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OMINOSO PRESENTE: UNA CLAUDICACIÓN DE HUMANIDAD

Publicada el 05/06/2024 - 05/06/2024 por ulises

ISRAEL DISPUESTO A ACABAR CON LOS PALESTINOS                                                                                          marzo 2024

por Luis E Sabini Fernández

Aunque todavía estamos en el pleno y agónico presente, a partir del operativo guerrilleril de la resistencia armada palestina en la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023, su gravedad, la acumulación de dolor, vesania, fake news y muerte, es tal que nos atrevemos a afirmar que, como el 11 de setiembre del 2000 con las torres neoyorquinas esfumadas, y varias otras efemérides históricas, este 7 de octubre ha forjado un tiempo nuevo. No necesariamente mejor. Más bien, ominosamente peor.[1]

Nunca antes el ejército israelí ha experimentado la muerte de dos o tres centenares de soldados en enfrentamientos con la resistencia palestina (que, como se sabe, no tiene ejército). Por ejemplo, el operativo israelí “Plomo fundido”, en 2008, que provocó miles de muertos palestinos, arrojó a su vez cinco soldados israelíes muertos. Lo mismo ha pasado en las intifadas, en las sucesivas “invasiones punitivas” o en la resistencia a los desalojos: los muertos son puestos por los palestinos, no por las tropas de ocupación, salvo excepciones y “accidentes”.[2]

La reacción israelí ante su primera derrota militar y securitaria significativa con palestinos el 7 de octubre, 2023, parece haber funcionado como “un juego de la verdad” poniendo a la luz del día, ya sin afeites más o menos diplomáticos, lo que Israel siente por Palestina, lo que los judíos israelíes consideran que tienen que hacer con los palestinos.

El trastorno ”estadístico”, el revés político y policial generado por el operativo palestino, “ayudado” o no por la seguridad israelí (una hipótesis parte de la base que la sofisticación securitaria israelí no puede haber omitido la observación y el control de preparativos que hasta los servicios egipcios registraron y advirtieron a “sus colegas” israelíes como de “inminente invasión”. Para quien esto escribe es de segundo orden saber si el operativo fue así “ayudado” o desencadenado sólo desde la misma resistencia. Porque lo importante es la huella dejada.

En ese penoso balance con soldados israelíes ejecutados el 7 de octubre, hay que anotar también los asesinados mediante la Directiva Hannibal, un criterio según el cual Israel mata incluso a sus “hijos” para que no caigan en manos de “el enemigo”, ni siquiera para un canje con preservación de vidas. En ese caso, en ese mismo 7 de octubre estamos hablando de israelíes matados… por israelíes. Israel oculta celosamente cuántos.

Una “directiva” como la Hannibal nos permite otear el alcance del orden dispuesto (e impuesto) por Israel. Si están dispuestos a matar a propios, ¿qué podemos vislumbrar para quienes son sus enemigos?

Luego de ser Palestina y los palestinos bombardeados en sus viviendas, comercios, mezquitas, escuelas, calles, usinas, universidades, hasta derribar edificaciones a veces de diez o más pisos, con el consiguiente tendal de desolación, muerte, heridos, Netanyahu rubrica semejante daño prosiguiendo el sitio: “no alimentos, no agua, no electricidad, no combustibles, no medicina.”

Tras una estudiada demora dejando a Israel hacer lo que considera necesario, es decir admitiendo el poder de Israel como superior, incombatible, prácticamente el único, aliados mediadores inician tímidamente movimientos apaciguatorios. Un mes después del 7 octubre, Anthony Blinken se atreve a recordarnos que  «demasiados palestinos han sido asesinados» en Gaza.[3] Habla entonces de cientos.

A cinco meses, diversos informes nos hablan de guarismos cercarnos a treinta mil muertos palestinos: Anna Lekas Miller menciona 27 131 asesinados en la FdG, en febrero  2024.[4]  La Union Juive Française pour la Paix (UJFP), antisionista,[5] registraba en enero 2024  “más de 30 000”. Y la TV española en marzo: “Al menos 30.878 palestinos han muerto por los ataques israelíes desde el 7 de octubre”.[6]

¿Por qué desde hace ya meses, los asesinados mediante bombardeos y derribo de gran parte de las estructuras urbanas de la principal ciudad gazatí  (y de otras como Khan Younis) siguen rondando los 30 000? Las cifras habían crecido a ritmo infernal desde los cientos de noviembre (declarados ya muy a la baja por Blinken) hasta los tan reiterados treinta mil.

Porque las cifras de muertos y heridos provenían de los hospitales gazatíes y registraban el imparable aumento de muertos provocados por los bombardeos. Pero hace ya mucho tiempo que no hay registros luctuosos porque no hay más hospitales. Israel ha pulverizado todas las instancias e instituciones sociales, además de los cuerpos individuales de lo palestino.

Y la realidad, monstruosa, supera racionalidades y rutinas. Alguien que se ha atrevido a ponderar el daño material y todos los torniquetes que Israel ha aplicado a la FdG (y también a Cisjordania y el área palestina de Jerusalén), estima los muertos palestinos hacia febrero-marzo en unos 200 000 seres humanos, hombres, mujeres, infantes. Se trata de Ralph Nader, un estadounidense de origen libanés, alguna vez candidato presidencial (aunque de partidos menores como el Verde).[7]

Con sensatez, nos recuerda lo que ya vimos, que no hay más estadísticas confiables y advierte que tanto el gobierno israelí como Hamás están, por razones distintas, interesados en “achicar” la montaña de cadáveres. Aventura un juicio que me parece digno de tener en cuenta: “Hamás subestimó demasiado la comisión de crímenes de guerra por parte del vengativo ejército de ocupación israelí; un superpoder total e incondicionalmente respaldado por el superpoder militar norteamericano.”

Pero el argumento más contundente, a mi ver, es que los números que se publicitan no se parangonan con la realidad de los bombardeos. Nader se pregunta como conciliar una cifra de muertos que apenas sobrepasa el 1% de la población expuesta al ataque inmisericorde con la devastación y el alcance que las imágenes muestran (más ajustadamente 1,5%).

Y agrega que una estimación hecha, por ejemplo en diciembre 2023, desde la cátedra de Salud Pública de la Universidad de Edimburgo, alcanzaba al orden de medio millón de palestinos matados para 2024 (mantenidas las acciones como entonces).

Hay que agregar que estos guarismos crecen progresivamente aun sin nuevos bombardeos porque Israel, empecinado en llevar adelante el genocidio palestino mantiene el sitio en todos sus órdenes: sanitario, alimentario, energético, de traslados.

La muerte en esta situación busca más a la infancia. Que es lo que brota de la escasa información que puede venir rompiendo el cerco a costa de tanto riesgo de vida.

“Israel está matando de hambre intencionalmente a los palestinos de Gaza desde el 8 de octubre”, han denunciado esta semana expertos de la ONU.

“[…] La hambruna, la fase más crítica de la inseguridad alimentaria, es ‘inminente’.[8] Salvo lo ridículo del “inminente”, cuando hace ya mucho tiempo que la tortura del hambre, las enfermedades, el desamparo y la artillería están castigando… todos los cuerpos, y la inminencia ya ha quedado muy atrás.

Acerca de la política de estrangulamiento progresivo de Israel sobre la FdG, es importante tener en cuenta la observación de Jens Laerke, vocero de la UNOCHA[9] en Ginebra: “Una vez que se declara una hambruna es demasiado tarde para mucha gente”. Nos recuerda que en Gaza, hay medio millón de personas que en la práctica ya la sufren: no hay un flujo comercial de alimentos, los camiones con ayuda humanitaria entran a cuentagotas y tienen muchas dificultades para circular ‘porque Israel derriba toda edificación y destroza toda pavimentación.’ [10]

El 2 de marzo 2024, el reportero Ishaan Tharoor del Washington Post escribió: “El grueso de los más de dos millones de habitantes de [la Franja de] Gaza enfrentan la probabilidad del hambre; un estado de cosas que implica la pérdida de nutrición a una velocidad jamás antes vista de acuerdo con trabajadores dedicados a la ayuda de emergencia. La niñez es la que entra más rápidamente en la inanición. Las redes de asistencia han puntualizado que es la restricción dispuesta por Israel sobre el flujo de asistencia al territorio, la principal causa de las carencias. Algunos jerarcas del gobierno israelí reclaman abiertamente terminar con todo el flujo.”[11]

Y Nader también transcribe el testimonio de Jan Egeland, a cargo del Consejo Noruego de Refugiados: “Digámoslo claramente: los civiles gazatíes enferman por la falta de alimentos y agua porque Israel mantiene tan severas restricciones; todas las provisiones vitales para mantenerse vivos están intencionalmente bloqueadas; y las  mujeres y la niñez sobre todo, están pagando el precio.” (ibíd.)

Esta voluntad genocida de los israelíes, que sobrepasa la furia desatada el 7 de octubre, cuando los palestinos sorprendieron guardias israelíes que “se la habían hecho fácil” y que no pudieron responder a tiempo, sobrepasa el revanchismo.

Se nutre de algo más profundo. Tiene el viejo nombre de racismo. Siempre entrelazado con todos los proyectos colonialistas. En África, en Asia en el nuevo mundo de Colón.

El racismo es un rasgo básico que a todas luces nutre al sionismo (y a tantos otros movimientos, hoy en día incluso en auge): es el nervio ideológico mediante el cual cuando Israel salva del hambre de judíos falashas (etíopes afro), sin decir nada anudan las trompas de Falopio de las mujeres so pretexto de controles ginecológicos.

Porque, como dice el excelente Jonathan Cook: “Gaza no es sólo la primera línea de la guerra genocida contra el pueblo palestino; también es una primera línea en la guerra de la élite occidental contra nuestra capacidad de pensar críticamente.” [12]

 

[1]  Fechas que en la historia moderna, ya no solo nuestra, han operado como parteaguas: 20 marzo 2003, EE.UU. y los estados que le obedecen invaden Irak; 30 abril 1975, EE.UU. abandona Vietnam; 6 de agosto 1945, EE.UU. arroja bomba atómica en Hiroshima, Japón; 19 de julio 1936, fuerzas sindicales y políticas salen al paso del golpe de estado en España (desde África, el 17 de julio); y tal vez, aunque nos falte perspectiva histórica para verlo, 24 febrero 2022, Rusia invadiendo Ucrania. Del s xix, tenemos al 1º. Mayo ante matanza de obreros del 4 de mayo de 1886 (en Chicago, EE.UU).

[2]  Hubo una excepción; la huelga general, llamando a la resistencia de la sociedad palestina ante la intromisión creciente y avasallante de sionistas, en 1936. La sociedad palestina perdió unos 5000 hombres y tuvo unos 15000 heridos. Por su parte, británicos y judíos tuvieron unos 300 muertos cada sector (que no se enfrentaron entre sí, sino que actuaron juntos contra los huelguistas y rebeldes palestinos). Israel ha sufrido sí mayores pérdidas en vida humanas en guerras con estados árabes (aunque siempre muchísimo menores que las sufridas por sus antagonistas).

[3]  https://edition.cnn.com/videos/cnn-en-espanol/2023/11/10/blinken-palestina-muertos-guerra-gaza-crisis-israel-cnn-dusa.cnn.

[4]   https://mondoweiss.net/2024/02/operation-al-aqsa-flood-day-119-israel-vows-to-push-forward-into-rafah-leaving-palestinians-with-nowhere-left-to-flee/ , 2 febrero 2024.

[5]   https://ujfp.org/ils-nassassinent-pas-seulement-les-palestinien-nes-ils-tuent-aussi-le-judaisme/?utm_source=mailpoet&utm_medium=email&utm_campaign=le-newslettertotal-communique-de-lujfp-14297.

[6]   https://www.rtve.es/noticias/20240308/gaza-guerra-israel-hamas-franja-de-gaza-estados-unidos-puerto-ayuda-humanitaria-joe-biden/16004979.shtml.

[7]   https://www.unz.com/article/how-many-gazans-have-already-died-perhaps-200000/.

[8]   https://elpais.com/planeta-futuro/2024-03-10/la-inminente-hambruna-en-gaza-como-hemos-llegado-aqui.html.

[9]    Sigla de Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.

[10]   https://news.un.org/es/story/2024/03/1528032.

[11]   Cit. p. Ralph Nader.

[12]   “ ‘Are we the baddies?’ Western support for genocide in Gaza means the answer is yes”. (¿’Somos los malos? Que Occidente apoye el genocidio en Gaza significa que ‘nosotros somos los malos’). https://www.middleeasteye.net/opinion/israel-palestine-war-baddies-western-support-genocide-gaza-yes. 27 dic. 2023.

Publicado en Centro / periferia, Destrozando el sentido común, EE.UU., Palestinos / israelíes

ISRAEL SE VA «SUPERANDO» A SÍ MISMO… EN ABYECCIÓN

Publicada el 06/03/2024 por luissabini

                                                                                  A Aaron Bushnell in memoriam

por Luis E. Sabini Fernández

4 mar 2024

En este último eslabón de decadencia con depredación, moral y material, vértigo de hybris en caída libre,[1] como ingresando a los cada vez más atroces círculos del infierno de Dante, tenemos que las fuerzas policiaciomilitares israelíes y la sociedad israelí en general (con excepciones, de enorme valor ético y físico), van degradando su comportamiento: no pudieron afrontar que los despreciados palestinos le arrebataran la vida a centenares de miembros de sus fuerzas militares en un copamiento, muy anunciado y a la vez desatendido por la seguridad israelí.

Como no pueden castigarse a sí mismos por semejante divorcio con la realidad, las fuerzas israelíes empezaron ese mismo fatídico 7 de octubre a disparar mortífera artillería a todos los que se movían, incluyendo así hasta israelíes cautivos a causa del copamiento. En ese primer momento validaron esta matanza, Doctrina Aníbal mediante.

Pero la bajada a los abismos ha continuado. Como suele acontecer cuando uno domina la bajada al abismo,  se la concede al otro.

Con bombardeos a edificios de viviendas colectivas, a lo largo de calles enteras, con preaviso (generalmente corto, escaso) o sin preaviso, cumpliendo más descaradamente el fin perseguido; la destrucción y el borramiento de ciudades palestinas y sus habitantes de la (codiciada) Franja de Gaza: con el lenguaje que hemos establecido al fin de la IIGM, genocidio.

La destrucción de edificios mediante bombardeos implica enterrar vivos a sus moradores si no tuvieron tiempo, no pudieron o no quisieron salir (se estima que a hoy, con 5 meses bajo artillería casi continua, buena parte de los hasta ahora 7000 desaparecidos son palestinos enterrados vivos. Que tienen que haber sufrido inenarrables agonías.

Acaban de ”desenterrar”, primero de marzo, un niño palestino, ojos grandes, cero sonrisa, tras 9 días enterrado vivo bajo los escombros de uno de los tantos bombardeos; sin comer ni beber durante esa atroz espera, agónica. Quienes hacen esa extraordinaria tarea de rescatar –vivos o muertos− de entre los escombros, se valieron de un carro tirado por un  burro para llevarlo a un hospital.

¿Se acuerdan de la profecía que con insolencia militares israelíes proclamaban, de llevar a los palestinos a “la edad de piedra”? Ahmed es uno de los que fue llevado a la edad de piedra. Y volvió de allí. Tan inolvidable será con su voluntad de vida como Aaron Bushnell, el valiente y solidario soldado estadounidense que con todo su cuerpo se negó a hacer este genocidio.

Las cifras oficiales hablan de unos 30 mil muertos, varones, mujeres, infantes, bebes,  en 5 meses. Grosso modo, unos doscientos palestinos asesinados cada día. Pero si contamos a los desaparecidos, la cuota del genocidio se ubica alrededor de los 250 diarios. Como los señores aviadores y otros artilleros descansan, no “trabajan” permanentemente, si estimamos que han “hecho su tarea”, la mitad de estos días, tenemos entonces una cosecha roja de 500 seres humanos por intervención: un genocidio in progress de alto rendimiento, señores diseñadores del alto mando israelí.

 

Blas Pascal, profundamente cristiano, nos enseñó hace ya siglos que el humano es medio ángel  y medio bestia, pero agregaba un corolario ético, psíquico: que cada vez que el humano procura convertirse en ángel deviene bestia. Una dialéctica que va mucho más allá de cierta linealidad del comportamiento: desde la Grecia clásica nos ayudaron a ver aspectos de esta cuestión con la noción de hybris.

El ejército más moral del mundo ha cumplido el apotegma de Pascal: es el ejército más (cerebral e) inmoral de mundo.

“La insoportable levedad del ser” israelí queda a su vez patentada con esa foto de las diez militares israelíes sacándose selfies, sonrientes, en medio de la devastación que han producido en la Franja de Gaza.

No es nada nueva, empero. Ya la habíamos conocido cuando vecinos israelíes de la FdG instalaban butacas cerca de la frontera, preferentemente en algún promontorio, para presenciar –como mirando una película− los bombardeos que con impunidad (y cobardía, porque las poblaciones palestinas no tienen armamento antiaéreo)  descargaba la aviación y la artillería israelíes sobre ciudades palestinas, o cuando buscaban “frenéticamente” a Gilad Shalit (todo un pretexto para seguir matando palestinos), o cuando bautizaron macabramente una operación de devastación en la FdG de “Plomo Fundido”, o cuando idearon balas de tungsteno generadoras de miríadas de focos cancerígenos en el cuerpo en que se alojaban al penetrar la carne, romper los huesos… y en tantas otras ocasiones.

 

Y el 2 de marzo, el “ejército más moral” del mundo nos brinda una nueva “información”, siempre tan atento a mantenernos informados: acusa de la masacre que se ha bautizado “como de la harina” a  «saqueadores».[2]

Con esa referencia, los militares “morales” elevan su dedo acusatorio contra los palestinos.

Empeñados en arrebatarles la tierra (la Franja de Gaza no fue ni siquiera bíblicamente judía, como se podría argüir, en el resbaloso terreno histórico de la Biblia, como Samaria o Judea).  Israel ha ido aplicando una pinza y torniquetes sobre la FdG, desde las elecciones de 2006. Una de las escasas instancias electorales que ha tenido la población palestina. Con veedores internacionales, como James (Jimmy) Carter que otorgaron validez al resultado. Nada resultó del agrado ni para el Estado de Israel ni para la ANP, Autoridad Nacional Palestina, que se había ido convirtiendo en herramienta de control palestino, con una policía “propia” entrenada y financiada por Israel. El resultado electoral de 2006 dio amplia mayoría a Hamás en la Franja de Gaza y una mayoría más escasa en Cisjordania y Jerusalén. −“Votaron mal”, no aprendieron a votar como les habíamos enseñado. Ni el gobierno israelí, tan democrático, ni la ANP aceptaron tales resultados y, “en consecuencia”, buena parte de los elegidos fueron encarcelados, con sendos golpes de mano de la ANP e Israel para mantener lo que había. Lo lograron en Cisjordania pero no en la FdG, donde Hamás retuvo el resultado de las urnas.[3]

Desde ese momento Israel se propuso la eliminación. Todavía no sabíamos si de Hamás o de los gazatíes. A partir de 2006, bombardearon el aeropuerto, bloquearon todo acceso marítimo; limitaron, −mediante disparos intimidatorios− el acceso al Mediterráneo, no sólo empezó a haber pescadores acribillados por tal vez excederse de los 3 km., o no, porque tampoco tienen acceso a sus playas, donde, jugando al fútbol, también fueron baleados). Dinamitaron las depuradoras sanitarias y usinas de agua corriente (y Mekorot empezó a vender el agua potable a los palestinos a mayor precio que a los israelíes), limitaron el ingreso de alimentos, medicamentos y artículos de la vida cotidiana. Arruinaron las centrales eléctricas gazatíes y “concedieron” electricidad una cantidad escasa de horas diarias (cuatro, por ejemplo), con lo cual crearon enormes problemas sanitarios, alimentarios. Restringieron progresivamente todos los viajes a y desde la FdG, contaminaron la tierra, arruinando cosechas. De ese modo dispuso Israel la “sobrevida” gazatí desde 2006. En medio de un “silencio de radio” cómplice o complaciente de casi todo el mundo.

Desde el 7 de octubre 2023, tras el ataque sorpresa desde Gaza, Israel cortó radicalmente el ya escaso y a cuentagotas ingreso de alimentos y vituallas a la FdG. Cerca de dos millones de seres humanos entraron en un nuevo círculo del infierno en esa macabra danza de privaciones a que fueran arrojados en 2006.

Tengamos presente que la FdG, fue una de las tierras agrícolas más antiguas que se conoce en el mundo entero. Que hoy no puede producir nada. Y debe depender por entero del ingreso de vituallas. Que provienen mayormente de la UNRWA (comisión de la ONU para atender cuestiones de refugiados). Que pueden ingresar por tierra desde Egipto o desde Israel. El paso desde Egipto está generalmente cerrado. Egipto es un esclavo financiero de Israel. Así que el ingreso terrestre está totalmente en manos de Israel. El acceso por mar  está controlado e impedido por Israel.  Y el aéreo, ya hemos visto, fue destruido para llevar palestinos a la edad de piedra.  Desde el 7 de octubre, el torniquete, bajo control absoluto israelí, se ha cerrado.

Generalmente, se entiende que el suministro para casi dos millones de seres humanos, de lo más imprescindible para sobrevivir, significa el ingreso diario de unos 50 camiones semirremolques con vituallas. A principios de marzo, hacía ya un mes que no había entrado ni un solo camión. Tampoco en los 4 meses previos habían entrado víveres y suministros, salvo contadas excepciones, llevando a los gazatíes al borde de la inanición. Cuando el 1º. de marzo se anuncia la llegada de algunos camiones, no los 50 antes habituales sino apenas 4 o 5 con harina, apenas harina para mitigar el abismo alimentario al que Israel ha empujado a los gazatíes, se agrupa gente para recibir la “preciosa” carga.

Designar a los palestinos que aguardan hambreados, que no acaban de ver cómo y cuándo se comienzan a descargar los víveres, “saqueadores” es apenas una perla más para el rosario de impudicia, chutzpah, soberbia que caracteriza a estos colonialistas místicos.

Bajo el pretexto del saqueo, los soldados israelíes mataron a más de cien palestinos y el episodio, “masacre de la harina”, ha dejado a cientos de baleados y lesionados. En rigor, fue otra oportunidad para matar a unos cuantos palestinos más.

Se invoca “castigo colectivo” de Israel sobre el gobierno de Hamás y por extensión sobre la población gazatí. Resulta de por sí injusto por el copamiento de Hamás, pero a esta altura para quien esto escribe no se trata de un castigo colectivo, ni de respuesta alguna ante el copamiento del 7 octubre, sino brutal y sencillamente: plan de exterminio.

Israel sigue protegida por el mundo privilegiado que se autodenomina civilizado. Por ejemplo, “el jardín europeo”. Pero tengo la impresión que cada vez cuesta más soportar la política genocida descarada, por más afeites y meandros mediáticos que la disimulen. Por ejemplo, en el Reino Unido, ha estallado finalmente una crisis de confianza al gobierno proisraelí y un porcentaje abrumador de la población reprueba a Israel.[4]

Solo que si quienes entienden esta situación inaceptable, insoportable no toman, no tomamos, más ”cartas en este asunto”, Palestina puede ser totalmente vaciada y los palestinos destruidos, como ha pasado en muchas otras instancias, con muchos otros pueblos: la resistencia vital es enorme, pero no es ni infinita ni eterna.

Hasta ahora, los hutíes, el gobierno sudafricano, Aaron Bushnell, y algunos pocos políticos y periodistas han procurado, cada uno a su modo, frenar, condenar, limitar el inaceptable comportamiento israelí.

Pero parece que falta mucho para que comunidades humanas anuncien, con la entereza y la indignación necesarias, que no aceptamos el comportamiento de Israel. Un estado mediáticamente protegido, jurídicamente ausente, militarmente consentido, políticamente impune.□

[1]   No sabemos si los grupos de resistencia palestina eran conscientes de lo que estaban desencadenando, ni si los mismos israelíes, al menos aquellos democráticos, lo imaginaban.

[2]   M. Figueras. “Todos los fuegos el fuego”, 3 mar 2024.

[3]   La vetusta Autoridad Palestina consideraba innecesaria las elecciones porque su representatividad estaba asegurada por el apoyo del Estado de Israel a sus cargos de intendentes y auxiliares municipales (de la administración israelí). .

[4]   Ironías de la vida. Por cuanto el R.U. ha sido protagónico para instaurar ‘la trinchera de Occidente contra la barbarie asiática’ con  la Declaración Balfour (1917), legitimando la implantación sionista.

Publicado en Centro / periferia, Destrozando el sentido común, Medios de incomunicación de masas, Palestinos / israelíes, Para salir del repollo

¿Se está dando vuelta la tortilla?

Publicada el 19/02/2024 por luissabini

LO QUE PASA EN GAZA

por Luis E. Sabini Fernández

Todo parece concatenarse como en una auténtica tragedia griega de modo tal que nada ni nadie decide por sí y ante sí sus próximos pasos y a la vez, quedan marcadas las responsabilidades, los prejuicios, los intereses, de cada “actor”.

Pero lo que tenemos por delante no es griego sino hebreo. El acto político de enterrar vivos a decenas, centenares, tal vez miles de palestinos explica los violentos actos desencadenados por milicianos palestinos el 7 de octubre de 2023. Porque la historia no comenzó en la madrugada de ese día.

El 7 de octubre fue el detonante. Un operativo de resistencia armada pero de amplio espectro. Que proviene de más de un siglo de resistencia a la penetración sionista. Pero que, además, tiene un antecedente directo. Un operativo de resistencia no armada, palestino de 2018 –Marchas por el Retorno−, reclamando angustiosamente tierra, que tuvo un desenlace desolador. Entonces, inicialmente ni siquiera con piedras, manifestaciones palestinas absolutamente pacíficas fueron  “contestadas” de una manera tan cruel y sanguinaria por Israel que las manifestaciones palestinas acabaron con cientos de muertos, burlona, absolutamente matados, por francotiradores israelíes cómodamente ubicados en taludes a la vera de los caminos de las manifestantes.

Cuando los mandos securitarios israelíes percibieron que el blanco de los ijares humanos generaba “excesivos” muertos, desangrados (porque la asistencia no llegaba a tiempo o porque tales disparos eran efectivamente mortales, cambiaron el blanco; de las entrepiernas a los tobillos. Israel podía así generar entre los despojados palestinos una buena “producción” de lisiados de por vida. Igual que con su “competencia” futbolística, dedicada a quebrar con balazos las piernas de futbolistas palestinos, arruinando las actuaciones del combinado de fútbol palestino en las eliminatorias asiáticas.[1]

Tal es el estilo del Estado de Israel para lidiar con lo palestino; inconmensurable desprecio y un cierto regodeo ante el malvivir, mal morir, palestino; en Israel se opta por matar a niños palestinos hasta por la espalda, con total amparo legal, por ejemplo.[2]

El 7 de octubre la resistencia armada palestina hizo algo distinto: copó los cuartelillos o establecimientos policiaco-militares de la Franja de Gaza (FdG), y a la vez, “cosechó” rehenes, o intentó hacerlo, para posterior intercambio por prisioneros políticos (o sociales) palestinos, muchos detenidos por años sin ni siquiera abrirles causas, archivados vivos en depósitos.

No hay antecedentes de tantos policías o soldados israelíes[3] matados en enfrentamientos anteriores al de la madrugada del 7 de octubre de 2023: se estima en centenares.

La reacción tiene algo de furia bíblica, al estilo de los relatos del Pentateuco sobre como un dios a veces innombrable (a veces Yahvé) hace matar a determinada gente, sus hombres, mujeres, niños, sus animales de crianza, desmantelándolo “todo”: DEUTERONOMIO, “Capítulo 2. Versículo 9. Y Yahvé me dijo […] 25. Hoy comenzaré a poner tu miedo y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama y temblarán y angustiarse han delante de ti. 26. Y envié mensajeros desde el desierto de Cademoth a Sehon, rey de Hesbón, con palabras de paz diciendo: ‘Pasaré por tu tierra por el camino […] 30. Mas Sehon rey de Hesbón no quiso que pasáramos por el territorio suyo, porque Yahvé había endurecido y obstinado su corazón para entregarlo en la mano, como hoy.  31. Y díjome Yahvé: He aquí yo he comenzado a dar delante de ti a Sehon y su tierra, comienza a tomar posesión, para que heredes su tierra. 32. Y saliónos Sehon al encuentro, él y todo su pueblo para pelear en Jaas. 33. Mas Yahvé nuestro dios lo entregó delante de nosotros y herimos a él y a sus hijos y a todo su pueblo. 34. Y tomamos entonces todas sus ciudades y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres, niños, no dejamos ninguno. CAPÍTULO 3. […] subimos camino de Basán y saliónos al encuentro el rey de Basán, para pelear […] 2. Y díjome Yahvé: No tengas temor de él, porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo y su tierra: y harás con él como hiciste con Sehon, rey amorrheo  […] 4. Y tomamos entonces todas las ciudades […] 5. Todas éstas eran ciudades fortificadas con alto muro, con puertas y barras; sin otras muy muchas ciudades sin muro. 6. Y destruímoslas […] destruyendo  en toda ciudad hombres, mujeres y niños. CAPÍTULO 6. 10. Y será cuando Yahvé tu dios te hubiese introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob, que te daría; en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste. . 11. Y casas llenas de todo  bien que tú no henchiste, y cisternas cavadas que tú no cavaste; viñas y olivares que tú no plantaste […] CAPÍTULO 7. […1] Cuando Yahvé tu dios te hubiere introducido en la tierra  en la cual tú has de entrar para poseerla, y hubiere echado de delante de ti muchas gentes, al hetheo, al gergeseo, al amhorreo […] siete naciones mayores y más fuertes que tú. 2. Y Yahvé, tu dios, las hubiese entregado delante de ti y las hirieres, del todo las destruirás […] no te emparentarás con ellos, no darás tu hija a su hijo, ni tomarás mujer a su hija para tu hijo.[…] 5. […] Así habéis de hacer  con ellos: sus altares destruirás, y quebraréis sus estatuas […] 6. Porque tú eres pueblo santo a Yahvé tu dios; Yahvé te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra.[…] 21. No desmayes delante de ellos que Yahvé tu dios está en  medio de ti. Dios es grande y terrible. 22. Y Yahvé tu dios echará a estas gentes delante de ti poco a poco […] 23. Y él las quebrantará con grande destrozo hasta que sean destruidos.” [4]

Disculpe el lector la larga (y tediosa) cita, pero es bueno tener en cuenta que estos textos pertenecen a los más leídos por gente letrada e ilustre, pero sobre todo por mentes captadas.[5]

Y que Beniamin Netanyahu invoca con penosa asiduidad pasajes como éstos para reforzar su exterminador comportamiento.

 

Vayamos entonces al cuadro general de situación. Porque indudablemente la acción guerrillera palestina y la reacción militar israelí han ensanchado penosamente el cuadro, dando lugar a alianzas y refuerzos.

Primero y principal: la casi total paralización del concierto institucional internacional ante la reacción israelí, exterminadora, frente al operativo de Hamás. Lo excepcional ha sido, por ejemplo, que una etnia del mundo árabe, en Yemen, enfrentada con el gobierno yemenita y también con el saudí  −el estado árabe sunita mayor de la península arábiga−, desde hace por lo menos diez años y sufriendo con ello una represión feroz, haya sido el primer “actor” político mundial que haya explicitado su apoyo políticomilitar a los palestinos gazatíes que están viviendo bajo la condena de muerte étnica de los israelíes. Los hutíes han tomado las armas para amparar, de alguna manera, a los aplastados palestinos, bombardeando los suministros que tantos estados cómplices ceden a Israel, por temor tal vez a ser calificados de antisemitas.

Hasta ahora −ya está corriendo el quinto mes− desde el sangriento golpe de mano de Hamás y la furibunda reacción israelí con sus matanzas masivas, el único apoyo políticomilitar expreso ha sido ése. Ha habido otro, de Sudáfrica, denunciando a Israel por genocidio ante la Corte Penal Internacional y ante la ONU. Cuando se iniciaron represalias israelíes, desde ese 7 de octubre, matando masivamente civiles, Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Israel,[6]  y poco después hizo lo mismo Honduras, Sudáfrica, Chad y Belice. También ha sobrevenido la actitud de “en guardia” del Hezbollá libanés, amén de muchísimas manifestaciones solidarias con Palestina y los palestinos, incluidas las de miles de judíos antisionistas o antiisraelíes, en muy diversos países; fundamentalmente (y sin agotar la lista) en EE.UU., el Reino Unido (los principales sostenes de Israel), España, Yemen, Jordania, Líbano, Turquía, Kuwait, Bahréin, Siria, Irán, Malasia, Australia, Chile, Colombia, Argelia, Egipto, Marruecos, Nigeria, Senegal, Túnez, Pakistán, Yemen. Afganistán, Bangladesh, Qatar, Corea del Sur, India, Irak, Indonesia, Japón, México, Bélgica, Grecia, Portugal, Finlandia, Irlanda. Islandia, por ejemplo, mostró su rechazó negándose a actuar junto a artistas israelíes. Y el grupo BRICS ha retirado a su embajador de Israel. Hasta en Israel ha ganado la calle el repudio a la acción gubernamental, a tal punto que un Tribunal Superior israelí dictaminó “el derecho a la crítica” pero restringido a no más de 700 disconformes (sic).

En Ucrania, en cambio, hubo manifestaciones a favor de Israel.

Y en  Brasil, Canadá, Argentina, Uruguay, Noruega, Inglaterra, Francia, EE.UU., Nueva Zelandia, Rumania, han sobrevenido manifestaciones a favor de los palestinos y también a favor de Israel y los israelíes.

En Uruguay, la protesta contra el genocidio israelí ha tenido lugar en la capital, Montevideo y  en otros puntos del país. Los actos de apoyo a Israel, sacudido por el ataque sorpresa, acompañando sus matanzas de respuesta, también fueron llevados a cabo en la capital, con la presencia de la vicepresidenta del país y al menos en un punto fuera de Montevideo; en Maldonado. Promovido por una peculiar red político-económico-social denominada CIPEMU.[7]

Pero salvo en Uruguay, Argentina y tal vez en algún otro país, aquellos que han tenido manifestaciones de uno y otro lado ante lo acontecido el 7 de octubre, han contado con una inmensa mayoría repudiando el comportamiento israelí y muy menguadas defendiéndolo.

Terminando con la recorrida, brindada por Wikipedia, en Letonia se ha impedido todo apoyo a lo palestino.

 

Lo provisorio y tentativo de los datos que repasamos, alcanza para captar la brutal resonancia que el primer genocidio de la historia humana ejercido en tiempo presente, a la vista y paciencia de todos nos deja (por más  subterfugios que se aleguen, como bebitos israelíes decapitados u horneados de los que no se han encontrado pruebas).

No tenemos más remedio que inteligir que lo que está aconteciendo en la FdG y en Palestina en general es una atroz novedad, un monstruoso strip-tease en nuestra hipermodernidad tardía.

¿Porqué hiper y por qué tardía? Por lo que los griegos, hace dos mil  o tres mil años, ya habían captado: el significado de lo hybris: algo que excede toda medida.

Junto con esta pavorosa falta de sentido que va constituyéndose en nuestro presente, a partir del 7 de octubre tenemos, como su sombra, este presente en que nos situamos o estamos situados bajo un caudal de noticias falsas, ahistóricas. Como que un conflicto entre Israel y Hamás se inició el 7 de octubre. Ignorando o negándole al 7 de octubre su  carácter histórico;  como si hubiera  brotado desde la nada (o más bien, de la violencia palestina).

La “producción” de mentiras y calumnias revela: a) la frágil relación entre la verdad y la información;  b) el carácter a menudo proyectivo de muchas  argamasas informacionales (por ejemplo, el asesinato de niños); c) el volumen extraordinariamente enorme de tales operaciones.

Mitchell Plitnick nos de una clave lógica y psicológica: “Netanyahu jamás pensó en llevar a cabo una respuesta proporcional y ni siquiera absolutamente desproporcionada, como han sido los ataques de Israel sobre Gaza en el pasado. Esta operación siempre tuvo otra significación: adueñarse del territorio causando todo el daño y muerte posible. Para ese fin, se planteó el objetivo de erradicar a Hamás, algo que quien conozca apenas la cuestión sabe que es inalcanzable. Porque hasta para Israel explicitar que ‘Proyectamos hacer un genocidio’ resulta un poco fuerte. Y disfrazar ese objetivo con Hamás como blanco es  menos chocante.” [8]

De todos modos, la disponibilidad cada vez mayor de instrumentos comunicacionales, conspira contra los silencios cómplices, aunque nos complique el cuadro el aluvión de las fake news.  Nos da la impresión que los manejos mediáticos son algo a combatir porque no están derrotados de antemano, pero que el peso de lo real; por ejemplo, la muerte de miles de seres humanos por la sola razón del exterminio, repugna a muchísimos seres humanos.

 

El 7 de octubre descolocó a los mandos israelíes que poco a poco se habían ido acostrumbrando a una superioridad militar y securitaria aplastante. Todo lleva a pensar que les pasó como a la liebre en la fábula de su carrera con la tortuga. A partir de la superioridad militar y securitaria de que gozó desde décadas  (aunque ya se pueda empezar a hablar de siglos), el revolcón del 7 de octubre “volvió locos” prácticamente a todos los israelíes, los retrotrajo a la tan invocada calidad de víctima durante tanto tiempo esgrimida (con apoyo en episodios históricos donde judíos no sionistas fueron victimados).

Ese traspié psíquico tal vez explique la reacción bestial, la matanza indiscriminada de población civil palestina. Como para mantener los viejos guarismos de un judío muerto por cada cien palestinos matados. Como si esa relación militar supremacista pudiera satisfacerlos.

Pero más allá de semejante aritmética, perversa, la cuestión es el asesinato en masa de humanos, derecho viejo. Y con niños incluidos.

Si lo que acabamos de reseñar es atroz, ¿qué papel le damos a la contumacia, orgullosa, que muestra Israel, gobierno y población (con excepciones, afortunadamente) defendiendo como valioso matar palestinos a mansalva? Si la ONU fuera una organización interestatal, realmente, tendría que haber expulsado de sí semejante comportamiento y, consiguientemente al responsable. Pero esa posibilidad ni siquiera asoma en el imaginario “internacional”.

 

La incursión y el  copamiento del 7 de octubre al cuartel regional israelí en FdG, y la operación de toma de rehenes en terrenos israelíes aledaños, ha desnudado aun más la faz genocida que la metódica implantación del Estado de Israel en Palestina encarnaba, y que a la vez se escamoteaba con “conversaciones”, treguas, acuerdos, convenios… o amagos de, en tanto la implacable política genocida seguía adelante.

El 7 de octubre acentuó el strip-tease de muerte. El copamiento típicamente guerrillero del 7 de octubre, tuvo un potencial desmistificadcor formidable. Porque la naturaleza del supremacismo sionista es tal que, con o sin ayuda, siempre va a terminar haciendo lo que, por ejemplo, ahora Israel está haciendo. Como lo hicieron con la Operación Plomo Fundido, matando a miles de hombres, mujeres, niños. Como lo hicieron los mistarviim con su guerrilla invertida (donde poderosos asesinan a débiles). Como lo hicieron cuando les tomaron prisionero a un soldado israelí, Gilad Shalit, y “el ejército más moral del mundo” asesinó entre 100 y 200 palestinos con el pretexto de ubicar al “prisionero”.□

[1]  Vale la pena recordar que en Asia, donde al menos geográficamente se ubica Israel, su participación, por ejemplo en las justas deportivas internacionales, ha sido resistida por estados asiáticos, no sólo árabes.  Por su parte, Israel quería evitar a toda costa enfrentar futbolísticamente a Palestina en campeonatos mundiales. Y gracias a su proverbial influencia suprageográfica y extraorganizativa, logró ser incorporado al “jardín” europeo.

[2]  Véase Leandro Albani, 6 julio 2019: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=258021&titular=el-ej%E9r-cito-israel%ED-tiene-v%EDa-libre-para-asesinar-a-ni%F1as-y-ni%F1os-palestinos-por-la-

[3]   Dada la muy peculiar estructura de Israel como etnoestado, en claro contraste con la teoría generalizada de los estados modernos que proclaman una ciudadanía independiente de lo racial (aunque en los hechos, hay muchos más etnoestados de los declarados), la “pureza del estado” se preserva mediante un cuerpo securitario con funciones policiales y militares simultáneas; es decir, a hacer cumplir y a eliminar lo que no “cumple”. El Estado de Israel tiene aparte funciones policiales “tradicionales” para tratar con “delitos” de judíos.

[4]   La Santa Biblia [sic], Miami, Florida, EE.UU.

[5]   El origen de “mentecato” proviene de esta expresión; mente captada, mente capta.

[6]   https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Israel-Gaza_(2023-presente).

[7]   “Comité Israelí Punta del Este, Maldonado, Uruguay”. Creada por un multimillonario hombre de negocios, Rolando Rozenblum, que escapó de una cárcel  brasileña donde purgaba condena por un robo al fisco brasileño avaluado en 80 millones de dólares (su fuga, junto con la de su padre, ahora muerto, data de 2007). De inmediato hizo su refugio en Punta del Este, con explícito apoyo político local. El balneario de mayor lujo en el país, que funciona como islote de  protección impositiva para multimillonarios uruguayos, primermundianos y, sobre todo, argentinos.

[8]   https://mondoweiss.net/2024/02/dehumanization-and-misinformation-in-service-of-genocide/.

Publicado en General

Los límites del macaneo

Publicada el 06/02/2024 por luissabini

Glosando decires del absolutismo mental: “Por siempre Israel”, de Ruben H. Díaz

por Luis E. Sabini Fernández

Lo que sorprende de la profesión de fe del conocido activista político colorado es su escuálida contextura racional, lógica, conceptual. Pensemos que estamos leyendo o tomando contacto con el discurso de un referente político nacional.

Como recordaba mi inolvidable docente Mario Sambarino, catedrático de Filosofía de la práctica (ética, política), hay límites para el macaneo.

En su primer párrafo habla de judíos, aunque en rigor se refiere a sionistas: “defendiéndose con serenidad, grandeza”.

¿Fue sereno el operativo en el recinto de la fiesta rave y en su playa de estacionamiento en la cual los helicópteros israelíes barrieron con artillería pesada todo el suelo matando a judíos, palestinos, guerrilleros, rehenes, todo mezclado?

Y siguiendo, ¿cuál es la grandeza en el derribar edificios de vivienda desmoronándolos hasta el suelo, enterrando vivos a muchos de sus moradores (tanto porque dieran pocos minutos para la evacuación como porque no dieran tiempo a la evacuación, generalmente muy dificultosa para enfermos y ancianos; lo prueba la cantidad de cadáveres rescatados de los escombros… y la cantidad que nadie sabe que permanecen allí, debajo de los escombros porque no hay maquinaria de despeje que exige alto consumo energético y a los palestinos se los ha reintroducido, deliberadamente –como con orgullo ha proclamado algún dirigente israelí− en la “prehistoria”. Y la carne putrefacta podrá ser junto con otros desperdicios buen motivo para focos patógenos en esas ciudades destrozadas.

Si en el pasaje que comentamos luce cierta insuficiencia intelectual o ética, en el que ahora transcribimos: “Moisés invocó a dios […] al hacerlo fundó a la civilización occidental y cristiana […] no fue la única civilización que construyó monumentos ni puentes  de la vida real y del pensamiento humano. Es cierto, pero es la nuestra. Así se forjó lo que somos.”¿Qué falta, a ver alumno de tercer año…? ¿Y la griega, la grecorromana, la grecorromanavikinga (suma y sigue)? ¿Quién le contó a Díaz que “la nuestra” es la cultura judía? Cero en historia. Medio cero, que es lo peor.

“Los ataques fueron los peores, los más arteros, los que nunca se detuvieron ante nada.” ¿Conoce Ruben H. Díaz la labor de los mistarviim durante “la guerra de la independencia” de 1947, 1948 o incluso antes, durante la huelga general palestina de 1936 a 1939? ¡Hay que cachar lo’ libro’ que no muerden! Lea, por favor, un historiador, judío, Ilan Pappé La limpieza étnica de Palestina, Editorial Crítica, Barcelona, 2011. O a Chomsky, Noam, también judío, por favor! O a Sand, Morris, Shlaim o Simha Flapan.

En el pasaje que voy a transcribir, la cuestión se espesa, porque no sabemos si el origen de la mala fe, la falsedad mecánica,  es solo producto de insuficiencia mental o de una mendacidad que no merece respuesta honorable: define el asalto del 7 de octubre como “Un nuevo intento para terminar con Israel. Por una gente que recibía agua y alimento de quien tanto odian.”

Cero en historia, otra vez dicente de lengua suelta: la Franja de Gaza era un pequeño territorio milenariamente autosuficiente, con dátiles, aceitunas, naranjas, pesca, que se conoce como uno de los primeros lugares agrícolas de la humanidad. Sobrepoblado con la Nakba de 1948. Pero esa inmigración repentina no fue nada al lado de la política del Estado de Israel para adueñarse del territorio.[1] Una política cerebralmente construida: malograr cultivos mediante contaminantes, dirigiendo los efluentes israelíes situados detrás de la franja, hacia Gaza para que deriven al mar, malogrando campos a su paso; inutilizar mediante  bombardeos las plantas potabilizadoras de agua en la Franja (y que Mekorot les  venda el agua mucho más cara que a los enriquecidos israelìes), arruinar también sus centrales de producción eléctrica mediante bombardeos; arruinar todos los vínculos con el mundo “exterior” inutilizando el puerto, impidiendo la llegada de barcos, bombardeando el aeropuerto (construido mediante asistencia española), impedir el paso de alimentos que sobrepasen límites de calorías por habitante establecidos por Israel, con lo cual Israel fue  desmejorando progresivamente la calidad alimentaria de sus habitantes. Debilitándolos, enfermándolos.

También encerrados sanitariamente: para franquear una de sus fronteras, palestinos con enfermedades que no podían ser tratadas o enfrentadas dentro de la franja, eran sometidos al chantaje de ceder información, hacerse “buchones” para obtener el remedio o la cura. Lo cual, una vez más, califica moralmente, a Israel.

RHD insiste: “Era de Israel de donde llegaba agua y alimentos para la gente que vive en Gaza. No iba de Egipto ni de ningún otro lado.”

Precisamente: llegaba exclusivamente de Israel para poder controlar el hambre y la desnutrición programada, estimado. La hostilidad con que han tratado desde el 7 de octubre al personal contratado por ONU para proveer de alimentos o medicamentos a los gazatíes (llevan asesinados más de un centenar de ese personal; un fenómeno sin precedentes en ningún otro operativo del PMA, Programa Mundial de Alimentos, que en las últimas décadas han llevado a cabo decenas, en el Cuerno de África, en el Sahel, etcétera), revela el interés de Israel en conservar el monopolio alimentario (es decir, el torniquete genocida mediante alimentos).

RHD no debería ser tan, tan ingenuo.

“Los obligaron a luchar de vuelta.”, sigue nuestro multicitado. Que nos diga cuando el gobierno sionista ha dejado, no ya de “luchar” que es una concesión deportiva que no se compadece con la realidad, sino de abusar, atropellar, asesinar a población palestina.

El desprecio que deja traslucir hacia los palestinos con su suposición “porque sus propios hermanos no quieren saber nada con ellos” ignora supinamente la historia tal cual es y revela una visión de la colonización al estilo de cowboys e indios con una carga de                   desprecio al débil que solo refleja la estulticia del autor. En los primeros años, los sionistas reservaron su violencia para acallar voces judías discrepantes; a los campesinos palestinos despojados se los trató indirectamente, mediante la policía turca, luego la inglesa. Los sionistas esquivaban la carga represiva. El sionismo reveló sus simpatías fascistas en los ’20, los ’30 (y las demócratas, desde 1945).

“En un mundo que vivió un largo proceso de paz, de desarrollo, de crecimiento”. Aquí entramos a la página de humor de nuestro mal aventurado RHD.  ¿Cuál es ese largo proceso de paz, desarrollo y crecimiento” que nuestro redivivo Pangloss ha descubierto? Sería bueno que nos diera siquiera algún ejemplo. ¿Estará deslumbrado por los rendimientos monetarios de las grandes corporaciones? ¿Por la cantidad de autos por habitante?, ¿por el valor del dólar?, ¿por el porcentaje de vacunados contra pandemia covid?, ¿por la expansión galopante de los cánceres? Que nos dé alguna pista, please (se lo rogamos en inglés para que nos entienda).

Tras esa visión idílica, nuestro autor prosigue un poco indescifrablemente: “se ven cada vez más tendencias y organizaciones que ante nada se detienen. No solo quieren destruir a Israel. Otros quieren encender los bosques en distintos sitios del planeta para demostrar que lo bueno es malo.” ¿Entiende el lector? Explíquemelo.

El final de su alegato no merece comentarios. Porque no sigue desbarrando como en los pasajes que examinamos. Nos alegramos por él.□

 

[1]  No a la vieja usanza, ya odiosa, del colonialismo de arruinar a la población local para sustraer de allí los materiales que la metrópolis quiere para sí, sino en una modalidad mucho peor, de vaciamiento territorial para “cosechar” la tierra como fruto maduro, para luego “redimirla”. Es decir, legitimar el golpe de mano con coartada religiosa y bíblica.

Publicado en Destrozando el sentido común, Palestinos / israelíes, Política, Uruguay

“A 100 días del 7 de octubre de 2023…”

Publicada el 06/02/2024 por luissabini

por Luis E. Sabini Fernández –

Con los acontecimientos desencadenados a partir del 7 de octubre de 2023, la mayor parte de demócratas, occidentalistas, defensores de “los valores universales”, cultores del progreso, los medios de incomunicación de masas, prensa, radio, tevé, han optado casi unánimemente por el silencio, la ignorancia, esquivar el  bulto a tamaño asunto; “un genocidio en directo”, como dice José Francisco Fernández Bullón, algo sin precedentes.

Pero, inevitablemente se lo menciona. Con las cargas ideológicas, terminológicas adecuadas para neutralizar lo acontecido e, incluso, “dar vuelta” la terca realidad y, como consumados aikidokas, aprovechar los hechos en su favor.

En la  última edición del semanario Búsqueda, 18 ene 2024, una redacción anónima atiende el tema en una de sus derivaciones: “A 100 días del atentado contra Israel, el senador Gandini exige que Uruguay liste a Hamás como grupo terrorista”.

El mencionado es miembro conspicuo de la dirección política de este país, por lo cual su propuesta o “exigencia” se la puede considerar altamente representativa de corrientes significativas de opinión y/o convicción.

Examinemos el contenido de la nota, que reiteramos es anónima lo  cual seguramente permite “soltar la lengua” (o la pluma), que facilita sacar a luz opiniones, pero a la vez facilita enjuiciamientos que los firmantes hacemos únicamente bajo nuestra propia responsabilidad.

Dice la nota, en su primer párrafo, que “Hamás irrumpió en Israel y lideró una acción terrorista contra distintos objetivos en su gran mayoría civiles”. Falso. El copamiento de Hamas sobre territorios israelíes adyacentes a la Franja de Gaza (FdG), llevado a cabo con parapentes, motocicletas y una excavadora, logró alcanzar –¡oh maravillas de Allah!− algún kibutz, una fiesta rave casualmente mudada días antes a un espacio muy cercano (3 km) a la FdG. y, fundamentalmente −mediante un hábil golpe de mano estilo guerrillero− al cuartel de Israel para la FdG, con centenares de soldados o policías[1] atendiendo toda la estructura administrativa y organizativa para la región. En ese copamiento los asaltantes parecen haber tomado a buena parte del personal por sorpresa, matando a quienes apenas estaban buscando sus ropas, sus armas… Se trataba de un día feriado religioso. Los muertos estimados en el copamiento se estima en centenares (¿200, 300?). En los otros operativos llevados a cabo esa madrugada, el objetivo principal no fue matar sino “cosechar” rehenes (para poder intercambiarlos por los miles de palestinos presos, con causa judicial o sin ella).[2]

Algunos analistas (Chris Hedges, Seymour Hersh, Michel Chossudovski, Philip Giraldi y tantos otros) ponen en duda la espontaneidad del copamiento y tienden a interpretarlo como un gambito israelí, “dejándolos entrar” para poder reaccionar con empuje arrollador. Estos analistas saben de qué hablan, lo hacen desde las sociedades en que se decide; el centro planetario, y manejan fuentes que a nosotros en la periferia nos cuesta más acceder.

Volvamos al texto anónimo de Búsqueda. “Fue una masacre. Asesinaron a unas 1400 personas y otras 200 fueron secuestradas.” La primera cláusula es correcta; la segunda es falsa. Ya vimos la cruenta incursión en el cuartel. En la toma de rehenes hubo también muertos, pero aislados, por la lógica resistencia de quienes no aceptaban ser convertidos en rehenes.  Se trató de episodios particulares; algunos secuestros fueron llevados a cabo incruentamente. La tercera mortandad, otra vez masiva, se produjo con la llegada de tropas motorizadas israelíes a, por ejemplo, el escenario de la fiesta rave y en su playa de estacionamiento hacia donde se habían dirigido secuestradores con sus rehenes  y muchos participantes de la fiesta procurando escabullirse. Las huellas de la actuación de la seguridad israelí revela que con helicópteros artillados, se “peinó” el suelo, la playa de estacionamiento, los alrededores, arrasando la vida de todos los presentes, palestinos o israelíes. El estado en que quedaron muchos vehículos mostró la huella de los pesados helicópteros artillados israelíes. Los palestinos no tenían armas para provocar semejantes destrozos. Esa mortandad masiva también se estima en centenares, palestinos e israelíes casi indistintamente (hubo algún episodio en que israelíes lograron ser identificados como tales antes de ser barridos con munición pesada).

La conclusión preliminar: aunque no se pudo precisar los números al detalle, los tan reiterados ‘1400 asesinados por el Hamás’ no son tales. Ni son 1400 ni todos judíos. Israel no ha permitido ninguna investigación mínimamente independiente.

 

Pero el aspecto principal de este planteo y su gran mentira es  que la incursión de Hamás sobrevino en cielo sereno. Como una declaración de guerra artera y sorpresiva. Israel ha estado castigando de manera cruel y fríamente asesina a los habitantes de la FdG, en rigor desde 2006 (y a todos los palestinos en general). En un in crescendo atroz, cercenando las posibilidades vitales de esa pequeña región, paso a paso, cerebral, implacablemente, se neutralizó el puerto, se bombardeó el aeropuerto, se inutilizó la usina potabilizadora, se sabotearon las instalaciones de depuración de agua, se castiga todo acopio de agua,  se cuotifica la asistencia médica cuando no se puede atender en hospitales locales (se negocia cada salida sanitaria con una contraprestación de espionaje), se limita el ingreso de alimentos, de materiales de construcción, de todo lo necesario para la vida cotidiana. Para hacerlo todo más invivible.¡Desde hace 18 años!

Tenemos a la Roma del siglo xxi sitiando a la Numancia palestina. Porque, como en el caso romano, quienes se sentían dueños debieron soportar derrotas ante los porfiados gazatíes. Como en el caso del soldado finalmente liberado Shalit o cuando optan por evacuar sus colonias asentadas en Gaza tras la ocupación de tierras de 1967 (con su guerra sorpresa “de los seis días”), tras 38 años de ocupación con una veintena de colonias y unos 8000 intrusos. Que vivieron su rumbosa vida en medio del empobrecimiento generalizado de los natives.  Gastando en lavado de autos el agua que los niños palestinos no tenían para beber (un cronista italiano, Genaro Carotenuto, registró asombrado y asqueado esos contrastes).

Ya entonces decidieron los israelíes cómo iban a tratar el territorio y su gente, que les era tan hostil. Desarmaron todas sus instalaciones y abandonaron sobre el terreno todo lo que desecharon. Rompieron todo lo que no se llevaron, como las instalaciones de cultivos por goteo, eléctricas, etcétera, que los gazatíes iban a seguir privados de tener. Y esa misma noche, vuelos rasantes supersónicos, con sus estruendos ensordecedores lograron generar varios casos de enuresis en la población infantil, y

terrores nocturnos. “El carnicero” Ariel Sharon había prometido hacerles la vida imposible. Sus técnicas dejarían el proyecto Eshkol, artero pero indirecto, a la altura de un felpudo.[3]

Sigamos con la nota de Búsqueda: “Cancillería […] condena a ‘las acciones terroristas en curso contra la población israelí y [reafirma] su rechazo absoluto al terrorismo”. ¿A qué terrorismo? Porque el estado israelí ejerce terrorismo contra la población de Gaza (y palestina en general) desde hace décadas. ¿Qué es apostar francotiradores ante manifestaciones pacíficas, sin armas ni piedras, y balear en las ingles a manifestantes? Y cuándo las muertes por desangrado alcanzaron un número “inapropiado”, mantener “el trabajo” de los francotiradores cómodamente acostados en pequeñas cimas y cambiar el blanco a tobillos (generando así lisiados de por vida). ¿No es también terrorismo? ¿Y fusilar en el acto a una adolescente desesperada corriendo por la calle blandiendo una tijera común y corriente, en lugar de neutralizarla, qué es?

¿Y dejar morir a enfermos en puestos de control (los ckeckpoints que ha sembrado Israel en las calles donde transitan palestinos)? ¿Y matar a un pescador porque, tal vez siguiendo un cardumen se pasó de los 3 km de distancia de la costa a que los israelíes tienen prohibido sobrepasar? ¿Eso no es terrorismo? ¿Y matar a toda la familia porque uno de sus miembros ha ejercido un acto violento (que puede ser, según las circunstancias, un acto terrorista o un acto violento de venganza o incluso un acto justiciero)?

Si so pretexto de “perseguir para matar a un terrorista” el EdI derriba con artillería un edificio donde se lo supone alojado, y con el derribo las fuerzas de seguridad israelíes terminan matando cuatro vecinos, uno de ellos anciano y postrado, la cónyuge del buscado y sus cinco hijos, dos primos viviendo tras pared contigua (porque la población palestina jamás recibe autorización para edificar y si una familia crece debe acomodarse en la misma superficie), ¿esos seres humanos “conexos” con el presunto criminal (sobre el que pesa persecución policial sin juez independiente mediante) no sufren terrorismo?

En resumen: para apropiarse de tierras que no les pertenecían en el reino de este mundo (lo bíblico está más allá de los derechos civiles consagrados en nuestro tiempo presente; nadie pretende tierras cedidas por Visnú, Viracocha o Júpiter), los sionistas ejercen  terror. Un terror medido, con población palestina quieta; un terror sanguinario, cruel, asfixiante, con población palestina retobada.[4]

¿De qué terrorismo no quiere hablar el anónimo de Búsqueda? Hay que precisar palabras y conceptos. Y hacerse responsable por ellas.

“A más de tres meses de la invasión en territorio israelí, y en medio de una guerra declarada entre Israel y Hamás desde octubre que ha provocado  la muerte de miles de palestinos, el senador […]”.

El texto induce a pensar en una guerra, como las que hemos conocido tantas veces por los medios masivos de comunicación. Pero no hay tal. No existe una guerra entre palestinos e israelíes, ni siquiera entre Hamás e Israel.

Hay un estado que procura establecer su ley como única. Y una resistencia, de palestinos, que saben que les han arrebatado la tierra, la cultura, la vida y que se aferran con uñas y dientes a todo eso que fue SU vida, su tierra. Resisten como todos los pueblos despojados.[5]

Lo que hay entonces tras la alusión del autor anónimo a la guerra es una disposición genocida de Israel.

“Uruguay tiene que plantearse con firmeza la posibilidad de reconocer a Hamás como un grupo terrorista.” En este reclamo se ve claramente la voluntad de elegir al terrorismo que resulte criticable. Porque el terrorismo sionista, que ya fue espeluznante en la década del ’40, incluso antes, mediante acciones terroristas contra los propios judíos que no acataran los mandamientos sionistas, ese terrorismo no se tiene en cuenta. Pero sí otro terrorismo que es respuesta precisamente al sionista… Repito: se elige un terrorismo, se lo premia olvidando su carácter terrorista (que a mi modo de ver, dicho con la mayor serenidad, es mucho mayor y peor que el palestino).

“El senador recordó que en uno de sus puntos fundacionales se plantea el exterminio del pueblo judío.” Y cita, para abonar tal afirmación que el anónimo atribuye a Gandini [suponemos que correctamente] un pasaje de la Carta Fundacional de Hamás: “Israel existirá y continuará existiendo, hasta que el Islam lo destruya, de la misma manera que destruyó a otros en el pasado […].”

Pero, ¿dónde está lo del exterminio del pueblo judío? El anónimo redactor de la vergonzosa nota de Búsqueda iguala ‘el extermino del pueblo judío’ y ‘la destrucción de Israel’. Son dos afirmaciones totalmente distintas, como lo corrobora la existencia de muchísimos judíos antisionistas (como Norman Finkelstein, Ilan Pappé y tantos otros), de judíos ortodoxos antisionistas como Neturei Carta, e incluso de judíos que no aceptan semejante disyuntiva (como Gilad Atzmon, Israel Shamir) para no abundar en rabinos como el inolvidable Yeshayahu Leibovitz que definía a los sionistas liderados por Ehud Olmert o Menagem Begin como “nazisionistas”.

“Hamás invadió un país, cometió crímenes de guerra […]” Otra vez la descontextualización, la ignorancia deliberada de la historia, el aislamiento de hechos para mejor condenarlos. ¿Qué son los actos israelíes, florcillas del campo?

Como corresponde con la mejor liturgia democrática y occidental, la nota nos dice que Gandini quiere unir su moción con el homenaje  a las víctimas del holocausto judío durante la IIGM. Allí Gandini hará uso de la palabra. Y prevé atar los dos hechos. “Es inevitable el vínculo. El 7 de octubre fue el acto de exterminio contra el pueblo judío con más víctimas después del Holocausto”, señaló.

Por los datos recabados y aparecidos hasta el momento, el asesinato de “1400 civiles israelíes el 7 de octubre podría mutar en un copamiento tipo guerrillero que mató, sí, a centenares de militares o policías israelíes (y probablemente muchos combatientes palestinos también matados), y algunas decenas de civiles.

Pero más allá de las cifras (y su pretendida comparación con “los seis millones”) está la cuestión más grave, de los conceptos. Quién es el terrorista, como ya consignamos: la historia nos muestra algo muy distinto, por no decir opuesto, a la historia oficial. Como consigna Pascual Serrano: “los que luchan contra el terrorismo son los que asesinan a los trabajadores de la ONU, bombardean impunemente los edificios civiles y cortan los suministros de luz y agua a las ciudades [agrego que matan a periodistas que no estén a su servicio, quebrando el espinazo de todo periodismo]. En pocas palabras, en su ‘lucha contra el terrorismo’ Israel mata más niños palestinos que soldados mata el ‘terrorismo palestino’.” [6]

Lo que ha pasado es que el terrorismo fue arma decisiva del movimiento sionista para el establecimiento en Palestina. Y los palestinos terminaron contestando con violencia organizada y armada décadas más tarde.

Como no podía dejar de pasar, Jorge Gandini es citado al final centrándose en la figura del IHRA, una red forjada en Israel para impulsar la empatía con los judíos. La red cuenta con sus ramificaciones en 34 estados plenos y un puñado de estados observadores. “Gandini planteará que Uruguay pase de observador a miembro pleno. “Es el momento para hacerlo […].”

Si tanta fuera la sensibilidad ante el terrorismo como práctica política, no estaría de más reconocer que los primeros atentados con coches bomba en Palestina, fueron llevados a cabo por judíos, no por palestinos; y lo mismo pasa con los primeras cartas bombas, los primeros sabotajes a instalaciones industriales o de servicios públicos. También fueron los sionistas los primeros en atentar contra buses con pasajeros palestinos y en atacar a barcos.[7] Todas estas acciones fueron llevadas a cabo desde hace muchas décadas. Los palestinos encararon algunas acciones similares décadas después, cuando el agobio producido por el control sionista o israelí sobre la sociedad era ya aplastante.

Los palestinos fueron “pioneros” apenas en dos tipos de acción violenta: una suerte de hastío ante los arrebatos, expulsiones de la tierra, se convirtió en ocasiones en furia colectiva linchando a “los intrusos” [8] (1920, 1929), y las inmolaciones, con las cuales generalmente un palestino, con explosivos, procuraba acabar con la vida de judíos junto con su propia vida.

¡Hay que aprender a usar el concepto terrorismo!

 

Finalmente, apenas un apunte para romper la prédica tan occidentalista que reclama para sí la bondad, la pureza y coloca en Oriente la barbarie, la maldad y la violencia gratuita.

Nos informa Max Blummenthal, él también judío:

«Los familiares de los cautivos israelíes ya no tienen miedo de decirlo: su gobierno está matando a sus seres queridos con ataques aéreos, disparos y gases venenosos, todo para negar influencia política a Hamás: «Estamos matando a nuestro pueblo, protestan. La Directiva Aníbal está en vigor con efecto completo.» [9]

Dejamos al lector curioso que averigüe que es la Directiva Aníbal y, sobre todo, cómo y quién la aplica.

Agrego otro motivo: ¿no querrá Israel evitar un nuevo Gilad Shalit? □

[1]   Me resulta muy difícil discriminar en Israel personal (y funciones) militar y policial.

[2]   Indudablemente la causa de esta estrategia reside en la toma de un soldado israelí tomado prisionero durante la invasión a la FdG en 2005, en un cruento episodio con palestinos e israelíes muertos en el enfrentamiento. El prisionero, Gilad Shalit, permaneció como tal durante unos 4 o 5 años, y tras largas y penosas tratativas fue canjeado por 1027 palestinos, muchos retenidos sin causa ni condena, por “seguridad”. En su primera conferencia de prensa pública, sin llegar a defender a sus captores, reconoció sí, que no había sido torturado ni maltratado y que había comido normalmente durante todos esos años. Obviamente, fue su primera y última conferencia de prensa. Durante el primer o primeros dos años tras su captura, las fuerzas de seguridad israelíes hicieron incontables procedimientos, allanamientos, sin poder encontrar al prisionero. Significativamente, tales procedimientos arrojaron entre cien y doscientos palestinos matados, con lo cual quedó claro que la policía o el ejército israelí no sólo buscaba a Shalit sino especialmente buscaba castigar, y de un modo  absoluto y definitivo, −al estilo del dios de los judíos que  Netanyahu  tanto invoca− a lo palestino.

[3]  “El primer ministro israelí Levi Eshkol sugirió que los gazatíes se irían por sí mismos si Israel restringía radicalmente su acceso a los acuíferos, afirmando «Quizás, si no les damos suficiente agua no tendrán más opción, porque los huertos se marchitarán y morirán».” https://es.wikipedia.org/wiki/Franja_de_Gaza.  Los palestinos, entonces, no son  terroristas; son hombres de la tierra.

[4]   Frutilla del postre: la FdG no fue poblada en épocas bíblicas por judíos sino por filisteos.

[5]  Cuando el operativo de despojo es llevado adelante por una población diez o cien veces más numerosa que la local, y generalmente se lo hace con mejores medios de guerra, la resistencia es vencida; como pasó con la irrupción de españoles en el sur americano o de ingleses en el norte americano. Cuando la población invasora es aproximadamente igual a la desplazada, la resistencia aumenta, aunque la población invasora sea la que dispone de mejores medios militares. La derivación genocida así se agiganta.

[6]   “¿Quién decide quién es terrorista?”, https://www.lapluma.net/2023/10/31/58856/.

[7]  Véase el penoso recorrido que Mazin Qumsiyeh, cristiano, se atrevió a hacer: Compartir la tierra de Canaán, Pluto Press y Editorial Canaán, Buenos Aires, 2007.

[8]   Hay constancias de que tales “explosiones” de ira no eran del todo ciegas porque hubo casos de judíos no sionistas, asentados inmemorialmente en Palestina, que fueron protegidos por árabes palestinos de las razzias que procuraban matar a los “intrusos”.

[9]  Blummenthal es editor de The Gray Zone, https://www.google.com/search?client=firefox-b-e&q=max+blumenthal#ip=1.

 

 

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