros de costa. Aunque el gobierno quiso atribuir esta segunda mortandad masiva a la “marea roja” los lugareños consideran que más que dicha marea la causa de esta nueva mortandad radica en la previa de tantos millones de salmones intoxicados (se sabe, de episodios anteriores, que dicha “marea” enferma transitoriamente a moluscos pero no los mata).

Lo que muestra cabalmente el carácter de la explotación capitalista, ya no de la pesca sino del sistema en general, es que todo el episodio, que perjudica a la población y a los pescadores artesanales, ha terminado beneficiando a las empresas salmoneras transnacionales puesto que la mayoría de ellas tienen seguro sobre los peces que han muerto. Entonces, la catástrofe suena como «música para los oídos de las salmoneras» (de los diarios).

El remate de la distorsión que caracteriza el sistema actual de producción lo da el hecho de que la bolsa de valores de las empresas salmoneras festejen. Se estima que para el año en curso la oferta salmonera chilena perderá unas 180 mil toneladas (aproximadamente el 7%). Lo cual permite esperar un alza de los precios internacionales del salmón para el resto de 2016. La especulación bursátil agradecida. “Los títulos de la salmonera Australis se incrementaron  en un  44,9%, mientras Camanchaca lo hizo en un  35,2%; MultiExport en 29,9% […].” (de los diarios). Y el índice de compañías salmoneras que elabora El Mercurio, registró un alza debido fundamentalmente a la especulación sobre un próximo  aumento de los precios internacionales del salmón.

EL SAQUEO GLOBAL, LOS HABITANTES LOCALES

María Paz Villalobos Silva comienza su nota aludiendo a la vida cotidiana de población, cualquier población, que conoce su hábitat porque, precisamente vive en él y de él:

“El –cómo queremos vivir nuestro futuro– no necesita ser enseñado a las comunidades locales; es parte de ellas y de su historia y ahí está el valor de esas costumbres y tradiciones, porque en esa historia y en esas costumbres yace el ideario necesario para alcanzar una perspectiva común sobre el manejo y el uso del borde costero, que permita disponer de sus recursos sin poner en riesgo la disposición de los mismos para las próximas generaciones”.

Y con esa advertencia, incursiona en “el modelo de extractivismo neoliberal, basado en la explotación de recursos naturales”.

Algo que debería ser bien conocido por nosotros, con los adelantos técnicos que nos presenta la agroindustria, últimamente rebautizada como “agricultura inteligente”, y el despliegue de la soja ocupando más y más áreas de nuestro territorio, que no es muy ancho pero que sí es cada vez más ajeno; más la implantación de una forestación dirigida a la provisión de celulosa para la fabricación de papel a miles de km. de distancia; la instalación de una megaminería a cielo abierto afectando como pocas veces todo el hábitat circundante (y, por las dimensiones de nuestro país, podríamos decir a todo el territorio) que afortunadamente fracasó en parte por la resistencia “desde el pie” y en parte porque la burbuja especulativa con que se fabricó el proyecto, naufragara; y la búsqueda cada vez más afanosa y desesperada de petróleo, búsqueda que ha sobrevenido en el Uruguay bajo la forma de petróleo submarino (perforando mar afuera tres km y medio; el pozo más profundo hasta hoy construido en el mundo entero) y bajo la forma de fracking, es decir, arrancándole literalmente petróleo o gas a las piedras). Hasta ahora, como acotara pícaramente Jorge Batlle ante el nulo resultado de la perforación submarina, por suerte para el país…

Todos los ensayos y proyectos arriba descritos, que están “lloviendo” en el Uruguay, caben exactamente en la definición que diera María Paz Villalobos Silva.

Si pensamos que con la llegada del agribusiness, la agricultura “inteligente” hemos estropeado prácticamente todas nuestras fuentes de agua potable, es decir que el país hoy carece de agua corriente confiable; que las autoridades sanitarias han corrido siempre “de atrás” esta problemática verdaderamente atroz, tenemos que llegar a la triste idea de que el gobierno no sabe prever, que a gatas atiende, malatiende los problemas cuando se convierten en escándalo (como pasó con el agua de Laguna del Sauce, en 2015). MPVS se pregunta: “¿Es posible considerar que en medio de esta catástrofe [para] la soberanía y el patrimonio nacional, contamos con un ‘estado’ que pueda hacerse cargo y exigir y responder?… no, no es posible, porque Chile no se comporta como un estado soberano, se comporta como el último eslabón de la cadena (aquel en donde se corta el hilo por lo más delgado, aquel que no puede reclamar, aquel que debe acatar las órdenes más caprichosas…).”

 

SI SUSTITUIMOS CHILE POR URUGUAY, ¿QUÈ NOS DA?

Nuestra autora se refiere a las autoridades chilenas advirtiendo que “no comprenden nada sobre soberanía, ni desarrollo, ni futuro […].”  Y ejemplifica: “El mar de Chile… ¿Qué es el mar de Chile para nuestras autoridades? Si miro la prensa, es como un objeto inerte sin valor que se entrega sin cobro ni lamento, ellos no han logrado ver la riqueza propia, no ven una fuente de abastecimiento de comida para la población […]”. Y nos aclara: “El socialismo chileno determinó que la forma de dar impunidad a las operaciones horrorosas de la industria  salmonera, […] consistió en una campaña del terror al abandono de capitales si es que se le exigía ‘algo’  a los salmoneros […].”

Si sustituimos “salmoneros” por “sojeros” o “seudoforestadores”, ¿cuál es la diferencia? Para remate, también en Chile se apresuraron  a buscar una “certificación de producción sustentable” y lo hicieron con… WWF que es una oenegé de “primer rango” dentro del capitalismo mundial, al servicio de la globalización corporocrática, en total connivencia con los intereses de los más ricos entre los ricos. Entonces, concluye MPVS, “¿Cuál fue el rol del estado de Chile?… un facilitador.”

¿Por qué el Financial Times, el diario más conspicuo del capitalismo globalizado, designó a Danilo Astori como el mejor ministro de Economía del mundo? ¿Porque atendía las cuestiones de nuestro país o porque era el mejor “facilitador” de los negocios globales?

 

LEGISLACIÓN «NACIONAL»… SEGUIMOS CON LAS ECONOMÍAS DE ENCLAVE

Villalobos Silva encara luego la problemática de Chiloé, arrasada por las “inversiones” del exterior.

Nos recuerda que el presidente Frei “creó una legislación ambiental para limpiar la imagen internacional de las grandes empresas extractivistas contaminantes… una ley que nació y murió en Valdivia en 1996, cuando el proceso de calificación ambiental de la planta de Celulosa Arauco S.A., determinó que el proyecto era ambientalmente inviable, pero por presión política, fue aprobado con los resultados que todos conocemos. Es decir, el sistema de evaluación ambiental fue vulnerado por el propio aparato administrativo que lo concibió como regulación para la protección del patrimonio ambiental.”

Un “magnífico” ejemplo de que lo político pasa por encima de lo jurídico. ¿Nos suena conocido?

¿Por qué la presidencia de Vázquez proyecta poner bajo su órbita el control ambiental, sustrayéndolo a un organismo ligeramente autónomo, como la DINAMA?

Escuchemos una vez más a MPVS: “El proceso de zonificación se presenta a las comunidades costeras a partir de propuestas previamente elaboradas entre el sector público y privado… las comunidades costeras pueden agregar un punto o discutir otro, pero no están invitadas a iniciar un proceso, imaginar, proyectar, discutir, compatibilizar ni priorizar sus intereses. El proceso de participación ciudadana se valida mediante la asistencia a los encuentros de ‘socialización del proceso’, pero no siempre los asistentes saben que firmar también significa aprobar o validar lo que escuchan.”

Pareciera que en realidad lo que le importa a este “estado”, es repartir y rematar la torta o el territorio (tiendo a pensar que no entienden la diferencia) al mejor postor […]. Nuestras autoridades son el reflejo de nuestro subdesarrollo, a partir de ellos nos califican a todos. […] La ignorancia en la que viven sumergidos les ha permitido ‘enriquecerse de dinero y deudas’, pero no les ha permitido lograr dar el paso a ‘desarrollarse’, es decir, a valorar lo que es el territorio, a valorar a quienes ocupan los territorios, a valorar la riqueza cultural, ambiental, viva […].”

Podemos recordar a J. Mujica, entonces presidente, dictaminando la importancia, el “negocio” de las “chacras costeras” en Rocha para vendérselas a extranjeros y cómo así se iba a conseguir −explicaba− trabajo en las chacras, de peón o casero los lugareños y como cocineras o mucamas, las lugareñas.

MPVS compara este tiempo civil con el de la dictadura que asoló a Chile durante tantos años: “Los milicos recibían órdenes y las ejecutaban… para reprimir al pueblo y liberar el camino al saqueo económico, político, social, cultural y ambiental.”

Sin transformaciones endógenas, un país movido de afuera hacia adentro, como nos modifica permanentemente la globalización, no tiene futuro propio.

MPVS vuelve al estado actual: “Nuestras autoridades no están capacitadas para comprender el entorno que les rodea y desde ahí proyectar su uso; nuestras autoridades están capacitadas para recibir órdenes y ejecutarlas… […] liberar el camino al saqueo económico, político, social, cultural y ambiental.”

Villalobos Silva aclara: “Conozco en profundidad la legislación ambiental, la legislación pesquera, la legislación indígena y en mis análisis me encontré siempre con la misma piedra en el zapato… la gente no está invitada a participar, no hay mecanismo legal ni voluntad política que permita vincular directamente los intereses de la ciudadanía en los proyectos públicos de usos de los territorios que ocupan. La gente está invitada a aprobar y confiar. Pero ¿es posible confiar? ¡No!, no es posible.”

Cuando recordamos las observaciones del gobierno nacional “explicando” que por ser Uruguay un país unitario, Tacuarembó y los tacuaremboenses, por ejemplo, no tenían ningún derecho a excluir la megaminería de su departamento, porque eso debía resolverse desde la capital, desde el gobierno nacional, nos damos cuenta de que lo que Villalobos Silva formula a dos mil km. de distancia contiene una total cercanía y vigencia en nuestra realidad.

“La salmonicultura en Chile, imagino que funciona como una mafia de poder, sobre la cual el estado solo puede garantizar bienestar, no puede exigir nada, porque el estado de Chile actúa simplistamente, como lo que ha sido durante estos 43 años de ‘desarrollo económico’; un facilitador del modelo de saqueo y extractivismo neoliberal, basado en la sobreexplotación de recursos naturales, a cualquier costo. Este ‘estado’ […] cree que las empresas son un dios al que no hay que hacer enojar.”

Si pasamos por encima de los plazos de dictadura, que seguramente imprimieron en Chile una huella aún más honda que entre nosotros, podemos verificar que los comportamientos políticos de los elencos gubernamentales posdictatoriales, chileno y uruguayo, son los mismos.

Vayamos a nuestro país: una empresa agroindustrial dice que quiere usar un agrotóxico que ha estado años bajo sospecha y que hasta la mismísima OMS, aun retrasando años la calificación, ha terminado (en 2014) por reconocer que era “probablemente cancerígeno” [3] y el estado no dice nada; otra empresa procesadora de celulosa reclama vías férreas para facilitar su transporte y el estado no dice nada (dice sólo que se la va a construir); esas mismas empresas han ido deshaciendo las carreteras con el paso de sus camiones con pesadísima carga, lo que ha llevado ya a varios accidentes viales, algunos mortales, y el estado nada reclama; una fábrica de celulosa quiere tener plantaciones cerca de su procesadora y el gobierno acepta entregarle tierras de las mejores del país, agrícolas y lecheras, para tales plantaciones (la monoforestación se iba a emplazar en tierras de menor valor económico, lesionando así menos otros rubros productivos del país, se dijo); las empresas transnacionales quieren exoneraciones fiscales, gremiales, y el gobierno se apresura a cedérselas en régimen de zona franca… nos vamos acercando a Honduras, el único país en el mundo que en la actualidad está procesando hacer todo el país zona franca, es decir convertir a todo el territorio “nacional” para aprovechamiento directo de empresas transnacionales reafirmando así su estatuto de coloniaje.

MPVS insiste: “cada uno puede y debe decidir cuál será el destino del territorio que ocupa. El estado hoy no puede representarnos, nuestras autoridades no pueden sostenerse a sí mismas […]  si el estado no puede cumplir ese rol, las comunidades costeras tendrán que seguir y seguir y seguir irrumpiendo en reuniones oficiales muy importantes y muy legales, rechazando por todos sus medios y con todas sus fuerzas, la invasión de proyectos a los que están siendo sometidas, en abierta vulneración de derechos […].”

“La isla de Chiloé es territorio Mapuche Williche, desde tiempos inmemoriales. En este conflicto, es decir, permitir la expansión salmonera sin control y el vertimiento de 11 mil toneladas de cadáveres frente a sus costas, así como la construcción de un puente destinado a los grandes capitales, le es del todo pertinente la aplicación del Convenio 169 de la OIT de protección de derechos a los pueblos originarios y sus territorios. Este instrumento jurídico internacional, esta legislación interna de rango constitucional, demanda y exige la aplicación de procesos de consulta previa, libre e informada, cada vez que se prevean medidas o programas a ser aplicados […].

˝Este conflicto social, esta catástrofe ambiental de incalculable magnitud e impacto, esta invasión de proyectos de todo tipo de extracción de recursos, tiene responsables directos […].”

 

LA CIENCIA TAPARRABOS DEL SAQUEO

Antes venían con cuentas de colores… así narran, un poco bobaliconamente, el encanto, mejor dicho el encantamiento que los europeos habrían provocado en los nativos de Abya Yala… Hoy, el saqueo se hace invocando la ciencia, mejor dicho “el desarrollo tecnocientífico”.

A continuación, nuestra bióloga hace una observación sobre el papel de la ciencia, que se pretende siempre objetivo y decisivo para zanjar discusiones sobre contaminación ambiental, pérdida de biodiversidad y otra serie de deterioros: “¿Por qué esperar las palabras de la ciencia para reconocer los factores antrópicos que gatillaron una crisis social y ambiental que ebulle hace más de veinte años en la misma zona? […].”

Pero: “La ciencia nos aporta una mirada, nos describe y nos conecta fenómenos, nos ayuda a tomar decisiones, está a nuestro servicio como sociedad. La ciencia no puede responder por la serie de ‘eventos’ y ‘toma de decisiones’ erradas y en abierta corrupción y compra de conciencias.” Que es lo que ve la autora en el camino “que han tomado nuestras autoridades históricamente, para liberar el camino a la expansión salmonera sin límites, mientras recibe informes y demandas, durante años con infracciones a la Ley de Pesca, incumplimientos, malas prácticas […].”

“La tragedia ambiental desatada en el sur de Chile, requiere por parte de la ciencia, de investigación, observación, análisis y aportes para ayudar a buscar soluciones. La crisis sanitaria, ambiental, social, cultural y económica desatada […] por parte de nuestras autoridades y las empresas salmoneras en el sur de Chile, tiene responsables […]. El ‘cómo queremos vivir nuestro futuro’ no necesita ser enseñado a las comunidades locales; es parte de ellas y de su historia […].”

Volvamos “a casa”. ¿Alquien le ha pedido cuentas a los sojeros o a los plantadores de eucaliptos y pinos para hacer celulosa, por la contaminación que la escorrentía se ha llevado desde los campos de cultivo hasta los arroyos, hasta la biodiversidad próxima o lejana y finalmente −cadenas alimentarias mediante− hasta nuestros cuerpos?

¿O nos vamos a dejar seguir intoxicando como pasara antes con el plomo que tuvo muchos estudios, investigaciones, hipótesis para ir dejando todo quieto (aunque los retardos mentales que la intoxicación por plomo haya dejado en nuestros cuerpos, por ejemplo, constituyan una huella indeleble).[4]

Recordemos que cuando se tomó conciencia, hace unos 15 años, se advirtió que podía haber un altísimo porcentaje de población afectada. Porque Uruguay tiene una serie de rasgos culturales, económicos, que lo han  hecho particularmente sensible a la intoxicación por plomo. Por ser un país con un grado relativamente alto de modernización, tuvimos un desarrollo de instalación de cañerías de plomo temprano dentro de las tres Américas. Si bien las cañerías de plomo para agua fría no son tan contaminantes (si uno toma la precaución de dejar correr agua antes de tomarla), las de agua caliente, en cambio, son fuertemente contaminantes, porque el agua caliente se “come” literalmente el plomo; las cañerías, en décadas desaparecen, mejor dicho se las lleva el agua. Y ya deberíamos saber adónde ha ido a parar ese plomo. Las instalaciones de agua corriente en caños de plomo se usaron hasta bien avanzada la segunda mitad del siglo pasado. Y probablemente haya muchas todavía.

Hay otros factores que han convertido al Uruguay en un país particularmente afectable por la presencia de plomo.

La toxicidad del plomo es sobre todo mediante ingestión y respiración. Y Uruguay mantuvo a su vez la nafta con plomo hasta prácticamente el s. XXI, cuando en algunos países se empezó a sustituir dicha nafta desde mediados del siglo XX.[5]

Entre las fuentes de plomo fuera de control en Uruguay, se pueden contar otras; pinturas fabricadas con plomo, por ejemplo.

Lamentablemente el “combo” uruguayo otorga otras posibilidades de intoxicación por plomo. Debido al sostenido empobrecimiento que sufriera el Uruguay  entre fines de la década del ’50 y el fin del siglo pasado han ido “brotando” ingresos desde la indigencia, a menudo sumamente tóxicos: quema de cables con hilos de cobre forrados de plásticos, artefactos eléctricos y electrónicos asimismo quemados para extraer los metales con que se han construido. Este tipo de quema es altamente tóxico tanto por los humos de los plásticos como por los gases metálicos.[6] Plomo entre ellos.

La plombemia y su impensada extensión fue “descubierta” alrededor del año 2000 y ha ido depositándose en los pliegues de la memoria, mejor dicho de la desmemoria colectiva.

Esperemos que no nos pase lo mismo otra vez, ahora con el agua cuya contaminación también alcanzó una amplitud impensada, prácticamente en todo el territorio nacional. Y que luego de unos años, nos empecemos a olvidar.

El plomo precisamente, afecta la memoria.[7]

Y recordemos, el agua afecta todo, TODO. Somos dos terceras partes agua.

El estado no puede ser un facilitador de empresas ajenas, como nos lo recuerda con tantos ejemplos nuestra apreciada bióloga.

* Docente en Ecología y Derechos Humanos, editor, periodista.

[1] Licenciada en Biología Marina, investigadora independiente.

[2] “Reflexiones sobre Chile, la salmonicultura, la crisis del modelo y la respuesta de las autoridades”, Mapuexpress, mayo 2016. Reeditado por Resumen Latinoamericano.

[3]  El glifosato ha resultado mucho más, mucho peor que cancerígeno: el fotógrafo argentino Pablo Piovano ha llevado a cabo un reportaje fotográfico escalofriante revelando la depredación de la naturaleza incluido los seres humanos que pueblan las zonas fumigadas con glifosato y otros “fitosanitarios” que permiten la producción a gran escala de “alimentos” transgénicos. Vemos niñas paralíticas, niñas que tienen la cabeza por debajo de su cintura y pies asimétricos, niños con piel en escamas, niños con ojos alterados… una galería del horror que las autoridades ambientales argentinas han ignorado sistemática y deliberadamente. Para mayor gloria de Monsanto y los sojeros (“El costo humano de los agrotóxicos”, Buenos Aires, 2014-2015).

[4]  Sería muy bueno poder rastrear su posible relación con los resultados PISA, por ejemplo.

[5]  La advertencia contra la nafta con tetraetilo de plomo se hizo prácticamente desde su implantación: en 1923, en el mismo año del invento de la nafta con plomo, una toxicóloga estadounidense denunció el peligro de esparcir en el aire partículas de plomo que iban a depositarse en los pulmones humanos y sobre todo infantiles. La advertencia fue ignorada durante casi medio siglo, y en nuestro país durante casi un siglo…

[6]  Uruguay parece tener el triste privilegio de ser uno de los principales importadores mundiales de cobre. ¿Acaso hay tantos gitanos repujándolo?, ¿acaso hay un enorme consumo de instalaciones motrices o eléctricas con cobre? No, lo que hay es un robo sostenido de cables que se funden para adueñarse del cobre. Que se vende donde se puede. Pero esos cables robados hay que reponerlos porque han paralizado el suministro eléctrico en barriadas, fábricas, clubes…

[7] Hay estimaciones en EE.UU. que calculan que el aire tenía al momento de abolir la nafta con plomo (década del ’60) unas 600 veces más plomo que a principios del siglo XX. ¿Habrá afectado esa concentración de plomo la capacidad intelectual de buena parte de la población estadounidense?

Publicado en Centro / periferia

Israelización del aparato militar estadounidense

Publicada el 19/02/2016 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández.

El ejército de EE.UU., su aviación, desde alguna de sus muchas bases “nenúfar” (¿un millar?) que tiene en el mundo entero, efectuó hoy un ataque sobre Sabrata, en Libia con el objetivo publicitado de asesinar a  Nuredin Chuchane, un yihadista tristemente famoso por atentados mortales que se le atribuyen en Túnez.

Sabrata està a 80 km. de Túnez y se considera que en sus inmediaciones el ISIS ha montado un campo de entrenamiento donde se hallaría Chuchane.

El ataque se supone aniquiló la vida de decenas de yihadistas aunque se estima que debe haber varios niños y mujeres alcanzados por el bombardeo y ni siquiera se aclara si éstos también serían bajas yihadistas.

Los medios de incomunicación de masas informan de estos “hechos” y aclaran que no saben si Nuredin Chuchane habría muerto bajo las bombas.

BBC Mundo (19/2/2016) llega a titular su nota “Noureddine Chouchane era el principal objetivo de los bombardeos”.

Empezamos a entender la lógica de estos comunicadores: si Chuchane era el principal objetivo, ¿por qué nada se sabe si lo asesinaron pero sí se sabe que asesinaron decenas de otros seres humanos?

Porque lo que realmente les importa es que se mate la mayor cantidad de “enemigos” y el fulano buscado es la mejor excusa.

Claro que BBC Mundo “nutre” a sus lectores con los “fundamentos” de los hechos actuales: “Libia vive un vacío político y de seguridad desde 2011, cuando un levantamiento popular derrocó a Muamar Gadafi.” (ibídem).

Aprendamos periodismo básico y comunicación ídem: la invasión de la OTAN con aviación francesa e inglesa, con freedom fighters provenientes de una enorme cantidad de países, se denomina “levantamiento popular”.

Estas “informaciones” que nos llenan el ojo con Chuchane y con “levantamientos populares”, nos escamotean el sentido atroz de las muertes de los llamados “daños colaterales”.

Es un estilo que el Ejército de Defensa [sic] de Israel emplea profusamente en sus acciones en tierras palestinas. So pretexto de matar a un “cabecilla”, digamos de Hamas, en la operación planeada al efecto mueren cuatro vecinos, dos hijos, un sobrino, el chofer, la cónyuge, su hermana… en total 14 “daños colaterales”. Y si el objetivo se alcanza, se considera “éxito completo”. El estado nacional que así actùa ya no es un estado nacional sino un gendarme mundial.

Que para matar a Chuchane se acabe con la vida de decenas, expresa una curiosa contabilidad sobre vidas humanas: se cuentan algunas; las que están del lado equivocado de la historia o de la empalizada, ni siquiera. Ésas se arrasan nomás.

 

 

 

 

Publicado en Centro / periferia, Medios de incomunicación de masas, Palestinos / israelíes

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