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Categoría: Palestinos / israelíes

Israel maltrata, tortura, mata palestinos y patrocina amistosos de fútbol de élite

Publicada el 17/11/2019 - 19/11/2019 por ulises

Por Luis E. Sabini Fernández.

Siempre se dice que no hay que menospreciar el papel del dinero en el mundo. La cantidad de dólares que la banda fascista [1] de Beniamin Netanyahu dispone abre puertas y voluntades y conquista “corazones”, o en todo caso ‘el órgano más sensible’ que Juan D. Perón, que sabía por qué, identificaba como el bolsillo.

Y el gobierno sionista prosigue con sus campañas: troll en los medios de incomunicación de masas (basados en un diccionario digno de George Orwell);[2] arrasamiento de la sociedad palestina para poder en algún momento decir: –éste fue siempre nuestro territorio y sin disputa; ¿hubo alguna vez palestinos?;[3] promoción, con seducción financiera incluida, de quintacolumnas en la sociedad palestina; maceración de mentes, cuerpos, territorios, construcciones humanas mediante esas operaciones que se han desnudado calificada una como “Plomo fundido”, por ejemplo. Y por cierto, operaciones de distracción, tipo circo (el pan lo tienen asegurado) como certámenes musicales o justas deportivas.

Como ahora, esta semana el partido-espectáculo, la exhibición de los equipos de Uruguay y Argentina y, para mayor escarnio, en Jaffa, una ciudad hasta 1948 palestina, y depurada con violencia el 15 de mayo de ese año, haciéndose tristemente famosos los tés servidos en las casas que tuvieron que abandonar palestinos aterrorizados por “los grupos de tareas” sionistas; Lehi, Irgún, Haganah, Stern… que ya habían hecho volar por los aires, hoteles con personal y huéspedes adentro, talleres mecánicos, y desde 1948 el terrorismo sionista ampliará el tipo de blancos (con humanos adentro): hogares, escuelas, buses, aviones, hospitales… Pero se trataba de palestinos, claro, no de judíos…

El gobierno israelí había invitado hace año y medio al seleccionado argentino de fútbol. En la campaña contra semejante jugarreta de Public Relations israelí, a alguien se le ocurrió como contrapropaganda mostrar una camiseta 10 ensangrentada… Messi optó por no acompañar esa visita… la AFA argumentó asuntos de agenda (que siempre que se quiere se pueden encontrar) y su presidente Chiqui Tapia rechazó, hasta con vehemencia, prestarse a jugar en territorio tan polémico.

Los jugadores mutilados por las balas israelíes no han disminuido ni desaparecido desde entonces. Al contrario, los equipos palestinos de fútbol con jugadores mutilados se han multiplicado. Por la política israelí de herir deliberadamente a manifestantes en los tobillos. [4]

Lo que resulta increíble es que tengamos que hablar de una política de “balear tobillos”. Y que no haya reacción ante el escándalo moral y psíquico que eso significa. Parecería que Israel es disculpable. Que tiene una excepción moral para hacer lo que se le antoja. Bíblica, como dirían Luis Camacho y Jeanine Áñez, de Bolivia. Esa impunidad ética, psíquica, nos habla de una sociedad monstruosa. La israelí que la produce, y la humana que la tolera.

notas:

1) No es un insulto. Es el partido político de Netanyahu, solo que no leemos hebreo…
2) The Israel Project’s 2009. Global Language Dictionary. Que tuvieron que editar en inglés y así leerlo en Occidente.
3) Lo dijo una de las militaristas más connotada del sionismo, Golda Meir: “los palestinos no existen” [sic]. Netanyahu y el militarismo israelí procuran convertir en realidad aquella afirmación negacionista.
4) Para disolver manifestaciones pacíficas sin armas y ni siquiera piedras, Israel encontró la fórmula de usar francotiradores que con toda comodidad y sin premura, eligen sus blancos baleando piernas. Como la cantidad de muertos por ese motivo excedió lo que sus asesores de imagen pontificaron, el mando militar dio nueva orden: balear no piernas (que la gente tiene la mala costumbre de desangrarse, por ejemplo) sino tobillos. De allí, la “producción” de mutilados, rengos entre los palestinos.

Publicado en Argentina, General, Palestinos / israelíes, Uruguay

Israelíes y el circo romano… remozado

Publicada el 31/10/2019 por ulises

por LUIS E. SABINI FERNÁNDEZ

El  cineasta israelí Avi Mograbi ha hecho un documental, Venganza por uno de mis dos ojos,  en que da cuenta de ciertas trasposiciones históricas, por cierto inesperadas. 

La Biblia suele ser una retahíla de relatos sobre la opresión sufrida por judíos y a la vez, de triunfos judíos sobre pueblos aledaños, amparados en la protección divina.

Mograbi examina el culto actual (la película es de 2005) en Israel a Sansón, y otros cultos del relato sionista actual.

Sansón, cegado  mediante torturas de filisteos, le pide a su dios que le permita siquiera venganza por uno de sus ojos.

Mograbi observa el proceso de instalación romana en el país de los judíos, adueñándose de colinas, montando fuertes y erigiendo muros de separación…

Entonces se pregunta lúcidamente, quien lleva adelante ese mismo “programa” hoy; concluye que quienes hoy ejercen un dominio imperial sobre ese mismo territorio son… los judíos.

Una jugarreta de la historia. Quienes se suponen descendientes de aquellos judíos dominados por los romanos son ahora los que dominan del mismo modo, imperial, despótico, a los habitantes inmemoriales de ese territorio; los palestinos.[1]

El ejercicio colonial e imperial que caracteriza al moderno Estado de Israel presenta una serie de constantes características de todo ejercicio de poder. Los sionistas hoy dominan todas las alturas y colinas palestinas y desde allí controlan el movimiento, la producción pastoril o agrícola, las rutas hipermodernas para sí e indignantemente destartaladas para palestinos; una muy estudiada discriminación y la maltrecha sobrevida de los palestinos despojados prácticamente de todo. De agua, en primer lugar. Y de dignidad, en primerísimo lugar. Y en su propia tierra.

Disponiendo de muchos medios materiales por su peculiar situación y poder entre las potencias planetarias (Israel controla prácticamente la política de EE. UU. y sus líderes, Sharon, Netanyahu, lo han proclamado abiertamente, por más que nuestros medios de incomunicación de masas lo ignoren a lo largo de décadas), los israelíes se dedican a diversos ejercicios y espectáculos: uno es el maltrato deliberado a los natives, que reciben plomo arteramente dosificado por cualquier acto de resistencia o protesta, incluso la más pacífica.[2]

Pero otros espectáculos reeditan uno glorificado por el imperio romano: el combate de gladiadores. Con los ajustes culturales de los tiempos; cierta dulcificación  en el destino de los gladiadores. Hoy no se los ejecuta sino que se los glorifica y retribuye con enormes estipendios. Así tenemos, ahora, para mediados de noviembre, un encuentro en la arena del fútbol:  el espectáculo de las selecciones argentina y uruguaya haciendo un amistoso para que el público israelí  –mientras sus soldados y policías estrangulan a la población palestina–,  disfrute de la lid futbolística.

No sabemos a cuánto asciende la recompensa por tal espectáculo porque Netanyahu y su séquito se cuidan muy bien de informar sobre la recompensa en danza y, como es de esperar, tampoco los gladiadores modelo siglo XXI quieren dar a conocer las muchas monedas que habrán de recibir.

Pero pensamos que tiene que ser  algo cuantioso porque hace apenas un año el presidente de la AFA, Asociación del Fútbol Argentino, Chiqui Tapia, rechazó airado tal envite. Entonces,  Lionel Messi entendió desagradable prestarse a semejante espectáculo cuando alguien mostró simbólicamente una camiseta 10 ensangrentada.

La camiseta parece  ensangrentarse con facilidad, si la memoria es tan corta…

[1]  Se impone un ajuste a semejante ilación. Los judíos sufrieron la ocupación de los romanos, hace unos dos mil años. Pero quienes en tiempos modernos –segunda mitad del siglo XIX– inician el movimiento de ocupación territorial, ya no sólo religiosa, de Palestina, no descienden de aquellos judíos invadidos por el Imperio Romano sino de una entidad judía que tomó mucho vuelo casi un milenio después y que se la suele denominar imperio jázaro. Los jázaros, judíos conversos establecidos entre el Mar Negro y el Mar Caspio alrededor del primer milenio cristiano, serán los que se esparcirán por Rusia y Europa Oriental en siglos siguientes. Desde allí se constituirá en tiempos modernos el llamado movimiento sionista, planteándose la colonización de “la tierra sagrada”, que paradójicamente, nunca conocieran.

Ese eslabón es el que explica las muy marcadas diferencias genotípicas entre judíos; los mizrahíes tan similares a los árabes; los askenazíes, descendientes de los jázaros, tan similares a razas caucásicas.

Durante los tiempos en que el judaísmo fue proselitista se desarrollaron otras ramas menores de la judería, como una característica del África negra: los falashas etíopes. Estas diversas etnicidades han generado conflictos en la constitución de la muy europea, blanca, racista, occidental(ista) Israel.

[2]  Ante las manifestaciones palestinas reclamando el consagrado por la ONU derecho de retorno –la primera el 30 de marzo de 2018–, francotiradores apostados han estado hiriendo a miles de manifestantes y matando a centenares. Hubo una directiva para disparar a los muslos de los manifestantes, pero los mandos israelíes verificaron que se provocaban más muertes de las esperadas por hemorragias incontrolables o dificultades posoperatorias. Y el designio era postrar a los palestinos no asesinarlos directamente. Entonces, el mando militar cambió la consigna: disparar tranquila y certeramente a los tobillos, no a los muslos. Se consigue así cuerpos paralizados e inermes pero todavía vivos. Satisfactorio, para el despiadado e hipercerebral ejercicio de poder de Israel.

Publicado en Medios de incomunicación de masas, Palestinos / israelíes

Franja de Gaza: ¿víctimas o terroristas?

Publicada el 23/10/2019 por ulises

EL JARDÌN (INFERNAL) DE SENDEROS QUE SE BIFURCAN

por Luis E. Sabini Fernández

A fines de 2008, y hasta avanzado el año 2009, Israel desencadenó una operación militar, por tierra, mar y aire contra la Franja de Gaza, que bautizó, sintomáticamente, “Plomo fundido”. Se despedazaron mediante bombas desde aviones o disparos de tanques, edificios de habitación e instalaciones de todo tipo, sanitarias, hospitalarias, energéticas, de depuración, caminería, aeropuerto, puertos y muelles, matando a miles de habitantes, hombres, mujeres, niños, y dejando un saldo de varios miles de heridos (algunos baldados de por vida), otro alto porcentaje de población sin techo ni medios de subsistencia… “La Misión de Investigación de la ONU sobre el Conflicto de Gaza, concluyó su informe, conocido como ‘Informe Goldstone’, aseverando que la campaña militar israelí fue «un ataque deliberadamente desproporcionado, diseñado para castigar, humillar y aterrar a la población civil, para disminuir radicalmente su capacidad económica tanto de trabajar como de sustento, y para imponer una creciente sensación de dependencia y vulnerabilidad». También califica el prolongado bloqueo económico impuesto por Israel contra Gaza de ‘castigo colectivo’ contra la población.” [1]

Y el artículo que escribiera al respecto Julio María Sanguinetti, dos veces presidente electo de la República Oriental del Uruguay, se titula: “La cuestión es el fanatismo” (LN, Buenos Aires, 23 feb. 2009). ¿Se refiere a la causa de semejante daño? Ni pensarlo. Sería como ofender su sensibilidad demócrata y occidental.

Nos aclara casi al comienzo  que “con la conducción profética de Ben Gurión y, a partir de allí, ladrillo tras ladrillo [el estado judío] construyó un país próspero y también la única democracia en la región. Se trata de una sociedad pluralista”…. dejemos momentáneamente la monserga bíblica y crematística para transcribir una frase final de las suyas: “[…] Israel es el corazón de Occidente y la única frontera democrática en medio de un mar de dictaduras. Incluso es triste asumir, pero es verdad, que el único refugio de cierta racionalidad laica son los ejércitos (caso Egipto y Turquía).” Lo de triste, porque Sanguinetti sería civilista…

¿Qué cuestión entonces es la del fanatismo?

¿Niño judío muerde perro alemán? Este sentido del humor tal vez le sea ajeno. JMS nos va aclarando: “Israel no ha tenido desde aquellos lejanos días, ni siquiera una noche de sosiego. Seis guerras convencionales y dos ‘guerras santas’ (intifadas, ¡sic!) marcan una situación bélica apenas interrumpida por intervalos de tregua […] una ola de fundamentalismo religioso que es oficial en Irán […] con una siembra de odio contra Occidente y sus valores de la que los atentados del 11 de setiembre de 2001 en Nueva York […] son expresión más que elocuente. […] Golda Meir  dijo que sólo tendrían paz con los árabes cuando las madres musulmanas quisieran a sus hijos más que lo que odian a los nuestros.”

Ya está todo redondito. Lo laico y valioso en el mundo musulmán se asienta en los militares; Israel no promueve guerras sino que se lo ataca e invade; la violencia con base religiosa surge de Irán, y esto oficialmente; los atentados a los 3 edificios neoyorquinos pulverizados el 11 de setiembre de 2001 son Made in Musulmanlandia y las madres musulmanas amamantan con leche de odio…  Y habrá que ver amor en las niñitas israelíes firmando alegremente bombas que caerán sobre palestinos…

Confrontemos esta sarta de miserias políticas, éticas e informativas con una aproximación a la realidad.

Escribe el físico investigador Denis Rancourt, en su momento catedrático de la Universidad de Ottawa, despedido por las autoridades universitarias aduciendo mal comportamiento en el otorgamiento de notas, aunque hay fuertes indicios que fue sencilla y brutalmente purgado por razones ideológicas (p. ej., se lo retiró del campus esposado):

“El Lobby de Israel tiene el papel de jefe del látigo del imperio militar-económico-financiero de los Estados Unidos, Imperio, para abreviar. Es decir, el lobby asegura la disciplina doctrinal entre los políticos, intelectuales y medios de comunicación occidentales, que estén alineados con los Estados Unidos, con respecto a la política del Imperio en el Medio Oriente. Me refiero a ‘intelectual’ en el sentido amplio de cualquier profesional que tenga influencia, y ‘medios’ en el sentido amplio de cualquiera que se comunica con los demás.

    ”El principal enfoque geopolítico del Imperio actualmente es el Medio Oriente, donde se dedica a prevenir activa y continuamente la liberación y la fusión de las naciones árabes, a fin de mantener el control del territorio y los recursos energéticos. Para lograr esto, la política principal del Imperio en el Medio Oriente es Israel, que está acusado de guerra continua y sabotaje contra todas las entidades del Medio Oriente que intentan independizarse del Imperio.

    ”Por lo tanto el Imperio, a través de Israel, se embarca en un proyecto cruel y asesino sin fin en el Medio Oriente y este desagradable proyecto debe venderse a las poblaciones de origen del Imperio, incluidos los gerentes y los ciudadanos comunes. Ése es el papel del lobby de Israel, vender a Israel y la carnicería continua y deliberada como aceptable e inevitable.

    ”Es por eso que el Lobby de Israel está activamente comprometido creando islamofobia, exagerando el antisemitismo, construyendo el recuerdo del holocausto nazi, reprimiendo la libertad académica, reprimiendo la libertad de prensa, ‘encontrando’ y persiguiendo a presuntos ‘terroristas'», en el desarrollo de leyes contra el discurso del ‘anti-odio’, en la promoción de lazos culturales con Israel, en el ataque a las asociaciones musulmanas, etc.

    ”Como tal, el trabajo del lobby de Israel incluye cientos de campañas en curso para intimidar, disciplinar, despedir y vilipendiar a académicos que se atreven a criticar a Israel o la política de EE.UU. en Medio Oriente. La lista de académicos excluidos y tomados como blancos es larga e incluye los conocidos casos de Joel Kovel, Ward Churchill, Norman Finkelstein, James Petras, Terri Ginsberg, William Robinson, David F. Noble, Steven Salaita, Iymen Chehade y muchos otros. Cuanto más amenaza un académico al lobby, más agresivo se torna el lobby […].” [2]

Bueno, ¿en qué quedamos? ¿provocan las guerras los irracionales musulmanes o la guerra constituye la columna vertebral del imperio para seguir disponiendo a su arbitrio de los bienes materiales que no tiene intramuros?

¿Quiénes son los terroristas?; ¿los habitantes de la Franja de Gaza despojados desde hace muchas décadas de sus medios de vida, invadidos, contaminados, hambreados, con un volumen de refugiados muy superior a sus dimensiones, sitiados por el llamado “Ejército de Defensa de Israel” empeñado en una política de ocupación y maltrato a los natives? ¿O el Estado de Israel y la estrategia de Oded Yinon (1981), de “divide y reinarás” sobre los países cercanos a Israel?

Siguiendo la estrategia de Ariel “El Carnicero” Sharon los sionistas evacuaron la Franja de Gaza: “Les vamos a hacer la vida imposible” añadió, y tras la evacuación de 5000 colonos el 5 octubre de 2005, esa misma noche enviaron aviones supersónicos a hacer vuelos rasantes nocturnos sobre las aldeas y poblaciones gazatíes logrando cosechar una epidemia de cuadros infantiles de terrores nocturnos, enuresis y oídos estallados; todo un “éxito” de tratamiento.

¿En qué quedamos? O Sanguinetti es un escriba desfachatado en sus juicios o Rancourt describe una realidad imaginaria, fruto de su magín. En lógica elemental, sabemos que dos enunciados tan categóricos y dispares no pueden ser ambos verdaderos. O los dos son falsos o uno es redondamente falso y el otro verdadero. Que el lector confronte fuentes, que lea los tramos de realidad que se le cuelan incluso a los medios de incomunicación de masas, en general controlados por el imperio, y veremos quiénes son los torturadores, de niños y mujeres, donde está la brutalización mejor vestida y más programada y el regodeo autosatisfecho, tan  característico de los que se sienten (y son en buena medida) dueños del mundo y sus verdades.

Los Julio M. Sanguinetti siguen encubriendo la sordidez sionista. Otros optamos por tratar de desnudarla.

[1]  Laura Morales, “A dos años de la masacre en la Franja de Gaza”, LEP, 3/12/2010.

[2]  Jonas E. Alexis y Michael Cangemi, “Alfred Lilienthal y otros lucharon contra la mafia jázara”, Veterans Today, publicado en castellano, rebelión.org, 6 oct. 2019.

Publicado en Centro / periferia, General, Medios de incomunicación de masas, Palestinos / israelíes, Poder mundializado

Hablar de fascismo con el clisé mediático alojado en el cerebro

Publicada el 29/08/2019 - 12/09/2019 por ulises

La afasia de los mundos

Recensión de la reseña de “La guerra de los mundos” de Fernando Bogado

por Luis E. Sabini Fernández –

Pocas veces se brinda con tanta claridad el conocimiento parcial como si fuera total y aunque el autor de las líneas que voy a comentar negará de inmediato toda pretensión de totalidad, el divorcio entre la realidad rampante y su presentación en la nota “La guerra de los mundos”, es un verdadero récor de supresión de realidad.[1]

Bogado, siguiendo los pasos de Marcuse, inicia su nota explicando, muy correctamente, que  la derrota y desaparición de Hitler y Mussolini no tiene que ver con la existencia o la pervivencia del fascismo. Hasta aquí, vamos bien.

El problema viene con los ejemplos. Se invocan los consabidos Trump y Bolsonaro como el surgimiento de algo no casual, sino por el contrario de algo que se consideraba perimido pero que está en nuestro presente.

Luego de los fáciles ejemplos, Bogado da un paso más y se pregunta por los regímenes europeos de extrema derecha, que están en indudable floración (una vez más, como reacercándonos a la década de los ’30).

Pero Bogado –en esto muy al estilo de Página 12 y tantas otras expresiones progres−

saltea, omite, ignora (táchese lo que no corresponda) un fascismo vigente, de vieja data y, sobre todo triunfante: el Estado de Israel.

Pasado el paréntesis que una bibliografía complaciente ha calificado de socialdemócrata, en la posguerra y durante unos años, el gobierno de Israel es directa, asumidamente fascista desde la década de los ’70 cuando asume el partido que dirige hoy Beniamin Netanyahu (hijo, precisamente, del secretario del fundador del partido fascista sionista, Zeev Jabotinski).

Este partido, el Likud, que gobierna ininterrumpidamente al Estado de Israel desde hace medio siglo, asume su historia; en sus boletas presenta fundadores y predecesores (cada uno con actuaciones más atroces que las otras); Zeev Jabotinski; Menajem Beguin; Itzjak Shamir; Ariel Sharon.[2]

Zeev Jabotinski, admirador de Mussolini, recibió del Duce en plena década del ’30 un campo de entrenamiento para los sionistas en las afueras de Roma. Jabotinski fue un sionista sin pelos en la lengua. En eso muy diferente a las llamadas palomas, siempre aludiendo a una “solución de dos estados”  o a “negociaciones de paz” que siempre han sido taparrabos para ir ganando territorio y asfixiando resistencias. Jabotinski, nacido en la Rusia zarista, con un antisemitismo rampante y violento, se forjó en un vigoroso movimiento sionista de autodefensa, totalmente comprensible y compartible. Sólo que, tal vez por su ascendencia (familia acaudalada) o por su ideología racista, la autodefensa en Rusia devino con los años en una política agresiva, rapaz e imperial. Aunque lúcida: sostenía que si él fuera árabe encararía un movimiento de autodefensa, de resistencia violenta, porque los sionistas estaban, literalmente, robándoles la tierra.

Veamos, siquiera en una ojeda, el comportamiento israelí, apenas el actual, para ver cómo coincide con lo fascista.

  • Israel lleva asesinados más de 300 manifestantes desarmados desde marzo 2018 en que palestinos reclaman, viernes a viernes, al lado del muro o la valla erigida por los sionistas en medio del territorio palestino a modo de frontera. Leyó bien: trescientos muertos. Entre ellos, varios niños y personal médico y paramédico. Y no son matados por cargas de caballería o tanquetas; no, son matados por francotiradores, que el gobierno de Israel dispone detrás de sus fuerzas para que “trabajen” a piacere.
  • Nuevas instrucciones ante esas marchas de frontera: balear talones, para dejar baldados de por vida.[3] Porque amén de los centenares de muertos (a razón de 3 por semana), la represión allí ha herido a veces con secuelas de por vida, entre 7000 y 30000 [probablemente la diferencia de estimaciones de diferentes fuentes derive del carácter de las heridas, si incluye las leves, por ejemplo].

Estamos hablando de una población, en la Franja de Gaza, de un millón y medio  a dos millones de seres humanos, aislados y carentes de las más elementales herramientas de cuidados médicos, porque Israel con el apoyo de la dictadura militar egipcia, la mantiene totalmente sitiada, por aire, mar y tierra, dosificándoles calorías, mezquinando y envenenando[4] los alimentos).

  • Los castigos colectivos que el EdI ha llevado a cabo en la FdG varias veces, 2006, 2008-2009, 2012, 2014 han dejado varios miles de muertos y decenas de miles de heridos. Sólo en 2014 se estima en más de 2000 los asesinados, entre ellos, más de 300 niños. Entre los heridos, se cuentan miles de niños.
  • Qué régimen sino uno fascista, puede invitar a sus niñas y niños a ilustrar las bombas que van a arrojar sobre los palestinos (hay, afortunadamente, fotos que testimonian esa brutalización, ese festejo de la muerte, al estilo Millán Astray).
  • “Iglesias y mezquitas son regularmente vandalizadas en Israel, y sitios sagrados cristianos y musulmanes son destruidos sistemáticamente por las autoridades” [5] ¿No es esa “actividad” propia de un régimen fascista?

Algo, sí, diferencia a Israel de ciertos fascismos, como en su momento el fascismo italiano. La política de presentarse como víctima. Siempre. De todo. Y de achacar, consecuentemente toda responsabilidad a otros, al “enemigo”.

Con el atroz sitio de más de 13 años que ejerce Israel sobre la FdG, el delegado de Trump para “negociaciones internacionales”, Jason Greenblatt, describe: “La vida allí es muy difícil, triste, anómala. Sólo edificios con generadores pueden tener corriente. La falta de electricidad afecta todo, desde la imposibilidad de disponer de comida fresca hasta el tratamiento de aguas servidas. Si una persona en Gaza se enferma, probablemente sea asistida por personal médico  idóneo incapaz de asistirlo a causa de la carencia de equipamiento y medicamentos […] Los estantes de los almacenees están vacíos. La costa, en muchos otros lugares del Mediterráneo suele estar repleta de balnearios, aquí está cubierta de descargas cloacales e industriales en bruto y con escombros de sucesivas guerras.”  Recojo su testimonio de la nota de Giraldi, que considera  que “el relevamiento es aproximadamente certero.”

Pero éticamente atroz: Greenblatt nos dice “inocentemente”: “Hamas ha dejado a la FdG en ruinas”. Porque Hamas ha llevado adelante algunos ataques puntuales, con cohetes Kassam, por ejemplo, que le han servido óptimamente a Israel para destruir el tejido social gazatí con el pretexto de esas acciones, que han herido a afectado alguna vez algo o alguien en Israel y le ha servido a Israel para desplegar ataques por aire, mar y tierra, no contra las comandos ofensivos sino contra la sociedad palestina abusando de poder de fuego y dejando el tendal de decenas de Guernikas.

Lo que ha hecho el desastre alimentario, sanitario, ambiental en la FdG no ha sido Hamas sino el sitio israelí.

Por eso, cuando Greenblatt señala los detritus en la cosa gaziana, alcanza gran estatura canalla omitiendo decir que muchos son israelíes… deliberadamente volcados a la FdG.

Análogamente,  el intelectual que se puso al frente de la invasión libia como capo di mafia para destruir a Gadafi y su régimen, con la OTAN saqueando y devastando a ese desdichado país, Henri Bernard-Levy, ha declarado que el ejército israelí (que se llama orwelianamente “de defensa”) es “el ejército más moral del mundo”. Es el ejército que sigue las directivas sionistas de matar palestinos a mansalva. Ningún militar va preso por asesinar a un palestino, ya sea desarmado, herido o protestando. Cumple sólo con la ley de impunidad.

Ningún militar israelí mueve un dedo cuando los colonos judíos destrozan los medios de vida de sus vecinos palestinos,  queman sus olivos, centenarios, milenarios. Pero si algún palestino reacciona con enojo o procura bloquear esos atropellos, entonces sí, actúan castigando o deteniendo al insumiso.

El ejército israelí está desalojando y desmantelando  Jerusalén oriental, árabe, musulmán. Lo hace en pie de guerra, atacando cada tanto un barrio que es ocupado y militarmente desalojado. Al mejor estilo fascista: el fuerte abusa del débil.

“Edmundo Sichrovsky, un activista austríaco de origen judío que estaba en una de las casas que Israel anunció iba a derribar describió como los militares israelíes derribaron la puerta y sacaron a rastras a sus habitantes, golpeando al abuelo tirado en el piso delante de sus nietos espantados que lloraban. Incautaron los celulares para que no hubiera imágenes o filmaciones antes de empezar con los golpes conmigo y otros  cuatro activistas. Me patearon varias veces y me hicieron arrodillar, me dejaron la nariz sangrante y una serie de cortes, me rompieron los anteojos con un rodillazo en el rostro. Una vez fuera de la casa, me encerraron en un auto mientras insultaban a gritos a mí o a activistas mujeres a las que llamaban putas.”. [6] Tengamos presente que se trata del testimonio de un judío; los rodillazos y golpes que él sufrió se multiplican  sin límite tratándose de no judíos y rematan en fáciles asesinatos sin consecuencias penales tratándose de árabes, palestinos, musulmanes….

Y la pregunta: ¿de qué moralidad nos hablan Levy, Greenblatt, el sionismo organizado, los partidarios de Israel y sus numerosos trolls?

Y la pregunta a Página 12 y a Bogado: ¿de qué fascismo están hablando?

notas:

[1]  Fernando Bogado en su reseña de Tecnología, guerra y fascismo, de Herbert Marcuse, Página 12, supl. Radar, 25/ago/2019.

[2] https://hejalutzlamerjav.org/elecciones/

[3] La política israelí de dañar planificadamente a seres humanos palestinos llevó a una asociación deportiva del sudeste asiático a proponer no invitar al Estado de Israel a la olimpíada de minusválidos, porque Israel en lugar de defender  esa actividad, en verdad la expande.

[4] La afirmación de envenenamiento deliberado de alimentos de la FdG es abrumadoramente certera: diversas organizaciones israelíes desvían conscientemente sus efluentes, líquidos cloacales, a  vertederos a cielo abierto que corren, por ley física, hacia la Franja de Gaza en su camino al mar. Afectando así los cada vez más escasos cultivos que la población sitiada procura llevar adelante para su sustento.

[5] Philip Giraldi, “Blame Palestinians for Gaza”, Unz Review, 30 abril 2019.

[6] Testimonio recogido por Philip Giraldi, “Israel Has “The Most Moral Army in the World?”, UNZ Review, 30 jul. 2019.

Publicado en Palestinos / israelíes, Poder, Política

De alemanes, nazis, judíos, sionistas

Publicada el 09/08/2019 - 10/08/2019 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández

¿Por qué los alemanes han tenido que explicitar su posición y su relación respecto del nazismo?

Indudablemente, porque el Tercer Reich ha perdido la 2GM. Como consecuencia, su población ha debido incluso soportar la sospecha generalizada de connivencia con el régimen nazi, en su momento indudablemente popular. Han sido incluso expuestos a teorías del tipo de las de Daniel Goldhagen sobre la impronta étnica en los comportamientos humanos (alemanes como “verdugos voluntarios” del nazismo).

Con el paso del tiempo y las peripecias, sobre todo las sufridas por los palestinos (pero no solamente), surge la pregunta de por qué los judíos no se ven precisados a definir su posición respecto de Israel. Porque Israel, que se iniciara como un golpe de mano, estilo pirata, aunque muy recubierto de amparos (por ejemplo, de las “Grandes Potencias” de la época), ha ido entrando en un vórtice de brutalización y violencia aun peor al de los momentos fundacionales. Y cada vez más impune.[1]

No se trata de hacer una comparación literal o exhaustiva entre Israel, bandera de la democracia occidental, y el Tercer Reich de triste memoria. Lo germano se considera nacional y lo judío es más ambivalente; puede ser religioso, idiomático o cultural, aunque con el Estado de Israel ha devenido cada vez más nacional.

Sin embargo, los judíos en general, y en particular los progresistas, llevan adelante su actividad social, política, intelectual, como si nada tuvieran que decir o que ver con lo que acontece en Israel.[2]

Lo cual, en términos puramente personales, es aceptable, pero considerado socialmente, pensando en vínculos de comunidad o de nacionalidad, incluso los tribunales, la responsabilidad es otra; rendir cuentas forma parte de cada uno, lo asuma o lo ignore. O haga como que lo ignora.

Si tal fue la situación con la realidad israelí, la de su surgimiento e implantación manu militari, la responsabilidad se acrecienta inconmensurablemente con la expansión del peso y el poder sionista en el mundo entero; pensemos en Sudán del Sur, Honduras, Colombia, Irak, Líbano, Siria, Irán, en el lado castigado del planeta, y en el Reino Unido y en general Europa y, fundamentalmente en EE.UU., el lado favorecido de ese mismo planeta…

La tesis presentada al principio es que los alemanes debieron, debían, incluso deben rendir cuentas porque perdieron la guerra mundial, porque salieron del círculo áulico de la humanidad y pasaron al de los que, precisamente, deben rendir cuentas.

A través de la consolidación del Estado de Israel como presunto estado soberano; algo no tan nítido si observamos el constructo político que llamamos Israel, que para algunos es “el portaaviones de EE.UU. en el Mediterráneo Oriental” (versión cada vez más obsoleta de la progresía occidental), para otros el quincuagesimoprimer estado de la “Union” con funciones particularmente directivas dentro de EE.UU., y para otros finalmente, parte de una entente que bien merece llamarse Triple por una configuración de poder combinado y mundial, entre elites del Reino Unido, Israel y EE.UU. (con sus City y Wall Street incluidas; no sabemos si Israel tiene un equivalente dentro de sus difusas fronteras; por internet no logramos captarlo).

La segunda y sobre todo, la tercera opción se perciben, por ejemplo, en la política de “Los 5 ojos” (que son 6) de la red Echelon.[3]

Como resultado de la 2GM, los judíos no necesitan rendir cuentas. Por suerte, existen judíos como los que mencionáramos antes.[4]

Hay motivos para estos deslindes, estas tomas de posición. Porque nos encontramos en una situación más problemática, más ardua, que en otros momentos culturales pasados. Estamos cada vez más en el terreno de una policía del pensamiento.

Y eso, en sus dos variantes más conocidas; las dos con impronta israelí.

Por un lado, tenemos los desarrollos tecnológicos securitarios en los cuales Israel está a la vanguardia con intervenciones cada vez más sofisticadas para oír, ver, registrarlo… todo. Ya es mucho más que la pesadilla Echelon. Hay capacidad tecnológica para convertir, por ejemplo, todo celular, aun apagado, en micrófono y con alcance de muchos metros. Al lado de lo cual, los viejos sistemas de escucha telefónica resultan paleolíticos. El paisaje urbano, el interior de los vehículos de todo tipo, se van convirtiendo en escenarios de un teatro mundial, generalmente inconsciente, involuntario.[5] Israel se ha especializado en la producción de tales dispositivos de omnicaptación.

Y al lado de esta tecnopolicía de vigilancia, arrecia otra policía del pensamiento… la de lo políticamente correcto.

Para su instauración, el sionismo ha desempeñado un papel primordial. Mediante la construcción de relatos como, por ejemplo, el de “Israel democrático” (tratándose de una sociedad racista y colonialista), o de los juicios de Nurenberg de 1946 como si hubiesen sido objetivos, o, por ejemplo, el culto a “El Holocausto”. Un historiador estadounidense, Norman Finkelstein, precisamente judío, por abordar esta últma cuestión en su excelente La industria del holocausto (cuya tesis es que el suceso, así presentado, ‘tiene cierto parecido con la realidad, aunque remoto’), desde que puso en circulación el fruto de sus investigaciones ha sido despojado de sus cátedras universitarias en EE.UU. Finkelstein está sitiado laboralmente desde hace años mediante una conspiración de silencio.

Como resultado de esta guerra informacional, en la actualidad, ya tenemos leyes en países hipersensibles por sus antecedentes, como Francia o Alemania, que reputan antisemita cualquier crítica a Israel. Y consecuentemente, ya tenemos presos políticos por aplicación de tales leyes… seres humanos arrestados y  encarcelados porque han planteado boicotear productos israelíes en tanto israelíes maltratan, hambrean y matan impunemente a palestinos. Boicotear, repare el lector, no dañarlos, no usar violencia.

Esa atroz asimetría contemporánea que resume tan bien Richard Falk al recordar los 15 años del Muro de 700 km. construido por los israelíes en 2004 dentro de los territorios bajo conquista: “fragmentando a las comunidades y vecindarios palestinos, dividiendo a los campesinos de sus tierras de cultivo, y constituyendo una recordatoria constante, ineludible, de la naturaleza de la opresión israelí.” [6]

Si criticar a Israel deviene un acto antisemita, ¿adónde fue a parar el derecho a crítica o la libertad de cátedra, por ejemplo?

En la mayor parte de los países de Europa ahora la historia del sionismo, la del nazismo, la del judaísmo están escritas. Definitivamente. Inamovibles. Reinvestigar, otorgar otro ángulo, otra información, ha pasado a ser delictivo.

Es la sustitución lisa y llana del conocimiento histórico por la versión oficial. El sueño −estalinista para unos, bíblico para otros− encarnado como revelación.

De ese modo, toda crítica a Israel es antisemita, investigar sobre las muertes de judíos a manos de nazis está fijado de antemano (p. ej., en 6 millones y las correspondientes indemnizaciones. Y a todos los que duden, tengan alguna observación, algún reparo, se los ubica en el campo “antisemita” (término impreciso si los hay, por cuanto “semita”  no es un pueblo siquiera, sino una familia idiomática).[7]

Obviamente, la policía de pensamiento no se aplica sólo a salvaguardar la imagen de Israel. Veamos otro ejemplo, tan distinto: una estrella del rugby australiano, étnicamente originario de ese continente, cristiano evangelista −Israel Folau− condenó recientemente en un mensaje de Instagram  a “homosexuales, adúlteros, mentirosos, fornicadores” asegurando que les esperaba el infierno… y fue expulsado de la federación de rugby australiana y segregado socialmente.

Considero sus opininones deleznables, pero condenarlo por ellas, es muchísimo más grave.

La policía del pensamiento, vieja pesadilla de antiutopistas, está deviniendo realidad y el motor actitudinal para este ahogo de la libertad de pensamiento es llevado adelante a través de la sobresaturación de información y entretenimiento y la configuración  de las mentalidades.

Calvino (Jean Calvin) aspiraba a conocer todos los pasos de sus conciudadanos, desde que se levantaban hasta que se acostaban. Para sujetarlos bíblicamente a la virtud. Su ciudad, Ginebra, contaba entones –siglo XVI−con unos 23 mil habitantes.

La aspiración de ‘una policía de la virtud’.

Hoy esa pesadilla se va concretando sobre miles de mllones de seres humanos.

notas:

[1]  Algo que también había pasado con el nazismo; una política reactiva, beligerante y agresiva, que fue acentuando sus rasgos hasta llegar a persecuciones y castigos atroces contra sus enemigos y víctimas.

[2]  Con la excepción, claro está, de los judíos que se han desmarcado del proyecto sionista, a menudo con riesgo de sus posiciones y hasta de su vida.

[3]  Fundada en 1948 por EE.UU., RU, Canadá, Australia y Nueva Zelandia, fue ampliada por única vez en 2004… con Israel.

[4]  Apenas como ejemplos:  Marek Edelman, el bundista, sobreviviente polaco en los ’40 que se negó a aceptar una invitación de Israel, como “héroe judío” en los ‘50. O los miles de haredíes de Neturei Karta. O investigadores  e historiadores como Ilan Pappe, David Comedi, Gilad Atzmon y tantos otros que han roto con Israel y su geopolítica mundial, que con acierto ha definido el historiador Miguel Ibarlucía como “fascismo exitoso” (tesis doctoral).  

[5]  En Argentina, Chacho Álvarez denunció esa técnica a fines de los ’80 o principios de los ‘90.

[6]  “Remembering the World Court Advisory Opinion on Israel’s Separation Wall After 15 Years, News & Analysis, Palestine, 12 jul. 2019.

[7]  Aunque en los últimos 20 años, la Academia de la Lengua Española  se ha avenido a restringir el significado del término al de “contrario” o “enemigo” de lo judío.

Publicado en Palestinos / israelíes, Poder mundializado

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