Saltar al contenido

revista futuros

del planeta, la sociedad y cada uno…

  • Inicio
  • Revista Futuros
  • Otros escritos
  • Sobre el autor
  • Contacto

Autor: luissabini

Cómo ver el 7 octubre de 2023 en Gaza desde nuestra periferia

Publicada el 30/11/2023 por luissabini

por Luis E. Sabini Fernández –

 

Es dificilísimo darse cuenta  en qué sentido el genocidio que avanza con descaro en Palestina  −aunque hoy estemos en medio de una tregua de cuatro o cinco días− nos afecta. A todos los humanos. En primerísimo lugar a los que viven –asediados desde hace 17 años− en lo que se ha llamado “la cárcel a cielo abierto más grande del mundo” y que con vocabulario de mediados del siglo XX tendríamos que denominar “campo de concentración”, un arma que el racismo colonialista ha usado desde hace siglos (en castizo, para el robo de las tierras americanas se hacían “reducciones de indios”, con lo cual se apropiaban de tierras inmediatamente legalizadas, sacralizadas en su nueva propiedad, por clérigos y escribanos).

Aunque el genocidio en marcha es imposible de esconder en un mundo con tanta intercomunicaciòn o por lo menos con tanta comunicación, está claro y nítido que las atrocidades nos llegan desde los medios de incomunicación masivos y dominantes y allí en nuestras mentalmente colonizadas tierras, nos llega sobre todo la versión del genocida, que es precisamente la del poseedor de los más poderosos medios de incomunicación.[1]

Parece empero caduco el tiempo de la ignorancia y la inocencia consiguiente: la multiplicidad de las comunicaciones actuales, su velocidad de difusión conspira contra toda política de secreto, otrora no solo usuales sino las más empleadas.

Por ejemplo, Chris Hedges y Max Blummenthal hacen un escalofriante informe de lo acontecido el 7 de octubre en Franja de Gaza y territorio aledaño israelí, por una vez invadido por palestinos (en las últimas 7 u 8 décadas han sido siempre invasiones sionistas a territorio palestino, siempre violentas a veces con verdaderas carnicerías de palestinos).

Acerca de “cómo los militares israelíes desencadenaron una serie de ataques para matar a los palestinos armados junto con sus rehenes israelíes”, es uno de sus capítulos más llamativos y que no aparece a través de nuestros medios de incomuinicación masivos. Cánsese usted de transitar por radios, diarios y canales locales para verificarlo.

Hedges y Blummenthal son dos conocidos periodistas estadounidenses y al parecer han desplegado una formidable actividad esclarecedora en la tragedia palestino-israelí, que hay que realzar a la luz del origen presbiteriano de Hedges y judío de Blummenthal, dos colectividades fundamentales en el origen y fomento del genocidio palestino. Y ellos,  en cambio, se han especializado en ver cómo funciona la política genocida sionista sobre los palestinos.[2]

Se puede ver que constituyen una corriente cultural, psíquica, creciente de quienes empiezan a rechazar el colonialismo despiadado y alhajado con “perlas bíblicas” del Estado de Israel y sus padrinos incondicionales; el Reino Unido y EE.UU. Han examinado severamente los acontecimientos del 7 de octubre (The Chris Hedges Report y The Gray Zone, 17 nov. 2023).

Y entre sus principales conclusiones figura: “como los militares israelíes desencadenaron una serie de ataques el 7 de octubre diseñados para matar a los hombres armados de Hamas junto con sus rehenes israelíes”. Leyó bien.

En la desesperación por repeler un ataque tan generalizado como inesperado −para quienes fungían como locatarios− los mandos israelíes ordenaron bombardear las viviendas del kibutz Be’eri a las cuales habían ingresado milicianos palestinos para tomar rehenes. Ese bombardeo adquiere cierta similitud con los que “el ejército más moral del mundo” emplea para derribar toda la edificaciòn de la ciudad de Gaza, desde viviendas hasta escuelas, mezquitas, iglesias, locales industriales y comerciales, de servicios, espacios deportivos, bombardeos que se estima han dejando decenas ¿o miles de niños? enterrados vivos, con  otros humanos bajo los escombros.

Hedges no duda en calificar estos hechos como “solución final” de la cuestión palestina.

La peculiaridad de la coyuntura; el copamiento que desde la madrugada llevaron adelante milicianos de Hamas sobre territorios adyacentes a la Franja de Gaza, como el lugar de encuentro de una fiesta rave a 3 km de la frontera, creó una situación hasta ahora inédita en la peripecia palestina; por vez primera los atacantes  de un improbable ejército, más bien por el equipamiento, una guerrilla, ocupaban territorio israelí. Y los mandos militares apelaron a la “doctrina Aníbal” [3] según la cual tropas israelíes pueden llegar a morir, ser sacrificadas, si se hace necesario para neutralizar un ataque.

Los testimonios, muchos gráficos revelan, el papel decisivo de las armas israelíes: tripulando gigantescos helicópteros Apache, los militares israelíes descargaron repetidas veces  sus cargas explosivas sobre todo lo que se movía en el suelo a pocas decenas de metros de sus vuelos rasantes. Las fotos muestran, por ejemplo, todo el estacionamiento de la fiesta rave  con autos literamente destrozados, con o sin gente adentro, con un tipo de daño que solo se podía lograr, en el lugar, en el momento, con la artillería de los Apache.

 

No cabe duda que el plan israelí es el vaciamiento de la Franja de Gaza, es decir repetir la Nakba que tan buen rendimiento práctico, en el terreno, les había otorgado. Paradójica situación. Porque la menuda Franja de Gaza debe ser uno de los pocos espacios palestinos que no albergaron judíos ni siquiera hace dos mil años. Los sionistas hablan de Judea o de Samaria, para hablar de la contemporánea Cisjordania. Pero la Franja de Gaza es la Franja de Gaza. En  buen romance: con Gaza ni siquiera las especulaciones bíblicas y religiosas de un territorio supuestamente cedido por “El Creador” tiene cabida; en este caso es sencillamente, conquista y ensanche territorial colonialista.

Para percibir la calaña de la rapacidad sionista, transcribo a Ayalet Shaked, figura clave de la dirección israelí, exministra de Interior y de Justicia: “Después de convertir Khan Yunis en un campo de fútbol [sic], debemos decirles a los países que cada uno de ellos acepte una cuota: necesitamos que los 2 millones se vayan. Ésa es la solución para Gaza.[4] Repartiendo palestinos como naranjas”. Y que el “campo de fútbol” en que convirtieron la ciudad de Khan Yunis fue tratado para llegar a “campo de fútbol”, con población incluida.

Entretanto, en un torbellino propio de una tragedia griega la sociedad israelí –definida, la sociedad entera, por el historiador Norman Finkelstein no como de derecha sino de extrema derecha− hastiada del manejo despótico y corrupto de Beniamiin Netanyahu expresó su hastío contra el gobierno aunque ratificando la israelidad. Y no bien Netanyahu deriva “los acontecimientos” hacia la guerra y la conquista, logra, recupera una adhesión enorme.

Orly Noy, analista y periodista iranio-israelí, sostiene que este pensamiento no se limita simplemente al Gabinete o a la derecha israelí, sino que se ha generalizado.[5] Los medios de comunicación y el discurso político israelíes muestran que cuando se trata del actual ataque de las FDI a Gaza (en rigor contraataque), gran parte del público israelí ha internalizado completamente la lógica del pensamiento de Smotrich. Su consigna es nítida: “Emigración o aniquilación”. [La solución que propuso Smotrich fue ofrecer]  “a los 3 millones de residentes palestinos una opción: renunciar a sus aspiraciones nacionales y continuar viviendo en su tierra en un estatus inferior, o emigrar al extranjero. Si, en cambio, deciden tomar las armas contra Israel, serán identificados como terroristas y el ejército israelí se dedicará a “matar a quienes necesitan ser asesinados”. Cuando se le preguntó en una reunión en la que presentó su plan a figuras religiosas sionistas si también se refería a matar familias, mujeres y niños, Smotrich respondió: “En la guerra como en la guerra”.

La cosificación de la población despojada se equipara totalmente a la que ejerciera el colonialismo posmedieval en “El Nuevo Mundo” Abya Yala, Américas, o en África: “para una parte significativa del público israelí, los palestinos son más fáciles de mover que los muebles de una sala de estar.” (ibíd.)

Recordemos que cuando tras la celada artera en Salsipuedes, en el norte del Uruguay, que marca los inicios de la flamante sociedad  oriental, en 1832, habiendo acabado con los varones charrúas, los militares inician “una larga marcha” de más de 400 km hasta Montevideo con “la chusma”. Así llamaban los fundadores europeos de las sociedades “americanas” a ancianos, mujeres e infantes. Con semejante caminata, llegaron a la plaza fuerte de Montevideo sólo mujeres y su prole. Allí mismo y sin demora se procedió a su reparto como servidumbre. Sin consideración alguna por el llanto de infantes arrancados a sus madres, ni los gritos ahogados de madres despojadas. Como animales. Esa parte del espectáculo carecía de importancia para la sociedad montevideana. Lo sabemos apenas porque un diario de la época recibió y publicó la carta de dos damas montevideanas, de las que sabían leer y escribir, sensibles ante lo acontecido; esa falta de sentimiento separando así a madres de sus hijos. Apenas dos, que supieron mostrar la iniquidad del momento. Esas dos mujeres fueron el comienzo del fin de aquella “normalidad”.[6]

Así las cosas con la tecnologísima y civilizadísima Israel, vanguardia del mundo. Ellos sí valoran la vida… propia. Por eso, intercambian un israelí por tres palestinos (y hasta por mil).

Hemos visto que Crooke examina la estrategia israelí de llevar adelante “El Plan Yinon” (1981), ir desmantelando y desmontando los estados árabes vecinos y circundantes a Israel (estrategia para alcanzar El Gran Israel). Crooke sostiene que Israel procura arrastrar a EE.UU. a que se haga cargo del escollo mayor, Irán, “poniendo fin a la ilusión de que cualquier tipo de compromiso, reconciliación o partición [de Palestina] es posible.” [7]

“El historiador Max Hastings escribe que Netanyahu le dijo en la década de 1970 que «en la próxima guerra, si lo hacemos bien, tendremos la oportunidad de sacar a todos los árabes… Podemos limpiar Cisjordania, ordenar Jerusalén».” Adueñarse del territorio, a como sea.

Así que de robo de tierras se trata. Nuestros latifundistas vernáculos (o no tan vernáculos) lo saben bien. Pero, claro, el robo de tierras no se puede hacer por las buenas. La historia nos lo muestra. Y ante la situación que existe, desde hace un siglo en Palestina, el filósofo italiano Franco “Bifo” Berardi introduce una pregunta, propia de nuestro tiempo, que nos interpela como un puñetazo en la quijada:  ¿“Se puede exponer el cuerpo torturado de toda una población sin pagar el precio? [8]

Un interrogante ligado al fenómeno comunicacional y su difusión actual que señalamos al comienzo.

Hasta ahora, grosso modo, los genocidios ‘ocurrían lejos y hace tiempo’. No era, no fue a menudo así. El genocidio de los tutsis en Rwanda se hizo mientras simultáneamente se sabía de èl durante sus pesadillescos meses. Pero “África está lejos”…

Y la eliminaciòn de poblaciòn aborigen en las Américas; −pusimos el episodio de la matanza de charrúas en Uruguay− tuvo muchos “testigos” aunque solo dos hayan llamado a las cosas por su nombre.

Repasemos los términos de la convención acerca de genocidio que teóricamente nos cubre y nos ampara desde 1948 (9 de diciembre):[9]

  • Actos cometidos para destruir total o parcialmente un grupo racial, étnico o religioso;
  • Matar miembros de ese grupo;
  • Causarle daños físicos o mentales a miembros de ese grupo;
  • Infligirle, deliberadamente, a un grupo condiciones de vida calculadas para destruir físicamente sus vidas, total o parcialmente.”

Otros aspectos de la convención que atañen, por ejemplo, a la transferencia forzosa de niños a otros ámbitos, muy pertinentes para anglificar indiecitos en Norteamérica, por ejemplo, tienen menos que ver con Palestina. ¿Pero cuál de esos cuatro numerales que acabo de traducir no se aplica punto por punto a lo que ha hecho siempre y sigue haciendo cada vez más  brutalmente, el sionismo, Israel, en Palestina?

¿Qué pasa con la ONU?: ¿No se enteró de cómo Israel convirtió a la Franja de Gaza en un  campo de concentración, desmantelando su produccion local, agropecuaria y pesquera (mediante expeditivos procedimientos como envenenar los campos)? Que Israel regula hasta las dosis individuales de alimentación (con el consiguiente deterioro alimentario que todos conocemos por mermas, vencimientos y multitud de “accidentes”).

¿Qué considera la ONU y sus plenipotenciarios guardianes de lo genocida los bombardeos de viviendas y  barrios derribados hasta los cimientos, donde todavía hoy no podemos saber cuántos bebes, infantes, adultos, ancianos yacen enterrados vivos (y quienes han tenido la oportunidad y el tiempo para abandonar esas edificaciones, salvar la vida, el pellejo, pero no las pertenencias de sus vidas cotidianas; ropas, fotos, bicicletas, libros)?

Israel no ha cambiado un ápice su política desde 1948 hasta 2023.

Claro que con sus padrinos, gigantes guardaespaldas; EE.UU. y el Reino Unido.

Habrá que ver si el resto del mundo opta por cambiar la suya con un estado, el israelí, que escarnece todas las sacrosantas  disposiciones que teóricamente al menos, nos rigen.ф

[1] La  comunicación pública radios, diarios, teves, en países como Argentina o Uruguay sobre el 7 oct. 2023 es lastimosamente pobre (aunque mayor que en episodios anteriores). Se apuesta mucho a los “rehenes” y apenas a los gaseados, bombardeados, expulsados, hambreados, palestinos, con sus viviendas, ciudades, destruidas como en las peores escenas de la IIGM. Dos “termómetros” argentinos: el recién nombrado presidente Javier Milei, aspira a “recibirse de judío” y antes de asumir la presidencia (10 de diciembre) ha hecho un viaje iniciático para recibir suponemos que los óleos de rabinos ultraconservadores en Nueva York (Centro Ohel Jabad-Lubavitch). No se le puede negar capacidad sintética, abrazando en único viaje sus dos “amores”: EE.UU. e Israel. Por su parte, la lideresa indisputada de la oposición peronista, que tendríamos que suponer en “el otro rincón” que Milei, Cristina Fernández de Kirchner, ante los acontecimientos desencadenados el 7 de octubre, 2023, repudia toda violencia y  postula las soluciones de la ONU, en particular “la de dos estados”: una entelequia que jamás captó siquiera un atisbo de la mentalidad y la concepción sionista.

[2] Life and Loathing in Greater Israel (Vida y asco en el Gran Israel).

[3]   El nombre proviene del militar cartaginés Aníbal que optó por envenenarse antes de caer preso de los romanos.  Hay una diferencia sustancial con la “opción” homónima: Aníbal eligió morir; en el caso de los soldados israelíes copados, quien decide sus muertes es el mando militar. De ese modo, fue bombardeado el cuartel israelí de control sobre la Franja de Gaza, Erez Crossing, copado por milicianos palestinos, que contaba con una enorme dotacion israelí de soldados, muchos de ellos administrativos, sin armas o casi.

[4]  Cit. p. Alastair Crooke, https://www.unz.com/article/the-magicians-hat-and-the-great-simulacrum-of-palliative-balm/.

[5] “El público israelí ha abrazado la doctrina Smotrich”,

https://www.somosmass99.com/el-publico-israeli-ha-abrazado-la-doctrina-smotrich/.

[6]  E. Mendes Vives, La gente y las cosas en el Uruguay de 1830, Tauro, Montevideo, 1967.

[7]  A. Crooke, https://www.unz.com/article/will-the-scorpion-sting-the-u-s-frog/.

[8]   “Epicentro”, publicado en Ctxt, 19 nov. 2023.

[9]   Fecha por demás problemática, porque no podemos olvidar que el 11 de diciembre de ese mismo año, la ONU se declaró satisfecha con “los progresos realizados […] para  conseguir un ajuste pacífico de la situaciòn futura de Palestina” (resolución 194 de ONU) que pasa por alto dos “detalles”: que el Plan Dalet llevado adelante por los sionistas al día siguiente del abandono  británico de Palestina, significó no solo la expulsion de varios cientos de miles de habitantes de sus moradas y lugares desde siglos atrás, sino además la muerte de algunos miles de palestinos refractarios a la “mudanza”, sino además, y encima, el asesinato de Folke Bernadotte, el primer mediador de la ONU, designado para conocer necesidades y puntos de vista de judíos y palestinos. Bernadotte no entendiò por qué todo iba a favor de las demandas sionistas y nada hacia los habitantes originarios y fue prestamente asesinado. Tras el impacto de violaciòn a tamaña investidura −la ONU estaba flamante− el asesino fue preso…  unos días y pocas semanas después fue incorporado como guardaespaldas del también flamante presidente israelí, Ben Gurion. Y la ONU ni siquiera calificó el asesinato como asesinato; dirá apenas, cobarde y falsariamente, que Bernadotte “sacrificó su vida”. (ibíd.)

Publicado en Centro / periferia, Conocimiento, Cultura dominante, Destrozando el sentido común, Globocolonización, Los pueblos nativoamericanos, Palestinos / israelíes, Poder, Sociedad e ideología

A 75 años de la Nakba y la reacción israelí ante su conmemoración

Publicada el 18/04/2023 por luissabini

por Luis E. Sabini Fernández –

Estamos a punto de cumplir los 75 años del día en que los sionistas inician la conquista del territorio palestino, hasta entonces en disputa cada vez más sangrienta.  Cuando los ingleses retiran sus “fuerzas del orden” de la Palestina histórica que administraron como colonia, aunque siempre con una tendencia a favorecer los reclamos de los judíos sionistas y no los de la vieja comunidad judía (llamada Antiguo Yishuv) y menos todavía  a la población árabe, tenida por minusválida (homo no europeus), llega lo que para los sionistas es su “hora de la verdad”. Fecha del despojo de la sociedad palestina y fundacional para el Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948.

El plan sionista para la toma del territorio había quedado puesto a punto el 10 de marzo de ese mismo año, con el nombre de Plan Dalet, que programaba la destrucción de más de 500 aldeas palestinas y el vaciado de varios barrios urbanos. Ese plan se tradujo en miles de palestinos matados (los ataques sionistas fueron apenas repelidos, puesto que se trataba de población civil, casi desarmada (o con escopetas de caza) y varios cientos de miles de palestinos desalojados con violencia de sus moradas, campos y territorios.

El plan (Dalet) estaba a punto, pero fue el retiro militar británico el que dio carta blanca a la acometida. Que los palestinos llaman Nakba.

Ante semejante efeméride y a la vista del agravamiento, siempre mayor del conflicto, y del arrebato cada vez más violento y desembozado de las tropas de una sociedad supermilitarizada, como la israelí, sobre los territorios palestinos, permanentemente bajo maltrato y reducción, redes palestinas han procurado recordar tan triste efeméride desde la ONU.

No deja de ser paradójico, puesto que fue la ONU la que finalmente cohonestó la solución sionista con desconocimiento radical de la presencia y la historia palestina en ese mismo territorio en disputa.

Pero es que las denominaciones, los estados de conciencia, la crítica moral, cambian con los tiempos. Es muy distinto el trámite dado en la ONU, con sus cincuenta y tantos estados miembros en 1948 a la cuestión palestina, con la guía entonces inapelable de EE.UU., el apoyo soviético, la defensa de políticas de apartheid, a lo que podemos observar hoy día, con esta “otra” ONU, con sus casi doscientos estados miembros, donde ha desaparecido el bloque soviético, el Consejo de Seguridad −ahora ligeramente ampliado− no tiene una China perteneciente al eje occidental (y lo que queda de aquella China prooccidental, hoy República de China, es Taiwan), donde ahora se condena expresamente el racismo y todo apartheid, donde ahora sí los estados árabes, −dejados de lado cuando se nombra la Comisión Especial para Palestina (UNSCOP por su sigla en inglés)− tienen cierta presencia.

Es esta ONU de los 75 años la que decidió conmemorar la Nakba.

No vaya nadie a creer que el cambio de la ONU es fuerte y radical. Más bien cosmético, pero necesario por el desgaste. Y cambio al fin. La conmemoración se aprobó apenas con el voto de 90 estados (menos de la mitad de sus componentes), con 30 en contra –una minoría de peso− y 47 abstenciones (faltando por lo tanto los que se abstuvieron hasta de abstenerse, es decir, según la nómina, otros 26).

Es cierto que de la nómina de 193 “estados miembros de la ONU” hay una larga veintena de unidades políticas nominales, con poblaciones de pocos miles de habitantes (no sabemos si no habrá incluso alguna con centenares…), muchas de las cuales tienen adhesión poco menos que permanente a algunas “grandes naciones” de las que son como apéndices. También hay que recordar que en esa nómina no figuran ni palestinos ni kurdos, ni tantas otras naciones sin reconocimiento jurídico.

Pero de cualquier modo, la presencia de, grosso modo, media ONU atenta al abuso de la ocupación sionista, calificando la relación del “Estado de conquista” [1] de Israel con la población palestina como inaceptable, nos revela cuan difícil es preservar indefinidamente un atropello impunemente, y nos permite ver la reacción sionista e israelí ante la denuncia.

Sucintamente, pasemos revista a las instancias. El 1º. de diciembre de 2022, hace apenas 4 meses, la Asamblea General de la ONU vota un reconocimiento a la Nakba, ante su inminente 75º. aniversario, el 14 de mayo de 2023 (falta menos de un mes). Con los resultados de la votacion que acabamos de ver.

Junto con ese resultado, reñido pero demoledor para la preservación de la “intocabilidad” de Israel, sobrevinieron varias otras resoluciones que atienden cuestiones claves del conflicto; por ejemplo, la que pide se  “detenga[n] todas las acciones contrarias al Derecho Internacional destinadas a alterar la composición demográfica y estatutos de los Territorios Palestinos Ocupados y el fin de las actividades en asentamientos.” [2]

Se trata del rechazo frontal a la política habitual y normal de Israel… desde hace décadas. Es como si estuviéramos viendo que el cántaro que fue tantas veces con impunidad…  se rompió.

De todos modos, como parece inherente a estas grandes estructuras burocráticas y globales, otra resolución postula, vuelve a postular, “soluciones” que se han encarado reiteradamente y que nunca solucionaron un ápice:

“La A. G. de la ONU ha aprobado una resolución en la que subraya la necesidad ‘urgente’ de realizar esfuerzos colectivos para lanzar negociaciones creíbles sobre todos los asuntos de estatus final y lograr una paz justa y duradera, fundamentada en las resoluciones del organismo internacional.”[3] Lo que ignora, deliberadamente, esta resolución y sus piadosos firmantes es que tales “esfuerzos colectivos” se hicieron a esta altura del proyecto colonizador, muchas veces –resoluciones ONU 181 (1947), 194 (1948), 242 (1967), 338 (1973), 446 (1979), 479 (1980)− y muchas más, además de las negociaciones bipartitas o tripartitas todas aclamadas como inminentes triunfos y todas fallidas; las de Camp David, de Taba, de Oslo, y un largo etcétera.

¿Por qué tales fracasos?

Sintetizando, porque ambas partes han sido irreductibles. Con una diferencia fundamental: los palestinos fueron hollados, vejados, maniobrados y ante la resistencia, matados, y eso no ha sido proclive a conversación o diálogo alguno.

Los judíos que organizaron el proyecto sionista tenían tal superioridad material, tal claridad en el proyecto político, que constituyeron siempre la parte fuerte ante una sociedad inicialmente desconcertada y que iba siendo despojada de a poco. Y por eso, nunca, entiéndase bien, nunca aceptaron retacear sus objetivos, con salidas tipo “solución de dos estados”, por ejemplo. Un proyecto colonialista niega de raíz toda equivalencia o igualdad entre colonizadores y colonizados. Forma parte de la estructura mental y material de tal tipo de proyectos.

Por eso, si estaba ‘a punto de estallar la paz’, los sionistas buscaron los resortes para agravar el conflicto. Entendámonos: un pueblo organizado y armado siempre tiene enorme, aplastante ventaja contra un pueblo desarmado, incluso cuando en ese pueblo se gesten agrupaciones armadas, guerrillas de resistencia.

Basta comparar los planteles militares del estado israelí, con decenas de miles de  hombres y mujeres armados y dispositivos militares y securitarios de enorme voltaje, con las agrupaciones armadas irregulares que se han ido creando a lo largo de las décadas entre los palestinos para ver la enorme diferencia en dispositivos militares y violentos a disposición.

Por  todo lo que hemos estado reseñando, el reconocimiento de la ONU a la Nakba constituye una amenaza inquietante al proyecto del Estado de Israel. Por ejemplo (con cierta tardanza que no hay sino que interpretar políticamente), en 2022 la ONU ha resuelto condenar la anexión israelí de los Altos de Golan, arrebatados a Siria en 1981. Cuarenta y un año después, la ONU declara “nula” esa “ampliación” territorial de Israel. Pensemos todo lo que tendría que decirse sobre el arrebato tira a tira del territorio palestino que no fuera conquistado/arrebatado en 1948.[4]

Riyad Mansur, el representante de palestinos ante la ONU, contestó a ciertas críticas elevadas por representantes de varios países que rechazan “criticar exclusivamente a Israel”, adoptando una suerte de equidistancia ante el conflicto y sus secuelas más penosas. Mansur aclaró: “Lo que señala únicamente a Israel no es la cantidad de críticas legítimas dirigidas a sus crímenes y violaciones sino el nivel de impunidad del que disfruta pese a las condenas.” [5] Touché! Mencionar la impunidad, la carta blanca de que dispone Israel, resulta auspicioso.

Mansur remató su alocución en la ONU sosteniendo  que “la única forma de acabar con la ocupación israelí es acabar con la impunidad». Me permito pensar que la única forma de acabar con la impunidad es acabar con la ocupación. Y el primer paso, mencionar “la cosa”.

Gilad Erdan, a su vez el representante israelí ante la ONU, criticó que las resoluciones aprobadas busquen «culpar a Israel de todo lo que pasa en Oriente Próximo, absolviendo a los palestinos de su responsabilidad en esta situación.”[6] En rigor, dado que el ataque a la sociedad palestina provino de un sionismo violento, hay motivo para culpar a Israel de “todo”. Recordemos que para la misma ONU el rechazo y la violencia defensiva, del atacado, tiene otro valor que la violencia del desencadenante de todo conflicto.

Erdan ha sostenido que «cada vez que se presentan propuestas de paz, los palestinos las rechazan, negándose a negociar o a ceder una pulgada”. Esto es psicológica o psiquiátricamente llamativo: que un representante del estado israelí sostenga que son los palestinos quienes jamás han cedido ni un tranco de pollo, cuando a lo largo de las décadas, si vemos una parte que jamás ha cedido un ápice, territorial, judicial, laboral, ambiental, ha sido Israel.

Erdan finalmente se quejó ante el pedido de conmemoración del 75º. aniversario de la Nakba, que es a la vez el 75º. aniversario de la creación del Estado de Israel. “Han plantado una cláusula que presenta su visión distorsionada de la verdad”. No es versión distorsionada, porque los hechos históricos a los que se refiere la Nakba son ciertos, ilevantables. Pero, eso sí, muy incómodos para que suenen junto a la conmemoración del 75o. aniversario de la creación del Estado de Israel.  “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.”

La exhortación final de este embajador israelí es por demás preocupante (siempre según la fuente Europa Press, 1º. dic. 2022): «Dejen de apoyar los libelos palestinos y de votar a favor de estas invenciones peligrosas».

La descalificación moral por “libelos” califica más bien al autor. Invocar “invenciones”  palestinas, cuando la ideación del Estado de Israel no provino de la realidad, sino, en todo caso, como una inferencia milenaria a partir de un libro entendido como libro de historia sin serlo,  convocando así el sionismo a corporizar un sueño o aspiración, lo que a su vez  también se lo puede considerar una invención, no deja de ser penoso.

Y si advertimos que el sionismo ha constituido una invención peligrosa, la invocación de Erdan es realmente, permítaseme el neologismo, esquizopeligrosa.

[1]   Así describe con acierto el historiador Miguel Ibarlucía el asentamiento sionista (Editorial Canaán, Buenos Aires, 2012).

[2]   Resolución de la A. G. de la ONU, 28 nov. 2022.

[3]   EUROPA PRESS INTERNACIONAL, 1o. dic. 2022.

[4]   En 1947 la UNSCOP propone por mayoría (con el rechazo de la minoría que no acepta la partición) un 52% para un estado judío y un 47% para un estado palestino (y el 1% restante como territorio internacionalizado, administrado por la ONU, en Jerusalén). Con el retiro británico, los dispositivos militares del recién inaugurado Estado de Israel se apropian del 78% de la Palestina histórica. Y a lo largo de las décadas, Israel ha ido tomando tierra de lo que fue quedando en manos palestinas, asfixiando más y más la vida material y cotidiana de la población remanente.

[5]    E P I, ob. cit.

[6]   Ibíd.

Publicado en General

Universalización de los dispositivos de control

Publicada el 11/04/2023 - 17/04/2023 por luissabini

por Luis E. Sabini Fernández –

Del otrora designado sujeto económico, al ahora objeto no designado como tal

Estamos presenciando una universalización de los dispositivos de control, de persuasión con un alcance inédito; podríamos decir que como en el juego de la mancha venenosa, el reinado de la heteronomía se extiende por todas partes, por todos los niveles, en los más inesperados aspectos.

El “sistema operativo” está actuando a la vez, de modo combinado y aleatoriamente, mediante voluntades y mediante algoritmos previamente diseñados para llevarnos, satisfacciones o miedo mediante, a una política de cancelación, info sesgada, a través de una  multiplicidad de vías, emocionales, intelectuales y omnipresencia de bots. La heterogeneidad del cuadro de situación no impide ver que en medio del caos universalizado, existen caminos u opciones de algún modo preestablecidos.

Justo cuando las fuerzas desatadas por la sociedades humanas parecen haber desbordado todos los parámetros de conducción, carismática, religiosa, estamos siendo conducidos como nunca antes.

Y por supuesto, sin invocar nunca la conducción, precisamente.

Así reina la aporofobia en una sociedad que procura rescatar a los pobres mediante ayudas.

Como el racismo, existente en una sociedad que se cree la menos racista. Así pervive la atroz herencia del racismo; lo vemos en el África llamada “negra”, en  el destino de las naciones y sociedades allí colonizadas, y tan, tan exprimidas, tan exhaustas, tan desestructuradas, que sus habitantes “eligen” el camino del mar porque la rapiña colonial les dejó detritus, y ese camino les depara, a su vez, la discriminaciòn futura o la muerte en el mar, precisamente.[1]

Aunque tengamos que escuchar en cada simposio onusiano u otanesco que  nos hallamos en el reino más pleno de lo democrático (con pequeñas falencias a superar).

Vemos esa atroz herencia en las huellas de los genocidios producidos con la colonización, precisamente.

En Haití se resume trágicamente ese devenir dentro del continente americano. Es la primera sociedad de la mal llamada América Latina,[2] que se independizó, en 1804, resistiendo las atroces condiciones generadas por una esclavitud sin límites sobre aborígenes y africanos secuestrados y transportados prisioneros al “Nuevo Mundo”, que generará a su vez una respuesta brutal; el exterminio de  los patrones blancos.

Haití no pudo permanecer libre, destrozado por las naciones coloniales blancas. De poco le sirvió su apoyo a gestas independentistas como la de Simón Bolívar. La colonialidad es gran nudo, pero el racismo es más fuerte…

Volvamos a nuestro presente: reina la desigualdad cada vez más manifiesta en una sociedad que postula la igualdad (aunque tibiamente, porque el fuego “emancipador” se dirige a la libertad que elude la cuestión de la igualdad, con lo cual termina configurándose como libertad- de-los-poderosos para seguir haciendo lo que consideran “necesario”).

Reina la censura en un universo; el de la info, que se supone irrestricto.

Facebook incursiona en la afirmaciones del Movimiento Uruguay Soberano (MUS) que plantea juntar firmas para un cambio mediante plebiscito de los artículos de la constitución nacional uruguaya que gente de este país considera(mos) abusivos porque le otorga a los llamados poderes ejecutivos del estado excesivas prerrogativas. Facebook pontifica que MUS ‘publica información falsa’ y en consonancia, con absoluta coherencia, “en defensa” de la información presuntamente verdadera, impide la circulación de la prédica de MUS. Facebook se arroga así el derecho de administrar la libertad de información. Y así llegamos al planteo totalitario tradicional; Facebook es la libertad. Lo bueno. Lo confiable.

Ya todo el mundo ha experimentado el recurrente “llamado” de los mensajes “espontáneos” que nos llegan a través de “el celular”:

−Estuve hablando con mi hijo de comprar unos pantalones y enseguida me han aparecido una serie de anuncios y reclames sobre pantalones; el otro día conversamos con mi mujer dónde pasar este fin de semana largo y me han aparecido, de inmediato, una serie de ofertas para pasar el finde…

Porque ya no se trata de escuchar los taladrantes avisos que por la radio o la tele nos inundaban y a menudo malograban cualquier programa; ahora “las formas ocultas de la propaganda” de que nos hablara Vance Packard hace décadas, se han “despertado” y vienen a nuestro encuentro. Porque si hace medio siglo el teléfono era instrumento de ricos y plantado en el hogar, ahora es “de todos” y nos acompaña todo el santo día (su carga electromagnética incluida, cuyas secuelas desconocemos). Y como, además de teléfono, hoy todo teléfono es micrófono que puede oír aunque esté apagado, cuando lo encendemos, nos “contesta” (observe el lector que al menos nos está quedando la decisión, no ya  de apagarlo, pero sí todavía, de encenderlo).

Pero Google nos tranquiliza: “Protegemos tu privacidad. Los anuncios de Gmail nunca se basan en el contenido de tus correos.” Menos mal.

¿Cómo se define info falsa y, consecuentemente, info veraz?

Siempre hubo producción y transmisión de mentiras y falsedades, incluso de modo sistemático y a escala industrial; con la digitalización, empero,  tales recursos se han multiplicado con feracidad digna de mejor causa, con trolls y bots.[3]

Persuasión, pasivización del cliente

Pongo un ejemplo: en la renovación del sistema operativo que acabo de comprar (de un Windows 7 a un 10, al abrirlo, en medio de deslumbrantes ilustraciones (que no pedí, vienen “de obsequio”) que aparecen ahora en mi monitor, también se ha hecho presente  una leyenda que nadie encargó: “LA DISTRIBUCIÓN DE VACUNAS SE HIZO MÁS FÁCIL CON AYUDA DE LA TECNOLOGÍA”

La pantalla no aclara quién o qué es dicha “tecnología” ni quién produjo “el aviso”, pero lo que sí a mí me queda claro es que “la tecnología” ha facilitada la distribución de los mensajes del pensamiento dominante (altamente tecnológico, claro).

Sin solución de continuidad, tengo que leer en “mi” pantalla (del hogar particular, sagrado e inviolable): “TECNOLOGÍA GENERA UN PUNTO DE INFLEXIÓN PARA QUE LAS VACUNAS LLEGUEN A MUCHAS MÁS PERSONAS EN TODO EL MUNDO.”

Una verificación indubitable, que nada tiene que ver, empero, con su calidad o validez científica. “Llegan a más”.

Tuve que leer, todavía, otro mensaje “iluminista”, que nos habla de la carga ideológica que viene empaquetada con la adquisición de un programita-e:

“LA DISTRIBUCIÓN DE VACUNAS SE HACE MÁS EQUITATIVA CON C O V A X, UNA INICIATIVA GLOBAL QUE AYUDA A DISTRIBUIR VACUNAS ENTRE PAÍSES DE BAJOS RECURSOS.”

Este último aviso, venía en letras más pequeñas, menos a la vista, pero dándole al lector la clave de los mensajes: es una propaganda de COVAX. Pero COVAX no es una empresita pasando su aviso; es el programa acelerador de suministros de vacunas de la OMS. Que, suponemos, incorpora sus mensajes “altruistas” donde juzgue necesario.

Si cuando uno compra un programa de actualización digital, recibe semejante “bajada de línea”, podemos vislumbrar el grado de psicopresión a que estamos sometidos, permanentemente, cotidianamente.

El sacerdocio cibernético parece muy imbuido del espíritu de Torquemada, adaptado a estos tiempos digitales… y a ciertas posiciones tomadas de antemano: −los rusos son malos, pichí-caca; los EE.UU. son garantía de democracia, paz y justicia; en consecuencia, el NordStream 2 y el 1 (y lo que venga) tienen que haber sido volados por rusos, y los aviones a las Torres Gemelas tendrían que haber sido enviados por rusos (bueno, en todo caso, árabes también vienen bien). Es un desperdicio que no podamos achacar Pearl Harbor a los rusos, porque ya estaban allí los japoneses…

La contradicción se resiste…

Diálogo con dispositivos informacionales hoy

Ustedes preguntan,

ustedes contestan.

Son muy cordiales y atentos.

Preguntan muchísimas cosas

que contestan de inmediato.

Dan tanta info que parecería de más toda pregunta

todo diálogo.

Para qué dialogar con algo/alguien tan solícito y completo.

Si no fuera que no responden ni atienden lo que

justamente, necesito

estaría todo formidable.

En un mundo cada vez más informado, registrado, pletórico de datos, la ignorancia persiste: en Uruguay, por ejemplo, se sabe cada vez menos las causas de muerte. Algo particularmente grave, porque además, han aumentado considerablemente desde la llamada “pandemia”, introduciéndose como un factor cada vez mayor y más problemático el concepto “de origen desconocido”.

Significativamente, en un mundo tan mundializado, tan intercontectado, tan digitalizado, en nuestro pequeño Uruguay, que se pretende –al menos pretenden sus políticos más encumbrados y sus aparatos mediáticos más afiatados− tan de vanguardia, tan modélico, ignoramos cada vez más causas de muerte.

En nuestro país, ahora con casi 40 mil muertes anuales[4]  (las estadísticass de mortalidad daban hasta 2020 alrededor de 33 000 muertes anuales). no se conoce la causa por la que al año mueren más de 5 mil habitantes. ¿Impericia institucional, rutina burocrática, trastornos administrativos? De algún modo −curioso, significativo− ¿no es el fenómeno de la montaña de ignorancia en que estamos sumidos, creyéndonos tan, pero tan informados?

notas:

[1]  Una vuelta de tuerca para hacer este cuadro más dantesco es recordar que hace poco más de un siglo, Nigeria −ahora uno de los países más devastados del planeta−, era considerado “la nación más rica, potente del  mundo”, por su vegetación, sus frutos… y petróleo.

[2]  Por lo menos, indoafrolatinoamericana.

[3]  Un ejemplo no precisamente magnífico de neoverdad es el Global Language Dictionary, The Israel Project, que no señala lugar de edición, pero sí fecha, 2009, tras el bombardeo y la matanza en la Franja de Gaza (2008/2009), con sus capítulos ”Words that work” [palabras que tienen efecto].

[4]  Véase “El año pasado fallecieron 5295 uruguayos cuyo motivo es un misterio”, El Observador, Montevdeo, 8 abr, 2023. Su autor es Tomer Urwicz. Las estadísticas de mortalidad daban, hasta 2020, alrededor de 33000 muertes anuales. Casi el 1%. Desde 2020 se registrarían alrededor de los 40000 muertes anuales.

Publicado en Centro / periferia, Conocimiento, Cultura dominante, Globocolonización, Medios de incomunicación de masas, Poder mundializado, Uruguay

La ONU hizo «el pastel»: difícil que pueda desmontarlo. PALESTINA 2023. MATANZAS CADA VEZ MÁS DESNUDAS

Publicada el 03/04/2023 por luissabini

por Luis E. Sabini Fernández –

El 26 ene de 2023, fuerzas israelíes penetran una vez más el campamento de refugiados de Jenin y matan en el operativo, con que se supone buscaban algo o alguien, a 9 palestinos, incluidos un niño y una sexagenaria.

Como las fuerzas de seguridad israelíes no tienen necesidad de rendir cuentas judiciales de ningún tipo, es fácil imaginar la inexistente justicia o precisión del operativo.[1]

En los dos primeros meses de 2023 los operativos “de limpieza” arrojaron una sesentena de palestinos matados en allanamientos y redadas en Cisjordania. Récor histórico. En Nablus, la seguridad israelí adujo buscar tres activistas violentos palestinos y dejó 11 muertos en dicha búsqueda; una pequeña muestra del método usado cuando Shalit y una excusa para “achicar” población que consideran sobrante.

Los colonos con sus agrupaciones fascistas de tipo israelí, es decir libres en el estado sionista (hasta con amparo policial), ejercen venganza de respuesta a la respuesta de la venganza…

El fascismo es así. Consideran legítimo atropellar, pero se indignan por la respuesta, violenta aunque sea de menor intensidad que el atropello fascista inicial.

Heba Morayef, coordinadora de Amnistía Internacional,  puntualiza: “en octubre de 2022, los colonos irrumpieron en una escuela de Huwara  (cerca de Nablus), donde rompieron ventanas y golpearon a profesores y alumnos; menos de dos semanas después, una cafetería fue incendiada y grupos de colonos atacaron a residentes palestinos con tuberías y piedras.” [2]

Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia para Oriente Medio y Norte de África, también de AI, sostiene: “Desde hace casi un año, el campo de refugiados de Yenín está en el centro de la escalada de represión militar de Israel. La periodista palestina Shireen Abu Akleh murió por disparos en este campo el pasado mes de mayo, y las personas que allí residen siguen siendo objeto de incesantes incursiones militares que constituyen castigo colectivo.” [3]

Y así, antes de terminar febrero 2023, colonos entran a saco al pueblo de Huwara, incendian a más de cien autos y unas treinta viviendas con daños en incursiones y un habitante palestino matado. Pocas horas antes,  dos jóvenes israelíes, en auto, habían sido baleados y matados.

 

No se puede disociar esta creciente, progresiva brutalización israelí contra los palestinos de lo que se está procesando en el el actual Israel, en sus calles.

Hasta sus seguidores y admiradores no dejan de advertir el creciente cesarismo de Beniamin Netanyahu, su autoritarismo desembozado y las pretensiones personales de impunidad.

Un punteo mínimo

Nada de que asombrarse que se estén hoy cosechando tales frutos, dada la inmunidad generalizada del comportamiento israelí, no sólo ante palestinos. Particularmente dentro de EE.UU. Inmunidad e impunidad son parientes muy, muy cercanos.

Los palestinos, inicialmente engañados con los primeros asentamientos sionistas no violentos (hay páginas maravillosas de judíos rusos advirtiendo que esas “picardías” no iban sino a dificultar las relaciones puesto que ‘los árabes no eran tontos, al contrario…’), fueron tomando conciencia del despojo al que estaban siendo sometidos desde los primerísimos años del s XX y fueron ensayando resistencias, con el paso de las décadas, cada vez más violentas; aunque nunca alcanzaron la violencia ejercida por los sionistas en el país. Mazin Qumsiyeh, palestino, repasa y ve que no hay recurso violento en el conflicto palestino-israelí que no haya sido usado antes por los sionistas.[4]

En 1946 sionistas sitúan un coche-bomba en el Hotel David, con decenas de huéspedes y personal, árabe, inglés, judío y de diversos orígenes, 91 muertos; las primeras cartas-bomba son también de origen sionista y datan de 1947.” [5]  Entre 1947 y 1948 el Irgún asesina conductores árabes de transporte colectivo en Tiberíades,[6] ya empeñados en “ahuyentar” mediante el terror a la poblacion oriunda de Palestina.

Qumsiyeh sigue recordando el origen de la violencia en Palestina/Israel: “en 1932 la Haganah hizo estallar un oleoducto iraqui, cerca de Haifa” […] el 12 de diciembre de 1954 secuestraron un avión de línea sirio [y] en 1973 Israel derriba un avión de línea libio [¡106 muertos!].  En 1944, los miembros del grupo Stern, sionista, asesinaron al ministro británico Walther Guinness, lord Moyne. Y en 1947 perpetran atentados con bombas en buses de transporte colectivo con varios muertos y muchísimos heridos. En el 48 plantan bombas en el Hotel Semiramis, palestino, matando a una veintena de personas. Minaron viviendas, hoteles, mercados, buses, trenes. Y en 1948 desencadenan el Plan Dalet, arrasando unas 500 aldeas palestinas generando varios miles de muertos (Balad el Sheik, Tantura, Deir Yassin entre las más conocidas).[7]

Con la ONU en plena abordaje del conflicto palestino-israelí, en 1948, el plenipotenciario de la ONU, Folke Bernadotte, sueco, que en las “deliberaciones oficiales” pregunta por qué todo tiene que ser a favor de los israelíes y nada para los palestinos, es asesinado. El escándalo es tal que hay que buscar a los responsables de tamaño asesinato. La investigación es sencilla y rápidamente se encuentra a los autores; grupos de choque sionistas. Que son encarcelados en el flamante Estado de Israel… para ser liberados por indulto firmado por David Ben Gurion apenas semanas después.

La ONU jamás toma cartas en el asunto, aun tratándose de su propio plenipotenciario. Con lenguaje sibilino tras las exequias se referirá a su muerte como producida por él mismo: “expresa su profunda satisfacción por los progresos realizados gracias a los buenos oficios del extinto mediador de la ONU para conseguir un ajuste pacífico de la situación futura de Palestina, causa por la cual el mediador sacrificó su vida.” [sic].[8] ¡Ni su nombre aparece en el lenguaje onusiano!

Dado la violencia habida en 1947 y 1948, que acabamos de  reseñar, hay que concluir, en ceñida lógica onusiana que el “ajuste pacífico” a que se refería la ONU para el futuro palestino, era el de la paz de los cementerios. Los palestinos, inmensa mayoría, no están de acuerdo.

Y siguen sin estarlo.

J.C. Sanz denuncia 150 “piernas segadas” de futbolistas: artero estilo de represión.[9]

Volviendo entonces a la realidad israelí actual con sus manifestaciones masivas en plena calle, en que se calcula se ha movilizado medio millón de israelíes, en un mar de banderas israelíes, tanto entre los que han salido a frenar el plan de impunidad y cesarismo de Netanyahu como entre sus partidarios, lo que vemos es un reacomodo en el mundo israelí, entre los usufructuarios del actual Estado de Israel. No vemos banderas palestinas en la calle. Tampoco judíos mizrahis, generalmente explotados por azskenazis pero a su vez usufructuarios de prebendas sobre palestinos.

El conflicto parece derivar de que capas pudientes de Israel no quieren seguir soportando a un “impresentable” como Netanyahu, acusado de una ristra de “robos para mi corona”. Muchos israelíes con buena posición y poder adquisitivo no quieren ver ampliado el cesarismo de Netanyahu como para que se afecten sus propias situaciones o privilegios.

Reparemos que Netanyahu se ha valido para alcanzar otra vez el gobierno, de fanáticos religiosos; B. Smotrich o el kahanista I. Ben-Gvir. Hasta en Israel, Meir Kahane es mala palabra…

[1]  Cuando Israel lanzó su operativo para rescatar al soldado aprisionado Gilad Shalit (2006), a lo largo de un año unos doscientos palestinos pagaron con su vida esa operación de rescate, infructuosa. Años después (2011) Shalit fue liberado, sin haber sufrido ni un rasguño, algo que confesó el mismo Shalit. ¿Se buscaba a Shalit o se usaba esa búsqueda para matar?

[2]   https://www.amnesty.org/es/latest/news/2023/03/israel-opt-impunity-reigns-for-perpetrators-of-settler-violence/.

[3]   https://www.amnesty.org/es/latest/news/2023/01/israel-opt-jenin-bloodshed-is-a-horrifying-reminder-of-the-cost-of-impunity/.

[4]   Hay una excepción: las autoinmolaciones que perpetraron alguna vez palestinos y que nunca llevaron a cabo los sionistas.

[5]   Compartir la tierra de Canaán, Editorial Canaán, Buenos Aires, 2004, p. 131 et passim.

[6]   Ilan Pappé, La limpieza étnica de Palestina, Editorial Crítica, Barcelona, 2011, p. 104.

[7]   Ibíd.

[8]   Resolución de la ONU, nro. 194, 11 dic. 1948. Palestina. Informe.

[9]  El País, Madrid, 29 dic. 2021.if

Publicado en Palestinos / israelíes, Política

Hybris tecnológica y avance del narcisismo: tiranía del presente

Publicada el 03/04/2023 - 03/04/2023 por luissabini

Por Luis E. Sabini Fernández.

En el mismo momento histórico en que la humanidad desplegando una impresionante panoplia, sin precedentes, de artilugios tecnológicos, se siente cada vez más informada, más móvil, más conocedora, con un cada vez más amplio panorama material, cultural, espiritual, cuando las interrelaciones humanas han adquirido, ellas también, una densidad y una intensidad y frecuencia sin precedentes, estamos como entrando en una espiral temporal en que cada vez más nosotros, nuestros contemporáneos (al menos los introducidos en la modernidad) nos miramos a nosotros mismos.

Las poblaciones tradicionales también vivieron sus presentes como algo exclusivo, en todo caso rasgado por algún acontecimiento real o palaciego o militar. Pero la diferencia, sustancial, con base tecnològica, es que nuestro presente está, digamos, imbuido de todos los tiempos. Pero cada vez más desde nosotros mismos, desde nuestro presente. Con lo cual, nuestra temporalidad ha entrado en crisis, con un pasado cada vez menos relevante y con un futuro cada vez más condicionado.

Paradójicamente este furia presentista sobreviene en el mismo período −Antropoceno− en que más cuestionada está la viabilidad de la especie humana (y transitivamente, a causa del creciente poderío y peso de lo humano, la de la vida misma en el planeta; se habla de una sexta extinción masiva de vida en la historia de la Tierra, pero ésta encierra una peculiaridad que la hace única, penosamente única; su origen está en nosotros mismos, causantes de la desaparición de buena parte de la biodiversidad del planeta). (1)

Estamos así presenciando un ombliguismo progresivamente invasivo, tan imbuido de su propia excelencia, como para pretender absorber en nuestro presente toda nuestra temporalidad, la temporalidad humana. Como lo futuro no existe (al menos hasta este momento nuestro; presente), el recurso invasivo y perfeccionista se dirige principalmente a nuestros pasados. Es una forma de despreciar la historia, al corregirla, “perfeccionarla”, en rigor de presentizarla.

Se ha iniciado, por ejemplo, la reescritura de Agatha Christie. Usando, obviamente, un término valorizador, positivo. Se trata de lecturas “sensitivas”, porque hoy gozamos de “lecturas sensibles” para lectores ídem. Lo mismo ya ha sucedido en Inglaterra –cuna de la correccción política; faltaba más, cómo evitar andar llamando colonialismo a colonialismo− con los libros para niños de Roald Dahl o los algo procaces de Ian Fleming.

Porque no se trata de conocer a Christie, a Dahl o a Fleming, sino solo rescatar de ese pasado, algo que nos venga bien en nuestro presente. Podemos olvidar a los autores, para qué retener sus voces, sus prejuicios, sus pasiones, sus tenacidades; solo extraeremos de “ellos” la porción, la rebanada, el extracto que se avenga a nuestro ser presente. Porque somos mucho mundo, pero todo actualísimo. Raíces, abstenerse. Razones y motivos, ídem.

Este movimiento cultural que se centra ombliguistamente en el presente −resultando de ello una forma de presente continuo para la humanidad− tiene un punto alto en el filósofo israelí Yuval Noah Harari y su proyecto de amortalidad. Harari nos ha aclarado que no pretende obtener la inmortalidad de los humanos, porque le consta que existen muchos motivos y factores que pueden dar al traste tal proyecto, como un accidente aéreo, por ejemplo. Y que por ello, entiende, en cambio, factible, plantearse la amortalidad de los humanos, (2) que consiste en la posibilidad, que él considera alcanzable a corto plazo, de obtener solución a desgastes de órganos; como expresa este autor, “venir al mundo sin fecha de caducidad” (ibíd).

Harari cita a Aubrey de Grey, gerontólogo, y a Ray Kurzweil, inventor, quienes visualizan ‘que quienquiera que en 2050 tenga salud y una buena cuenta bancaria tendrá una elevada probabilidad de engañar a la muerte una década tras otra.’ (3)

Más allá de las “lecturas sensibles” que ahora descargan a las nuevas generaciones, y el planteo “biofilosófico” apuntado por Harari, vemos otro despliegue tecnológico que arrasará la temporalidad: la posibilidad técnica, digital, de, por ejemplo –como ya se ha hecho−, mostrar al Papa con un atuendo que jamás portó o presentar la fotografía del arresto de Trump a causa de los juicios que lo demandan por la toma del Capitolio, arresto que nunca ha sucedido. Esta fineza tecnológica, nos enfrenta a una deliberada confusión entre lo real, acontecido y lo construido a través de un tecnoperfeccionamiento de las fotos o los documentos que muestren o prueben un hecho, un dato. Las penosas y famosas fotografías de un Lenin con Stalin y sin Trotski o de Mussolini ecuestre y marcial con o sin asistente, quedan ahora a la altura de un felpudo; la digitalizacion precisa permite una “fidelidad” –valga el oxímoron− hasta ahora impensable.

Es una manifestación más de un mundo que se mira a sí mismo y se nutre de todos los ardides tecnológicos. Una presentización que fagocita nuestro pasado (real o reales) y crea nuevas condiciones para nuestro conocimiento. Es un desafío, claro, pero no podemos dejar de preocuparnos al dimensionar en este despliegue de desarrollos tecnológicos, un avance avasallador de la heteronomía.

notas:

1) Los proyectos de emplazamientos de humanos en otro cuerpo celeste, proyectos que sobrevienen intermitentemente, adolecen de la misma falta que sufren los árboles cuando son castigados, por ejemplo, por el calentamiento climático. Árboles que crecen con determinados umbrales de temperatura, que por fuera de ellos, sencillamente sus semillas no fructifican, cuando sobreviene un clima más cálido, los árboles tienen una menor superficie apta para el crecimiento de sus semillas y aunque sí logran, muy lentamente desplazarse siguiendo las biotas aptas para sí, el resultado es un menor número de ejemplares nuevos vivos. Hay una modificación desde la propia lucha por la existencia de la especie dada, pero no parece alcanzar para mantenerse inalterada. Eso parece acontecer con los intentos humanos de implantaciones extraterráqueas; tales intentos no parecen viables dada las dificultades aparejadas para compatibilizar nuestras condiciones de vida y el medio exterior.

2) Harari no abunda mucho en los destinatarios de semejante “regalo de los dioses”, aunque en Homo Deus señala que ‘los científicos del s.XXI podrían ser capaces […] de proporcionar a la élite humana confianza en duplicar y hasta quintuplicar la edad.’

3) Ibíd., p. 37.

fuente: https://revistafuturos.noblogs.org

Publicado en Centro / periferia, Ciencia, Conocimiento, Cultura dominante, General, GlobocolonizaciónEtiquetado como Agatha Christie, amortalidad de los humanos, artilugios tecnológicos, colonialismo, Ian Fleming, Luis E. Sabini Fernández, momento histórico, ombliguismo progresivamente invasivo, poblaciones tradicionales, Ray Kurzweil, Roald Dahl, tecnoperfeccionamiento, Yuval Noah Harari

Navegación de entradas

Entradas anteriores
Entradas siguientes

Entradas recientes

  • El silencio del gobierno de Uruguay ante Gaza o ante Israel
  • (sin título)
  • Panorama… planetario y foco en Gaza
  • Palestinos                                                                                                                   25 05 06
  • BASURA NUESTRA DE CADA DÍA
  • URUGUAY: DESTINO DE PAÍS
  • EE.UU. e Israel: una cuestión de élites
  • No other land: ¿Hay que ser judío para criticar a Israel?
  • ¿REFRENDAR O NO REFRENDAR? (That’s the Question)
  • GENOCIDIO AL DESNUDO Y A LA VISTA DEL PÚBLICO
  • Contaminación omnipresente: un límite planetario olvidado
  • Aplicando el sagrado principio de desigualdad ante la ley
  • ¡La bolsa o la vida!
  • ¿QUIÉN DECIDE ACERCA DEL AGUA EN NUESTRO PAÍS?
  • Israel ataca pero declara defenderse
  • Democracia y simulacros
  • CONTAMINACIÓN: ¿RASGO PRINCIPAL DE NUESTRA CIVILIZACIÓN?
  • Vicisitudes del pensamiento crítico en Uruguay
  • Sionismo al desnudo
  • Nazismo y sionismo: un poco de historia
  • MI REENCUENTRO CON SUECIA
  • LA CONQUISTA DE PALESTINA
  • URUGUAY ANTE EL GENOCIDIO ISRAELÍ CADA VEZ MÁS “A LA VISTA DEL PÚBLICO”
  • Algunas observaciones sobre impunidad judeoisraelí
  • MODERNIDAD Y CONTAMINACIÓN PLÁSTICA DE ANIMALES Y HUMANOS EN TODO EL PLANETA

Archivos

  • junio 2025 (3)
  • mayo 2025 (1)
  • abril 2025 (3)
  • marzo 2025 (2)
  • febrero 2025 (2)
  • enero 2025 (5)
  • diciembre 2024 (5)
  • agosto 2024 (2)
  • julio 2024 (2)
  • junio 2024 (3)
  • marzo 2024 (1)
  • febrero 2024 (3)
  • enero 2024 (2)
  • diciembre 2023 (2)
  • noviembre 2023 (5)
  • octubre 2023 (1)
  • septiembre 2023 (2)
  • agosto 2023 (5)
  • julio 2023 (10)
  • abril 2023 (4)
  • febrero 2023 (7)
  • diciembre 2022 (3)
  • noviembre 2022 (3)
  • octubre 2022 (2)
  • septiembre 2022 (4)
  • agosto 2022 (2)
  • julio 2022 (3)
  • junio 2022 (6)
  • mayo 2022 (3)
  • marzo 2022 (2)
  • enero 2022 (1)
  • noviembre 2021 (3)
  • octubre 2021 (2)
  • septiembre 2021 (1)
  • agosto 2021 (3)
  • julio 2021 (1)
  • junio 2021 (5)
  • mayo 2021 (1)
  • abril 2021 (1)
  • diciembre 2020 (1)
  • agosto 2020 (2)
  • julio 2020 (3)
  • junio 2020 (2)
  • mayo 2020 (3)
  • abril 2020 (2)
  • febrero 2020 (5)
  • enero 2020 (1)
  • diciembre 2019 (4)
  • noviembre 2019 (1)
  • octubre 2019 (2)
  • agosto 2019 (3)
  • julio 2019 (2)
  • junio 2019 (3)
  • mayo 2019 (1)
  • abril 2019 (2)
  • marzo 2019 (3)
  • febrero 2019 (2)
  • enero 2019 (1)
  • diciembre 2018 (3)
  • noviembre 2018 (5)
  • octubre 2018 (2)
  • septiembre 2018 (2)
  • agosto 2018 (4)
  • julio 2018 (2)
  • junio 2018 (4)
  • mayo 2018 (1)
  • abril 2018 (2)
  • marzo 2018 (3)
  • febrero 2018 (1)
  • enero 2018 (2)
  • diciembre 2017 (5)
  • noviembre 2017 (2)
  • octubre 2017 (5)
  • septiembre 2017 (4)
  • julio 2017 (1)
  • junio 2017 (2)
  • abril 2017 (3)
  • marzo 2017 (2)
  • febrero 2017 (3)
  • enero 2017 (1)
  • diciembre 2016 (2)
  • noviembre 2016 (2)
  • octubre 2016 (2)
  • septiembre 2016 (4)
  • julio 2016 (2)
  • abril 2016 (1)
  • marzo 2016 (2)
  • febrero 2016 (3)
  • enero 2016 (3)
  • diciembre 2015 (2)
  • noviembre 2015 (1)
  • octubre 2015 (1)
  • septiembre 2015 (1)
  • agosto 2015 (3)
  • julio 2015 (1)
  • abril 2015 (1)
  • febrero 2015 (1)
  • diciembre 2014 (1)
  • noviembre 2014 (1)
  • agosto 2014 (1)
  • julio 2014 (1)
  • junio 2014 (1)
  • mayo 2014 (4)
  • abril 2014 (1)
  • marzo 2014 (3)
  • enero 2014 (1)
  • diciembre 2013 (1)
  • noviembre 2013 (1)
  • octubre 2013 (2)

Ultimos comentarios

  • Imagen: la clave teledirigida del poder actual – CUARTA POSICIÓN en Imagen: la clave teledirigida del poder actual
  • Nuestro insensible camino hacia un totalitarismo | Revista SIC - Centro Gumilla en Nuestro insensible camino hacia un totalitarismo

Etiquetas

Agatha Christie amortalidad de los humanos Antidefamation League artilugios tecnológicos biowarfare catástrofe alimentaria colonialismo complejidad económica confinamiento masivo Consejo de Derechos Humanos de ONU Covid-19 ecología EE.UU. el sionismo Estados Unidos Federación Rusa Franja de Gaza guerreristas hambruna Ian Fleming Jonathan Greenblatt la Caída del Muro Luis E. Sabini Fernández matanza de palestinos matanzas selectivas menor calidad alimentaria momento histórico Naciones Unidas ombliguismo progresivamente invasivo OMS OTAN periodistas asesinados poblaciones tradicionales poder sionista poderío israelí Project for the New American Century Ray Kurzweil Roald Dahl Samuel Huntington sars-cov2 tecnoperfeccionamiento territorio ucraniano Uruguay Vladimir Putin Yuval Noah Harari

Meta

  • Registro
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.org
Funciona gracias a WordPress | Tema: micro, desarrollado por DevriX.