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Categoría: General

Disputas geopolíticas, alianza ruso-germánica, OTAN e invasión a Ucrania

Publicada el 30/03/2022 por raas

Por Luis E. Sabini Fernández, Marzo de 2022

La invasión de Rusia a Ucrania en este mes de marzo 2022 ha desatado una serie de mecanismos mentales, ideológicos, entre los que no somos protagonistas de semejante situación. Enumerando: deshistorización sistemática, movida del tablero geopoilítico, pensamiento doble (dejemos a un lado el maniqueísmo, por intelectualmente penoso), campañas contra el intervencionismo y un largo etcétera.

Deshistorización sistemática

El 99 % de los análisis, abordajes, se remonta a lo sumo hasta 2014… al cambio de mano de la península de Crimea, la proclamación de las repúblicas rusoparlantes de Lugansk y Donetsk en la zona del Donbass. Ignorar todo el período soviético (1919-1991) es de una superficialidad o imposible de adoptar.

En tiempos zaristas, con un imperio ensanchádose (en Europa hacia el oeste y en Asia hacia el este), se hablaba de la Madre Rus, o Gran Rus, la Pequeña Rusia o Ucrania y la Rusia Blanca (Bielorrusia). La primera capital imperial fue entonces Kiev.

Hay entonces un denominador común, lo ruso, que es mucho más intenso que el habitual entre naciones distintas o diferenciadas.

A principios del s XX, diversas expresiones políticas ucranianas resistieron el avance bolchevique. Un país muy campesino. Difícil compatibilizar esa realidad campesina y el proyecto proletarista.  Por eso, cuando el nazismo inicia su invasión a la Unión Soviética, en muchas partes de Ucrania no fueron resistidos sino al contrario bienvenidos (allí podría estar el origen histórico de cierta afinidad con la extrema derecha racista en sectores de la población ucraniana).

¿Por qué los nazis podían contar con aliados entre eslavos, siendo su racismo purificador tan hostil ante “razas humanas inferiores” (como suponían la de eslavos)?

El estalinismo produjo estragos en la población, campesina ucraniana. Holodomor. Se estima que millones de ucranianos morían literalmente de hambre mientras los comisarios soviéticos requisaban hasta la última taza de harina, para mayor gloria del proletariado, es decir de ellos mismos y su claque bolchevique.

Saqueados, hambreados, asesinados (si presentaban resistencia a perder su única vaca o la reserva de alimentos para el invierno), los ucranianos sobrevivientes recibieron a los nazis como “salvadores”.

Los nazis, en plena expansión –todavía no habían llegado a Stalingrado y comenzado el principio del fin− pudieron incluso denunciar las fosas colectivas que descubrieron a su paso, que no eran las que ellos todavía no habían empezado a hacer sino las que habían dejado los bolcheviques a su paso con la implantación de la “colectivización forzosa” de 1929 y las hambrunas de la década del ’30 que constituyeron su herencia, ésa también forzosa.

De esa época viene, sin duda, cierta afinidad de población ucraniana con Lado Derecho, Maidan, Destacamento Azov, con el nazismo o cierto racismo étnico.

Porque en Ucrania se repite lo que ha pasado en tantas y tan diversas sociedades: ante las injusticias más flagrantes, hirientes, surge una rebeldía. Incluso una rebelión. Si ese movimiento, psíquico, de una población, que generalmente encarna en una ideología o política justiciera, igualitarista, de rechazo frontal a los privilegios; lo que se califica generalmente de izquierda, falla, porque se revela lo opuesto a lo que predica, entonces, una próxima oleada de insatisfacción profunda, un nuevo movimiento de rechazo social, no vendrá por el lado del igualitarismo, del democratismo, desde la izquierda, sino desde sus opuestos; movimientos autoritarios, radicales, sí,  pero verticalistas, racistas.

La prédica socialista derivó en la URSS, pero también en Ucrania, a la velocidad del rayo, en “almacenes para bolcheviques” que convertían a estos últimos en los únicos que podían comer regularmente, dada la brutal crisis alimentaria que produjo la propia implantación del “nuevo orden” sumada a la escasez ya tradicional de alimentos que castigaba antes a las capas más desguarnecidas. Y esto significó inmediatamente que los más rápidos, los más oportunistas, también se hicieran bolcheviques trastornando el sentido originario, las aspiraciones iniciales.

Esa historia “interna” de la URSS hay que integrarla, secuencialmente, con la segunda posguerra. De allí, sale EE.UU. como poder omnímodo. Sin embargo, en un primer momento se habla de otro triunfador, también: la URSS. El sistema cuatripartito que se estableció entonces, y se corporizó en la ocupación de Alemania por 4 sectores: EE.UU., Rusia, el Reino Unido y Francia. El R.U., un poco a su pesar (pero no demasiado; reconocía una estirpe) concedía el puesto de mando a su vástago y sucesor; EE.UU.

Francia, en cambio, defendió un europeísmo que resultò inconducente porque Europa había entrado en una dependencia, hasta hoy irreversible, de EE.UU.

La URSS figura entonces como una de las dos superpotencias (durante la mayor parte) del s XX. Convertida en potencia nuclear, la URSS asignará a dos de sus repúblicas constituyentes el armamento nuclear: Rusia y Ucrania.

Con el colapso soviético y el consiguiente ascenso a superpotencia única de EE.UU., todo el andamiaje “internacional” que EE.UU. creara a su servicio, la ONU, como en su momento la Sociedad de las Naciones quiso ser la caja de resonancia de la pax britannica (1919-1946), tuvo a su vez un socio principal inesperado; la URSS.

La ONU (California, 1945, sin fecha de vencimiento por ahora) tuvo así un Consejo de Seguridad o Ejecutivo con aquellos ganadores del teatro europeo; EE.UU., Rusia, Reino Unido y Francia) más China, que era la gran presencia del Este en la flamante red internacional.

China era entonces algo muy distinto a la actual, porque gobernaba un régimen occidentalista, anticomunista. Pero en 1949, ese gobierno pierde el control del 99 % del territorio y queda reducido a la isla de Taiwan e islotes adyacentes, y los “Cuatro Grandes” no tienen más remedio que zurcir el tablero mundial, dejando a Taiwan como China nacionalista fuera del Consejo de Seguridad, incorporando a la cúspide a  la República Popular China, convertido ese Consejo así en quinteto (décadas más tarde, Taiwan, la República de China) será expulsada de la ONU, sumándose así a las naciones parias no reconocidas en la ONU (y siendo entre ellas –la nación saharaui, el Tibet, los abjasios− la de mayor tamaño poblacional, con sus más de 20 millones de habitantes).

Ahora bien, el tablero mundial, zurcido, se vuelve a rasgar con el colapso soviético. Y entonces, aparece una Ucrania independiente (formalmente libre de todo poder extranjero). “Granero de Europa”. Una tierra fertilísima, de las mejores de Europa, 40 millones de habitantes, potencia regional. El ideólogo del eje anglonorteamericano, Samuel Huntington, en sus planes para mantener esa supremacía, señalará a Ucrania (y otras naciones de porte mediano-grande, como Turquía) como naciones “partibles”, fracturables. En el caso ucraniano, el período soviético hizo de esa tierra un oeste favorable a Europa y un este más ligado a Rusia. Pero esta fractura viene de antes de la misma URSS por cuanto a grandes rasgos esas mismas configuraciones caracterizaron los asentamientos católicos al oeste y los ortodoxos, al este. Sin tener en cuenta esa historia, “nuestro” presente es incomprensible.

Movidas del tablero geopolítico

El gas y en general las fuentes energéticas rusas son tentadoras para Europa. Por más automación, trascendencia de los límites físicos proporcionados por la industria hipermoderna,  la cercanía física a fuentes energéticas sigue siendo crucial. El petróleo o el gas ruso queda mucho más cerca de Alemania que el que está allende los mares.

Poco a poco se fue tejiendo la red de suministro de tales fuentes energéticas al principal motor industrial europeo; Alemania. El Nord Stream 1, con sus más de 1200 km. de tendido submarino y casi 30 mil millones de m3 de suministro anual, iniciado en 2011, iba a ser de hecho duplicado por el Nord Stream 2 proyectada su inauguración para 2022. Para el eje de la globalización general, bajo la batuta ara la Casa Blanca, el Reino Unido e Israel, este nuevo gasoducto iba a limar asperezas entre Oriente y Occidente (entre Rusia y Europa), y ese posible “estallido de paz” incomoda enormemente a los titulares de la globalización absoluta y propia.

Así que nones. Lidiando por Lugansk y Donetsk se le escapó a Biden: -Si siguen poniendo dificultades, bombardeamos el Nord Stream 2… el periodista sorprendido dijo: ¿Pero y esto qué…, ¿qué tiene que ver? Tiene mucho que ver. Al estilo del político orador de Jacques Prévert.[1]

Esta parte del tablero, sin embargo, es apenas parte. “Del otro lado” del mismo tablero, en modo “imperio”, Putin y su equipo se lanzó al agua con una operación militar desembozada, apenas amparada en el reconocimiento “legal” de dos territorios ucranianos poblados por rusos, designados como repúblicas; Lugansk y Donetsk en Ucrania oriental. Esto permitió a Zelenski ubicarse como defensor, como atacado, ignorando el hostigamiento mortal de años sobre esos territorios. Pero es difícil esperar algo más veraz del presidente ucraniano cuando ha “explicado” que si hay víctimas en la Franja de Gaza,[2] son judíos.

Pensamiento doble (¿o dúplice?)

La esquizofrenia política parece ya tan sustancial a la política que se hace difícil despegar una de otra.

Una frase aborrecible pero sincera, proclama: “Al enemigo ni justicia”. Frase que parece sufrir obsolescencia ética, arrojada al vacío de la historia en nuestra era. Por eso, cuando se inicia todo un movimiento “solidario” con la sociedad ucraniana agredida en un ataque artillado, tradicional, al mejor estilo de los desembarcos de cañoneras estadounidenses en el Caribe, los medios de incomunicación de masas se han apresurado a explicar que están contra todos los intervencionismos, todas las agresiones.

Y condenan con toda su fuerza mediática y la de los políticos y referentes que construyen desde allí sus dictámenes, a Rusia. Mediante un boicot generalizado. Pero nos recuerdan que tampoco les ha complacido el atropello a Libia, las matanzas continuas en Palestina, la hecatombe yemení… ¡vaya!, Supongo que en tales casos y situaciones, debían estar muy ocupados como para condenar, boicotear y “cancelar” (que suena como dernier cri en ética…). Pero que ahora, recapitulando, su democratismo sería tan parejo que nos lo recuerdan: condenar por igual a Putin, la OTAN, Israel, EE.UU., Arabia Saudí…

Emociona. Contra Rusia, medidas concretas. Contra OTAN, Israel, EE.UU. o Arabia Saudí… parole, parole. El pensamiento dúplice sigue gozando de muy buena salud…

notas:

[1] «Discurso sobre la paz», de Jacques Prévert:

“Hacia el final de un discurso sumamente importante el gran hombre de Estado al tropezar con una hermosa frase vacía cae dentro y desamparado abriendo mucho la boca jadeando enseña los dientes y la caries dental de sus pacíficos razonamientos deja al descubierto el nervio de la guerra; el delicado asunto del dinero.”

[2] Un territorio que jamás ha sido israelí ni se le conoce pasado judío y que, precisamente por su condición de asiento árabe ha sido particularmente castigado por la ocupación israelí que lo ha atacado repetidamente mediante artillería y bombardeos, pese a ser un enclave civil. Una sociedad, en suma. Sitiado por aire, mar y tierra desde 2006. Una nueva Numancia, celosamente ignorada.

fuente: https://revistafuturos.noblogs.org

Publicado en EE.UU., General, Globocolonización, Medios de incomunicación de masas, Poder mundializado, PolíticaEtiquetado como Estados Unidos, Holodomor, OTAN, Ucrania, Vladimir Putin

La comedia triste de Ucrania

Publicada el 23/03/2022 - 23/03/2022 por raas

Por Hoenir Sarthou
Voces
9 marzo de 2022

Todos los focos mediáticos del mundo, que durante dos años estuvieron dirigidos hacia la pandemia, apuntan hoy a la guerra entre Rusia y Ucrania. Pero no es esa la única similitud entre dos temas que aparentan ser completamente independientes entre sí.

Para los organismos internacionales y para los gobernantes y la prensa occidentales, Rusia, y particularmente Vladimir Putin, han ocupado el lugar demoníaco que hasta ayer tenía el coronavirus.

Con sus advertencias sobre el posible uso de armas nucleares, Rusia y Putin se convirtieron de pronto en la mayor amenaza para la Humanidad. Las lupas mediáticas, que antes se concentraban en escenas dantescas filmadas en los hospitales, apuntan ahora hacia las tragedias individuales que toda guerra genera, presentándolas como resultado de una inaudita maldad del gobierno ruso y de su Presidente.

Las apelaciones a “unir al mundo contra el virus” pasaron a tener como enemigo a Rusia y a Putin.

El resto no ha cambiado. Lo mismos gobernantes, los mismos organismos internacionales, las mismas agencias de información y las mismas empresas administradoras de redes sociales, hoy sólo hablan de la guerra, censuran a las fuentes informativas rusas y silencian cualquier opinión que insinúe que lo que está ocurriendo en Ucrania tiene otras causas que no sean el azar, la maldad insondable de Putin y la inocencia infinita de Ucrania y de su presidente, el mediático y financierizado comediante Volodímir Zelenski.

Desde luego, eso no es lo que está ocurriendo. Porque, para empezar, es muy difícil encontrar a algún Estado que se beneficie con esa guerra. Obviamente, la guerra no le sirve a Ucrania, que se verá inevitablemente arrasada, teniendo además casi un 40% de su población de origen ruso y con simpatía hacia Rusia. No le sirve a Europa, que depende energéticamente del gas de Rusia y vuelve a vivir conflictos militares muy cercanos, con amenazas nucleares, encarecimiento y escasez de recursos, y migraciones provocadas por la guerra.

Tampoco le sirve a Rusia, que en realidad fue forzada a reaccionar por la iniciativa de incorporar a Ucrania a la OTAN, y no sólo soporta el costo de la campaña militar sino sanciones económicas que están dañando su economía y su moneda, mientras que su eventual éxito es ante todo negativo, el de evitar que la OTAN se instale con potencial nuclear junto a sus fronteras, reduciendo así su status de potencia mundial.

Por último, no le sirve al Estado ni al pueblo de los EEUU, que, si no se involucran, podrían ver menguada su imagen de liderazgo occidental, pero, en caso de involucrarse militarmente, podrían verse arrastrados a un conflicto de consecuencias atroces, en el que, al igual que Rusia, tienen poco para ganar y mucho para perder. China es, quizá, la única potencia que, si no interviene más que declarativamente, como hasta ahora, podría beneficiarse de un conflicto serio que involucrara a Rusia, a los EEUU y a Europa, aunque tampoco eso es seguro, al menos a corto plazo, porque habría que considerar cómo se verían afectados sus mercados.

¿Quién se beneficia, entonces, con la guerra de Ucrania?

Para responder, es necesario superar los análisis de tipo decimonónico, que explicaban las guerras como consecuencia de los intereses nacionales de los Estados involucrados.

Que los intereses económicos privados son determinantes de las guerras no es ninguna novedad. Siempre lo fueron. La historia está llena de gobiernos que fueron instigados a la guerra por los sectores industriales, financieros e incluso agrícolas de sus respectivos países, interesados en ampliar mercados o eliminar la competencia extranjera. Incluso es conocido el papel de intereses financieros supranacionales, dirigidos a levantar o a hacer caer a cierta potencia en su propio beneficio.

La novedad de este Siglo XXI es que los capitales privados más grandes han alcanzado un nivel de acumulación, de desarrollo tecnológico, de desterritorialización y de coordinación de sus objetivos (es una de las funciones de lo “Fondos de Inversión”, que hoy controlan la mayor parte de la riqueza mundial), que les permite presentarle al mundo, ya no una serie de jugadas económicas más o menos disimuladas basadas en la corrupción de los gobernantes, sino un proyecto político global, que comprende la reorganización económica, política, jurídica, científica, sanitaria, ambiental, cultural y educativa del mundo.

Cualquiera que siga las declaraciones de los voceros más locuaces de ese poder económico (el Foro Económico Mundial, el Foro de Davos, la obra de Klaus Schwab, las declaraciones de Bill Gates, e incluso declaraciones de miembros prominentes de familias como los Rothschild y los Rockefeller) percibe que hay un proyecto muy claro detrás de lo que dicen.

Ese proyecto se expresa también, ya sin muchos ambages, en los documentos oficiales de los organismos internacionales (ONU, OMS, FMI, OEA, Banco Mundial, etc.) y en los tratados internacionales que se están cocinando y firmando en los últimos años.

Una noción medular del proyecto es que el mundo no puede quedar librado a las veleidades de los gobernantes nacionales, ni a la voluntad demagógicamente manejada de sus habitantes.

La idea es que el mundo enfrenta desafíos globales, epidemias, crisis ambientales, guerras, cambio climático, escasez energética y de recursos, crisis monetarias, etc.,y, como afirma Klaus Schwab en su obra “El gran reinicio”: “Los problemas globales requieren soluciones globales”.

La propuesta de un gobierno mundial es constante. Un gobierno que, obviamente, no es concebido como expresión de la voluntad democrática global, sino como un régimen tecnocrático y meritocrático, en el que el mérito parece equivaler al éxito económico y al poder que deviene de él.

¿Qué otro título tienen los autoproclamados profetas del futuro, Klaus Schwab, Bill Gates, Elon Musk, George Soros y hasta el incipiente Mark Zuckerberg, que sin embargo vaticinan y a la vez ejecutan políticas que afectan al mundo entero?

Lo que digo puede verificarse con hechos contundentes. Todos hemos visto cómo la pandemia fue manejada por –y en beneficio de – una conjunción de intereses financieros, farmacéuticos y de telecomunicacionales, usando para ello a organismos internacionales, a gobiernos y a funcionarios financieramente manejados.

Ahora, a través de la OMS y de un enigmático organismo denominado “Junta de Vigilancia de la Preparación”, se está elaborando un tratado internacional relativo a futuras pandemias, en el que se asigna a la OMS un papel vinculante, es decir con capacidad de mando a nivel mundial en casos de pandemias.

Por otro lado, en 2018 se suscribió el llamado “Acuerdo de Escazú”, suscripto por Uruguay y en vigencia desde hace un año, que permite a cualquier entidad con la capacidad económica suficiente, no sólo reclamar información, sino llevar a los Estados ante la Corte Internacional de Justicia para responder sobre sus políticas de gestión de los recursos naturales existentes en sus territorios. Es obvia la implicancia de ese acuerdo para países como Brasil, que posee la mayor parte de la Amazonia, y para Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, que poseen el Acuífero Guaraní.

Menciono esos dos ejemplos para ilustrar cómo se va trenzando la estructura, en parte jurídica y en parte fáctica, de una “gobernanza” mundial nada democrática, que apunta a reemplazar a los gobiernos nacionales en la toma de decisiones respecto a los asuntos más importantes.

¿Es posible leer la guerra ruso-ucraniana prescindiendo de ese fenómeno?

Creo que no. Básicamente porque ninguno de los Estados involucrados obtendrá beneficios, y tampoco lo obtendrán sus economías locales.

Las guerras son buen negocio para quienes prestan dinero para financiarlas, para quienes fabrican y venden armas, y para quienes, luego de ellas, obtienen contratos ventajosos. Hablamos entonces de intereses y empresas supranacionales, para las que las guerras significan grandes traspasos de dinero y recursos públicos hacia sus arcas privadas.

Pero hay algo más. Una guerra a gran escala, que pudiese afectar nada menos que a los EEUU, a Rusia y a los países europeos, va absolutamente en línea con la idea de un gobierno mundial. Por un lado, se debilitan y desprestigian Estados poderosos (el caso de la autocrática Rusia, que no responde demasiado al poder económico occidental ni a su proyecto de gobernanza, sería paradigmático). Por otro lado, cuanto más cruenta y extendida sea la guerra, sobre todo si hay amenaza nuclear, más volcará a la opinión pública mundial a aceptar cualquier estructura de poder que prometa orden y seguridad.

Banqueros como el ucraniano-israelí- chipriota Ihor Kolomoisky, que, inspirado por otros banqueros, promovió y financió la carrera del comediante Volodímir Zelenski a la presidencia de Ucrania, sabían lo que hacían. Nadie mejor que un comediante para protagonizar una obra de enredos en que nada es lo que parece.

fuente: https://infoposta.com.ar/notas/12307/la-comedia-triste-de-ucrania

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Nuestras graves preocupaciones sobre el manejo de la pandemia de COVID por parte de los gobiernos de las naciones del Reino Unido

Publicada el 04/01/2022 - 04/01/2022 por raas

Escribimos como médicos, enfermeras y otros profesionales sanitarios aliados que no tienen ningún interés en hacerlo. Por el contrario, nos enfrentamos a un riesgo personal en relación con nuestro empleo por hacerlo y/o el riesgo de ser «difamados» personalmente por aquellos a quienes inevitablemente no les gustará que hablemos.

Por varios autores*
22 de agosto de 2021

Sr. Boris Johnson, Primer Ministro

Sra. Nicola Sturgeon, Primera Ministra de Escocia

Sr. Mark Drakeford, Primer Ministro de Gales

Sr. Paul Givan, Primer Ministro de Irlanda del Norte

Sr. Sajid Javid, Secretario de Salud

Dr. Chris Whitty, director médico

Dr. Patrick Vallance, director científico

Estimados señores y señora,

Damos el paso de escribir esta carta pública porque nos ha quedado claro que:

• El gobierno (por lo que nos referimos al gobierno del Reino Unido y tres gobiernos / administraciones delegadas y asesores y agencias gubernamentales asociados, como CMO, CSA, SAGE, MHRA, JCVI, servicios de salud pública, Ofcom, etc., en lo sucesivo, «usted» o el «gobierno ”) Han basado el manejo de la pandemia de COVID en supuestos erróneos.

• Estos le han sido señalados por numerosas personas y organizaciones.

• No ha podido entablar un diálogo y no muestra signos de hacerlo. Le ha quitado a la gente los derechos fundamentales y ha alterado el tejido de la sociedad con poco debate en el Parlamento. Ningún ministro responsable de la política ha aparecido nunca en un debate adecuado con nadie con puntos de vista opuestos en ningún canal de los principales medios de comunicación.

• A pesar de conocer los puntos de vista médicos y científicos alternativos, no ha logrado garantizar una discusión abierta y completa de los pros y los contras de las formas alternativas de controlar la pandemia.

• Las políticas de respuesta a la pandemia implementadas han causado daños masivos, permanentes e innecesarios a nuestra nación, y nunca deben repetirse.

• Solo al revelar la total falta de aprobación generalizada de sus políticas por parte de los profesionales de la salud, el público exigirá un debate más amplio.

En relación a lo anterior, deseamos llamar la atención sobre los siguientes puntos. Se pueden proporcionar referencias de apoyo a pedido.

1. Ningún intento de medir los daños de las políticas de encierro

La evidencia de los efectos desastrosos de los encierros en la salud física y mental de la población está ahí para que todos la vean. Los daños son masivos, generalizados y duraderos. En particular, el impacto psicológico en una generación de niños en desarrollo podría durar toda la vida.

Es por esta razón que las políticas de encierro nunca fueron parte de cualquier plan de preparación para una pandemia antes de 2020. De hecho, fueron expresamente no recomendadas en los documentos de la OMS, incluso para los patógenos virales respiratorios severos y para el caso ni le dieron el cierre de fronteras, revestimientos de cara, y pruebas de personas asintomáticas. Ha habido una ausencia tan inexplicable de consideración de los daños causados ​​por la política de encierro que es difícil evitar la sospecha de que se trata de una evasión deliberada.

La introducción de tales políticas nunca estuvo acompañada de ningún tipo de análisis de riesgo / beneficio. Por malo que sea, es aún peor que después del evento, cuando se dispuso de muchos datos para medir los daños, solo se haya prestado una atención superficial a este aspecto de la planificación pandémica. Profesionales eminentes han pedido en repetidas ocasiones que se discuta sobre estos impactos en la salud en conferencias de prensa, pero han sido ignorados universalmente.

Lo curioso es que las políticas que se estaban llevando a cabo antes de mediados de marzo de 2020 (autoaislamiento de los enfermos y protección de los vulnerables, mientras que por lo demás la sociedad seguía cerca de la normalidad) eran equilibradas, sensatas y reflejaban el enfoque establecido por consenso antes de 2020. No se dio entonces ninguna razón convincente para el abrupto cambio de dirección desde mediados de marzo de 2020 y sorprendentemente no se ha presentado ninguna en ningún momento desde entonces.

2. Naturaleza institucional de COVID

En realidad, desde el principio, a partir de los datos italianos, estaba claro que COVID (la enfermedad, a diferencia de la infección o exposición al SARS-Cov-2) era en gran medida una enfermedad de las instituciones. Los residentes de hogares de ancianos representaron alrededor de la mitad de todas las muertes, a pesar de representar menos del 1% de la población. Las infecciones hospitalarias son el principal impulsor de las tasas de transmisión, como fue el caso tanto del SARS1 como del MERS. La transmisión se asoció con el contacto hospitalario en hasta un 40% de los casos en la primera ola en la primavera de 2020 y en el 64% en el invierno de 2020/2021.

Se produjo una enfermedad grave entre las personas sanas menores de 70 años (como se observa en las pandemias de gripe), pero fue extremadamente rara.

A pesar de esto, no se tomaron medidas tempranas, agresivas y específicas para proteger los hogares de ancianos; por el contrario, los pacientes fueron dados de alta sin pruebas a hogares donde el personal no contaba con el equipo de protección personal, la capacitación y la información adecuados. Como resultado, se produjeron muchas muertes innecesarias.

Los preparativos para el próximo invierno, incluida la garantía de capacidad suficiente y las medidas preventivas, como las soluciones de ventilación, no se han priorizado.

3. La naturaleza exagerada de la amenaza.

La política parece haber estado dirigida a la exageración sistemática del número de muertes que pueden atribuirse al COVID. Las pruebas se diseñaron para encontrar todos los ‘casos’ posibles en lugar de centrarse en las infecciones diagnosticadas clínicamente y los números de casos exagerados resultantes se transmitieron a los datos de muerte con un gran número de personas que murieron ‘con COVID’ y no ‘de COVID’ donde la enfermedad era la causa causa subyacente de la muerte.

La política de publicar una cifra diaria de muertes significaba que la cifra se basaba completamente en el resultado de la prueba de PCR sin aportes de los médicos tratantes. Al incluir todas las muertes dentro de un período de tiempo después de una prueba positiva, las muertes incidentales, con pero no debidas a COVID, no se excluyeron, exagerando así la naturaleza de la amenaza.

Además, en los titulares que informan sobre el número de muertes, no se incluyó una categorización por edad. La edad promedio de una muerte etiquetada por COVID es de 81 años para los hombres y 84 para las mujeres, más alta que la esperanza de vida promedio cuando nacieron estas personas. Este es un hecho muy relevante para evaluar el impacto social de la pandemia. La muerte en la vejez es un fenómeno natural. No se puede decir que una enfermedad que afecta principalmente a los ancianos sea la misma que una que afecta a todas las edades y, sin embargo, el mensaje del gobierno parece diseñado para hacer pensar al público que todos corren el mismo riesgo.

Se pidió a los médicos que completaran los certificados de defunción sabiendo que la muerte del difunto ya había sido registrada como una muerte por COVID por el Gobierno. Dado que sería virtualmente imposible encontrar evidencia que descartara categóricamente al COVID como factor contribuyente a la muerte, una vez registrado como “muerte por COVID” por el gobierno, era inevitable que se incluyera como causa en el certificado de defunción. Siempre es difícil diagnosticar la causa de la muerte y la reducción de las autopsias inevitablemente habrá dado lugar a una mayor inexactitud. El hecho de que las muertes por causas no relacionadas con COVID en realidad se movieron hacia un déficit sustancial (en comparación con el promedio) a medida que aumentaron las muertes etiquetadas con COVID (y esto se revirtió a medida que disminuyeron las muertes etiquetadas con COVID) es una evidencia sorprendente de la atribución excesiva de muertes a COVID.

La tasa general de mortalidad por todas las causas de 2015 a 2019 fue inusualmente baja y, sin embargo, estas cifras se han utilizado para comparar con las cifras de mortalidad de 2020 y 2021, lo que ha hecho que el aumento de la mortalidad parezca sin precedentes. Las comparaciones con datos de años anteriores habrían demostrado que la tasa de mortalidad de 2020 se superó en todos los años anteriores a 2003 y, como resultado, no es excepcional.

Incluso ahora, los casos y muertes de COVID continúan agregándose al total existente sin el rigor adecuado, de modo que los totales generales crecen cada vez más y exageran la amenaza. No se ha hecho ningún esfuerzo para contar los totales en cada temporada de invierno por separado, lo cual es una práctica estándar para todas las demás enfermedades.

Ha seguido adoptando publicidad de alta frecuencia a través de medios de difusión y publicación para aumentar el impacto de los «mensajes de miedo». El costo de esto no se ha publicado ampliamente, pero los sitios web de contratación pública revelan que es inmenso: cientos de millones de libras.

La retórica de los medios de comunicación y el gobierno ahora se está moviendo hacia la idea de que «Long Covid» va a causar una gran morbilidad en todos los grupos de edad, incluidos los niños, sin discutir la normalidad de la fatiga posviral que dura más de 6 meses. Esto se suma al miedo público a la enfermedad, fomentando la vacunación entre aquellos que tienen muy pocas probabilidades de sufrir efectos adversos por COVID.

4. Supresión activa de la discusión sobre el tratamiento temprano utilizando protocolos que se están implementando con éxito en otros lugares.

El daño causado por COVID y nuestra respuesta deberían haber significado que se aceptaran los avances en la profilaxis y la terapéutica para COVID. Sin embargo, la evidencia sobre tratamientos exitosos se ha ignorado o incluso se ha suprimido activamente. Por ejemplo, un estudio en Oxford publicado en febrero de 2021 demostró que la budesonida inhalada podría reducir las hospitalizaciones en un 90% en pacientes de bajo riesgo y una publicación de abril de 2021 mostró que la recuperación también fue más rápida para los pacientes de alto riesgo. Sin embargo, esta importante intervención no se ha promovido.

La Dra. Tess Lawrie, de la Consultoría Médica Basada en Evidencia en Bath, presentó al gobierno un análisis exhaustivo de los beneficios profilácticos y terapéuticos de la ivermectina en enero de 2021. Más de 24 ensayos aleatorizados con 3.400 personas han demostrado una reducción del 79-91% en infecciones y una reducción del 27-81% en las muertes con ivermectina.

Muchos médicos son comprensiblemente cautelosos acerca de una posible interpretación excesiva de los datos disponibles para los medicamentos mencionados anteriormente y otros tratamientos, aunque debe tenerse en cuenta que no parece haberse aplicado tal precaución en relación con el tratamiento de los datos en torno a las intervenciones del gobierno (por ejemplo, la eficacia de los cierres cerrados o las máscaras) cuando se utilizan en apoyo de la agenda del gobierno.

Cualquiera que sea la opinión de uno sobre los méritos de estos medicamentos reutilizados, es totalmente inaceptable que los médicos que han intentado simplemente abrir una discusión sobre los beneficios potenciales de los tratamientos tempranos para COVID hayan sido censurados de manera severa e inexplicable. Saber que los tratamientos tempranos que podrían reducir el riesgo de requerir hospitalización podrían estar disponibles alteraría la visión completa que tienen muchos profesionales y legos sobre la amenaza que representa el COVID y, por lo tanto, la relación riesgo / beneficio de la vacunación, especialmente en los grupos más jóvenes.

5. Uso inapropiado y poco ético de la ciencia del comportamiento para generar miedo injustificado.

La propagación de una narrativa de miedo deliberada (confirmada a través de documentación gubernamental de acceso público) ha sido desproporcionada, dañina y contraproducente. Solicitamos que cese de inmediato.

Para dar solo un ejemplo, las políticas de cobertura facial del gobierno parecen haber sido impulsadas por el asesoramiento de la psicología conductual en relación con la generación de un nivel de miedo necesario para el cumplimiento de otras políticas. Esas políticas no parecen haber sido impulsadas por razones de control de infecciones, porque no hay evidencia sólida que demuestre que el uso de una cubierta facial (en particular de tela o máscaras quirúrgicas estándar) sea eficaz contra la transmisión de patógenos respiratorios aerotransportados como el SARS-Cov-2. Varias instituciones e individuos de alto perfil son conscientes de esto y han abogado en contra de cubrirse la cara durante esta pandemia solo inexplicablemente para revertir su consejo sin ninguna justificación científica de la que tengamos conocimiento. Por otro lado, existe mucha evidencia que sugiere que el uso de mascarillas puede causar múltiples daños, tanto físico como mental. Esto ha sido particularmente angustiante para los niños en edad escolar de la nación, quienes han sido alentados por la política del gobierno y sus escuelas a usar máscaras durante largos períodos en la escuela.

Finalmente, el uso de cubrimientos faciales es altamente simbólico y, por lo tanto, contraproducente para hacer que las personas se sientan seguras. El uso prolongado corre el riesgo de convertirse en un comportamiento de seguridad arraigado, que en realidad impide que las personas vuelvan a la normalidad porque atribuyen erróneamente su seguridad al acto de usar una máscara y no al riesgo remoto, para la gran mayoría de las personas sanas menores de 70 años, de contagiarse. el virus y malestar grave con COVID.

6. Falta de comprensión de la naturaleza ubicua de las mutaciones de los virus emergentes.

La mutación de cualquier virus nuevo en cepas más nuevas, especialmente cuando se encuentra bajo presión de selección debido a restricciones anormales de mezcla y vacunación, es normal, inevitable y no es algo de lo que preocuparse. Ya se han identificado cientos de miles de mutaciones de la cepa original de Wuhan. Perseguir cada nueva variante emergente es contraproducente, dañino y totalmente innecesario y no hay evidencia convincente de que cualquier variante recién identificada sea más mortal que la cepa original.

Las cepas mutantes aparecen simultáneamente en diferentes países (a modo de «evolución convergente») y el cierre de las fronteras nacionales en un intento de evitar que las variantes viajen de un país a otro no tiene un propósito significativo de control de infecciones y debe abandonarse.

7. Malentendido de la propagación asintomática y su uso para promover el cumplimiento público de las restricciones.

Está bien establecido que la propagación asintomática nunca ha sido un factor importante de una pandemia de enfermedades respiratorias y nos oponemos a sus mensajes constantes que implican esto, que deben cesar de inmediato. Nunca antes habíamos pervertido la práctica centenaria de aislar a los enfermos aislando a los sanos. Los mandatos repetidos a personas sanas y asintomáticas de autoaislamiento, especialmente los escolares, no tienen ningún propósito útil y solo han contribuido a los daños generalizados de tales políticas. En la gran mayoría de los casos, las personas sanas son sanas y no pueden transmitir el virus y solo se debe aislar a las personas enfermas que presenten síntomas.

Se ha demostrado que la afirmación del gobierno de que una de cada tres personas podría tener el virus es incompatible entre sí con los datos de la OMS sobre la prevalencia de la enfermedad en la sociedad, y el único efecto de este mensaje parece haber sido generar miedo y promover el cumplimiento de las restricciones gubernamentales. El mensaje del gobierno de «actuar como si tuvieras el virus» también ha provocado miedo innecesariamente, dado que es muy poco probable que las personas sanas transmitan el virus a otras personas.

La prueba de PCR, ampliamente utilizada para determinar la existencia de «casos», ahora se reconoce indiscutiblemente que no puede detectar de manera confiable la infecciosidad. La prueba no puede discriminar entre aquellos en quienes la presencia de fragmentos de material genético que coinciden parcialmente con el virus es incidental (tal vez debido a una infección pasada), representa una infección activa o indica una infecciosidad. Sin embargo, se ha utilizado casi universalmente sin calificación o diagnóstico clínico para justificar políticas de bloqueo y para poner en cuarentena a millones de personas innecesariamente a un costo enorme para la salud y el bienestar y para la economía del país.

Los países que han eliminado las restricciones comunitarias no han visto consecuencias negativas que puedan atribuirse a la flexibilización. Los datos empíricos de muchos países demuestran que el aumento y la disminución de las infecciones es estacional y no se debe a restricciones o cubrimientos faciales. La razón del impacto reducido de cada oleada sucesiva es que: (1) la mayoría de las personas tienen algún nivel de inmunidad, ya sea por inmunidad previa o por inmunidad adquirida a través de la exposición; (2) como es habitual con los nuevos virus emergentes, parece que se ha producido una mutación del virus hacia cepas que causan una enfermedad más leve. La vacunación también puede contribuir a esto, aunque su durabilidad y nivel de protección contra variantes no está claro. 

El gobierno parece estar hablando de “aprender a vivir con COVID” mientras aparentemente practica de manera sigilosa una estrategia de “cero COVID” que es inútil y, en última instancia, dañina para la red.

8. Pruebas masivas de niños sanos

Pruebas repetidas de niños para encontrar casos asintomáticos que es poco probable que propaguen el virus, y tratarlos como una especie de peligro biológico es dañino, no tiene ningún propósito de salud pública y debe detenerse.

Durante el período de Semana Santa, se gastó semanalmente una cantidad equivalente al costo de construir un Hospital General de Distrito en hacer pruebas a los escolares para encontrar algunos miles de ‘casos’ positivos, ninguno de los cuales era grave hasta donde sabemos.

Los bloqueos son, de hecho, un contribuyente mucho mayor a los problemas de salud infantil, con niveles récord de enfermedades mentales y niveles elevados de infecciones no COVID, que algunos expertos consideran que son el resultado del distanciamiento que resulta en el descondicionamiento del sistema inmunológico.

9. La vacunación de toda la población adulta nunca debería haber sido un requisito previo para poner fin a las restricciones.

Basándose simplemente en los primeros datos de vacunas «prometedoras», está claro que el gobierno decidió en el verano de 2020 seguir una política de supresión viral en toda la población hasta que la vacuna estuviera disponible (que inicialmente se dijo que era solo para los vulnerables, pero luego se modificó – sin un debate adecuado o un análisis riguroso – a toda la población adulta).

Esta decisión se tomó a pesar de los daños masivos resultantes de los bloqueos continuos que usted conocía o debían haber sido determinados para ser considerados en el proceso de toma de decisiones.

Además, en relación con la campaña de vacunación se han violado una serie de principios de buena práctica médica y estándares éticos previamente impecables, lo que significa que, en la mayoría de los casos, se debe cuestionar seriamente si el consentimiento obtenido puede considerarse verdaderamente como “plenamente informado”:

• El uso de la coacción respaldado por una campaña mediática sin precedentes para persuadir al público de que se vacune, incluidas amenazas de discriminación, ya sea con el apoyo de la ley o alentado socialmente, por ejemplo, en cooperación con plataformas de redes sociales y aplicaciones de citas.

• La omisión de información que permita a las personas tomar una decisión totalmente informada, especialmente en relación con la naturaleza experimental de los agentes de la vacuna, el riesgo de COVID de fondo extremadamente bajo para la mayoría de las personas, la aparición conocida de efectos secundarios a corto plazo y los efectos desconocidos a largo plazo.

Por último, observamos que el Gobierno está considerando seriamente la posibilidad de que estas vacunas, que no tienen datos de seguridad asociados a largo plazo, puedan administrarse a los niños sobre la base de que esto podría proporcionar algún grado de protección a los adultos. Consideramos que esa noción es una inversión espantosa y poco ética del deber aceptado desde hace mucho tiempo que recae sobre los adultos de proteger a los niños.

10. Dependencia excesiva del modelado mientras se ignoran los datos del mundo real

A lo largo de la pandemia, las decisiones parecen haberse tomado utilizando modelos no validados producidos por grupos que tienen lo que solo puede describirse como un historial lamentable, sobrestimando enormemente el impacto de varias pandemias anteriores.

Los equipos de toma de decisiones parecen tener muy poca información clínica y, en la medida de lo posible, ninguna experiencia en inmunología clínica.

Además, los supuestos subyacentes al modelo nunca se han ajustado para tener en cuenta las observaciones del mundo real en el Reino Unido y otros países.

Es una admisión asombrosa que, cuando se les preguntó si SAGE había considerado los daños colaterales, la respuesta fue que no era de su competencia, simplemente se les pidió que minimizaran el impacto de COVID. Eso podría ser perdonable si algún otro grupo asesor estuviese constantemente estudiando el lado de daños del libro mayor, pero parece que no ha sido así.

Conclusiones

El enfoque del Reino Unido hacia COVID ha fracasado palpablemente. En el aparente deseo de proteger a un grupo vulnerable – los ancianos – las políticas implementadas han causado daños colaterales generalizados y desproporcionados a muchos otros grupos vulnerables, especialmente a los niños. Además, sus políticas han fallado, en cualquier caso, para evitar que el Reino Unido alcance una de las tasas de muerte por COVID más altas del mundo.

Ahora, a pesar de las tasas de vacunación muy altas y las tasas de muerte y hospitalización por COVID actualmente muy bajas, la política continúa apuntando a mantener a una población discapacitada por el miedo extremo con restricciones en la vida cotidiana que prolongan y agravan los daños derivados de las políticas. Para dar solo un ejemplo, las listas de espera del NHS ahora ascienden oficialmente a 5,1 millones y, según el anterior Secretario de Salud, es probable que otros 7 millones requieran tratamiento que aún no se ha presentado. Esto es inaceptable y debe abordarse con urgencia.

En resumen, es necesario que haya un cambio radical dentro del Gobierno, que ahora debe prestar la debida atención a los estimados expertos fuera de su círculo íntimo que están haciendo sonar estas alarmas. Como involucrados en la salud, estamos comprometidos con nuestro juramento de «primero no hacer daño», y ya no podemos quedarnos en silencio observando políticas que han impuesto una serie de supuestas «curas» que de hecho son mucho peores que la enfermedad. se supone que deben abordar.

Los firmantes de esta carta le piden a usted, en el Gobierno, que sin más demora amplíe el debate sobre la política, consulte abiertamente con grupos de científicos, médicos, psicólogos y otros que comparten puntos de vista alternativos cruciales, científicamente válidos y basados ​​en evidencias y que deben hacer todo lo que esté en su poder para devolver el país lo más rápidamente posible a la normalidad con el mínimo de daño adicional a la sociedad.

Tuyo sinceramente,

Dr. Jonathan Engler, MB ChB LLB (con honores) DipPharmMed

Profesor John A Fairclough, BM BS B Med Sci FRCS FFSEM, Cirujano consultor, dirigió el programa de vacunación para un brote de poliomielitis, ex presidente BOSTA, para cirujanos ortopédicos, miembro de la facultad FFSEM

Sr. Tony Hinton, MB ChB, FRCS, FRCS (Oto), cirujano consultor

Dr Renee Hoenderkamp, ​​BSc (Hons) MBBS MRCGP, Médico general

Dr. Ros Jones, MBBS, MD, FRCPCH, pediatra consultor jubilado

Sr. Malcolm Loudon, MB ChB MD FRCSEd FRCS (Gen Surg) MIHM VR

Dr. Geoffrey Maidment, MBBS, MD, FRCP, médico consultor jubilado

Dr. Alan Mordue, MB ChB, FFPH (retirado), consultor jubilado en medicina de salud pública

Sr. Colin Natali, BSc (Hons), MBBS FRCS FRCS (Orth), Cirujano consultor de columna

Dra. Helen Westwood, MBChB MRCGP DCH DRCOG, Médico general

Otros firmantes(ver en el link original)

Por qué debería firmar esta carta

El propósito de la carta se establece en él, pero en resumen es para:

• Notifique al gobierno y a los ciudadanos del Reino Unido que:

1. Al contrario de lo que informan los principales medios de comunicación, no se ha alcanzado un consenso científico en la mayoría de las áreas de la respuesta a la pandemia, ya que no se ha permitido un debate científico riguroso y abierto.

2. Un número significativo de profesionales de la salud no está de acuerdo con muchos aspectos de las políticas de manejo de pandemias.

• Generar demanda pública para que se permita un debate público más amplio.

Si desea agregar su nombre a la carta, complete el formulario a continuación.

Para obtener más información sobre «Speak Out«, el servicio de denuncia de irregularidades de la Asamblea Covid19

Comparta esta carta con otros profesionales que deseen firmarla.

Texto traducido automáticamente con Google Translate.

fuente: https://www-covid19assembly-org.translate.goog/doctors-open-letter

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Publicado en Ciencia, Conocimiento, Destrozando el sentido común, General, Poder mundializado, Salud. Y enfermedadEtiquetado como confinamiento forzado, confinamiento masivo, Covid-19, sars-cov2

El vapor, el sombrero caliente y la poción de las brujas

Publicada el 31/10/2021 por raas

Un cuento de hadas

Por Margaret Anna Alice
MargaretAnnaAlice.com
a Través del Espejo
agosto 2021

Érase una vez en una tierra próspera, un rumor recorrió el reino de que había un vapor invisible flotando en el aire. Muchos vapores habían llegado antes, pero este era tan extraordinario que requería una respuesta extraordinaria. Este vapor, gritaban los pregoneros, podría matarte en cualquier momento y en cualquier lugar. Puedes contraerlo hablando, respirando o cantando.  Puedes contraerlo parándose o caminando demasiado cerca de alguien. Incluso puedes conseguirlo jugando. Y lo más aterrador de todo: podrías conseguirlo y ni siquiera saber que lo tenías.

La única forma de escapar era esconderse en el interior, mantenerse alejado de la gente y frotarse las manos con una gelatina, un gel transparente cada vez que tocaba algo. Los comerciantes dejaron de comerciar, los aprendices dejaron de aprender y la gente dejó de ver a la gente.

Todos los días, los pregoneros del pueblo gritaban la cantidad de personas que habían captado el vapor; la mayoría no lo sabía ya que se sentían igual que de costumbre, solo que mucho más asustados. Solo supieron que lo tenían debido a un cierto hechizo, una profecía que un hechicero había escrito antes de que llegara el vapor. 

El hechicero había dicho que se suponía que no debía estar hecho para vapores y que no podía decirle a la gente si habían atrapado un vapor o no. Pero el hechicero había muerto, y los consejeros del rey decidieron lanzar el hechizo, de todos modos, y así fue como la gente descubrió que tenían el vapor.

Los pregoneros del pueblo gritaban los últimos números de muertos con tanta frecuencia que sus voces se volvían roncas. Casi todos los que murieron eran muy, muy viejos o muy, muy enfermos o muy, muy gordos. Casi nadie más murió, y al final del año, resultaría que había muerto aproximadamente el mismo número que en otros años.

Aun así, era un vapor muy aterrador, y todo el reino tuvo que cambiar por el bien del público. La tierra ya no era próspera, pero el rey simplemente acuñó más monedas y las arrojó a sus súbditos para que no se dieran cuenta de inmediato. Con el tiempo, se les dijo a las personas que podían salir de su escondite y que el mercado podría volver a abrirse si todos seguían algunas reglas. 

Tenían que usar un sombrero caliente y áspero que les cubriera las orejas y los ojos para que el vapor no pudiera entrar en sus oídos o en sus ojos. Tenían que saltar cinco veces hacia adelante y cinco veces hacia atrás si accidentalmente se acercaban demasiado a otra persona. Verdaderos saltamontes. Y, por supuesto, tuvieron que frotarse las manos con gel después de tocar cualquier cosa.

Algunas personas pensaban que con los sombreros parecían tontos e incluso que eran un poco peligrosos, ya que les dificultan oír y ver y los hacían sudar en el verano. Hacer el salto tomó tanto tiempo y trabajo, que la gente no pudo hacer mucho.

Cuando esas personas no usaban los sombreros ni saltaban, el resto de la gente se enojaba mucho y decía que era su culpa que la gente muriera y se enfermara y no pudiera vivir como solía vivir.  Algunos incluso empezaron a usar dos o más sombreros para una protección adicional contra los Anti-Sombreros y Anti-Saltos.

De vez en cuando, el rey le decía a la gente que se escondiera de nuevo adentro porque demasiada gente estaba atrapando el vapor. No podían trabajar, comprar ni visitar a las personas que amaban. No había mucho que hacer además de estar escuchando a los pregoneros del pueblo, que siempre le hacen saber a la gente lo asustados, enojados y resentidos que deben sentirse todos, especialmente hacia los Anti-Sombreros y Anti-Saltos.

De repente, la gente comenzó a sentirse más esperanzada. Unas cuantas brujas que eran más ricas que todos los reyes y reinas del mundo combinados se ofrecieron a hacer una poción, un brebaje que la gente necesitaría tragar de vez en cuando para mantenerse a salvo del vapor, pero solo funcionará si todos la bebieran juntos.

Tomó algunos meses, pero eventualmente las brujas tenían su propio sabor (uva, naranja y coctel tropical) y estaban listas para verterlas en la boca de la gente. Siempre que se hacían pociones en el pasado, las brujas habían tenido que pasar años y años asegurándose de que fuera seguro antes de dárselas a la gente.

Esta vez, sin embargo, el vapor fue tan aterrador que se saltaron todos esos pasos para que la gente pudiera salvarse antes. Incluso consiguieron que el rey emitiera un decreto especial para que nadie pudiera herir a las brujas si les pasaba algo malo después de beber la poción, ese líquido salvador. El rey reunió las tres cuartas partes de las monedas que había recogido de la gente ese año y se las presentó a las brujas.

Casi todo el mundo estaba ansioso por beber la poción de ese licor con jugo de uva, naranja o tropical. Se jactan de ir a buscarlo y se lo contaron a todos después de tomar su primera y segunda bebida. Cuando se encontraron con alguien que no quería beberlo, se enojaron mucho.  Los pregoneros en alta voz les dijeron a todos que les gritaran a los Anti-Bebedores porque era su culpa que no pudieran volver a la vida como era antes del vapor.

Algo extraño sucedió después de que la gente comenzó a beber la poción. Algunos de ellos atrapan el vapor, de todos modos, pero eso fue porque era una versión del vapor que las brujas no habían planeado; aun así, era importante beber ambas dosis de la poción porque era mejor que no beberlas. 

Sin embargo, para estar seguros, los pregoneros dijeron que deberían volver a usar sombreros calientes y saltar, aunque la mayoría no se había detenido al principio porque temían lo que sucedería si lo hicieran (o peor, podrían confundirse con un Anti-Sombrerero, Anti-Saltos o Anti-Bebedero). Aún más extraño, algunas de las personas que habían bebido la poción murieron justo después o poco después de beberla. 

A diferencia de las personas que murieron por el vapor, estas personas a menudo eran muy, muy jóvenes o muy, muy sanas o muy, muy en forma. Los pregoneros nunca gritaron anunciando sobre estas muertes. Si alguien lo mencionaba enseguida, lo llamaron Anti-Sombrerero, Anti-Saltador y Anti-Bebedor.

Ser un Anti-Bebedor fue lo peor de todo porque todos saben que necesitas beber para sobrevivir. Si está en contra de beber la poción, seguramente también debe estar en contra de beber agua, y todos sabemos que no se puede vivir sin beber agua.

No todos los que bebieron la poción murieron. A algunos les sucedieron cosas extrañas en sus cuerpos. Temblaban todo el tiempo o tenían enfermedades raras o notaron que partes de sus cuerpos dejaron de funcionar. Estaban postrados en cama o cojos o heridos de diferentes maneras y no podían vivir como lo hacían antes o incluso después del vapor. Los pregoneros tampoco le contaron a nadie sobre estas personas. Y luego estaban los bebedores que se sentían perfectamente bien… por ahora. 

La poción nunca había sido probada por más de unos meses, por lo que nadie estaba realmente seguro de lo que sucedería en el próximo año o dos o más. También era un tipo de poción diferente a la que nadie había bebido antes.

Esta poción cambió algo dentro de ti que nunca podría deshacerse. La gente también necesitaría beber nuevas versiones de la poción cada pocos meses, y el rey tendría que seguir dando tres cuartos de las monedas del reino a las brujas para siempre, o al menos mientras existiera el reino. Todos los bebedores supervivientes estaban agradecidos con las brujas y les agradecieron por salvarles la vida. Mostraron con orgullo una marca en la barbilla que significaba que habían bebido la poción. Los que lo habían bebido dos veces tenían dos marcas.

Los que no tenían ninguna marca eran los culpables de los problemas del reino. No se les permitió comprar en el mercado ni trabajar o ser aprendices ni participar en ninguna actividad pública. Fueron avergonzados y rechazados por ser una amenaza para la gente de la tierra. 

Estas personas empezaron a sentir que debían dejar el reino, pero no se les permitía viajar sin las marcas dobles y, además, todos los demás reinados eran iguales a los suyos, de todos modos. No quedaba ningún lugar donde la gente no tuviera miedo del vapor y donde no exigieran que todos bebieran la poción. Pronto, el rey decidió que los Anti-Bebedores eran tan peligrosos que tendrían que estar encerrados en un calabozo hasta que aceptaran beber la poción. Eran libres de elegir el sabor que quisieran. Si decidían no beber, simplemente permanecerán en el calabozo. Depende totalmente de ellos.

Pasó un año y luego otro. Cada vez quedaban menos personas en el reino. Finalmente, quedaron tan pocas personas que el rey ya no pudo recolectar suficientes monedas para pagar a las brujas. El resto de reyes y reinas de todo el mundo estaban en la misma situación. Decidieron unirse en un gran reinado de reyes para poder recolectar suficientes monedas para comprar la poción.

Después de que pasaron ocho años más, no quedaba suficiente gente en todo el mundo para cubrir las cuotas de las brujas. Los gobernantes decidieron que todo lo que pertenecía al pueblo ahora pertenecía al gran reino de los reinos. La gente aún podría vivir en sus chozas, pero no poseería nada. Podrían ganarse la vida con el trabajo; de hecho, ¡podrían ponerse a trabajar haciendo la poción!

La gente ya no necesitaba decidir lo que quería hacer o ser en la vida porque el reino de todos los reinos el Nuevo Reino Mundial decidiría por ellos. La gente no necesitaba pagar nada porque todos los sujetos recibían cantidades igualmente pequeñas de las necesidades. Todos lucían iguales, actuaban igual y pensaban igual.

La mayoría de la gente no recordaba cómo era antes del vapor. Algunos ni siquiera sabían que existía ese momento. Los gobernantes, en cambio, nunca quisieron nada. Tampoco sus amigos, los pregoneros del pueblo. Las brujas eran las más ricas de todas, y con razón, ya que habían salvado al mundo del vapor mortal. No pasó mucho tiempo antes de que no hubiera más sujetos. Los gobernantes, los consejeros, los pregoneros y las brujas tenían todas las riquezas de la tierra para sí mismos, y vivieron felices para siempre.

fuente: http://www.postaportenia.com.ar/notas/12051/el-vapor-el-sombrero-caliente-y-la-poci%C3%B3n-de-las-brujas/

Publicado en Ciencia, Conocimiento, GeneralEtiquetado como Margaret Anna Alice

Carta abierta a todo argentino que tenga de alguna manera responsabilidad sobre los niños y adolescentes

Publicada el 19/10/2021 - 19/10/2021 por raas

Por Liliana Szabó*
10 de octubre de 2021

Quiero expresar públicamente que a pesar de ser Socia Titular de esta entidad (Sociedad Argentina de Pediatría) desde 1983, estoy en completo desacuerdo y repudio totalmente la decisión de la SAP de aconsejar vacunas anti Covid 19 a niños entre los 3 y 11 años, así como su anterior apoyo a la vacunación de adolescentes y la vacunación en embarazadas.

La SAP, entidad ante la cual rendí mi examen de Pediatra con orgullo y alegría hace tantos años, se ha transformado. Ya no responde a inquietudes de los socios (al menos ya varias veces rechazaron las mías) ni a los intereses de la verdadera salud infantil. Ya no se acepta debatir ni cuestionar ni hacer intercambios científicos abiertos con todos los que tengamos una mirada diferente a la del Comité Directivo.

Como socia, he enviado en marzo de 2019 una carta firmada por más de 45 profesionales de la salud a la Presidencia de la SAP y a varios de sus Comités Científicos. En dicha carta planteábamos nuestra preocupación ante el incremento sostenido del número de vacunas obligatorias administrados a los niños y a las embarazadas, sin haberse realizado previamente ningún estudio de seguridad ni de necesidad, coincidiendo tal incremento con el enorme crecimiento de la morbimortalidad infantil atribuible justamente a los componentes de dichas vacunas recibidas

Planteamos en dicha carta la necesidad de un debate científico abierto y público para poder re-evaluar el Calendario Nacional de vacunas. En la misma carta acompañamos nuestra preocupación con 30 ejemplos seleccionados entre los miles de trabajos científicos existentes a nivel mundial que apoyaban nuestra inquietud, además de la evidencia clínica directa en nuestra práctica diaria en consultorio. La única respuesta que recibimos fue de parte de la entonces Presidenta de la SAP, Dra. Diana Pasqualini, en la que literalmente respondió: “no me envíen más Spam”. De los Comités Científicos no recibimos respuesta alguna.

Recientemente en julio de 2021 hemos enviado en forma grupal otro pedido de documentación y explicaciones científicas sobre el tema vacunas y tampoco hemos recibido respuesta.

Por otro lado, varios miembros de alta jerarquía de las filiales SAP de lugares tales como CABA, Córdoba, Santa Fe y Mendoza fueron convocados este año a distintos programas radiales para dialogar y aclarar conceptos científicos y en ningún caso pudieron responder a nuestras preguntas ni mostrar los estudios que según ellos existen para probar la inocuidad de la vacuna que estaban defendiendo. Por el contrario, en el programa en el cuál participé la doctora (de SAP Córdoba) se retiró del programa muy enojada porque le solicité que me facilitara los datos de un estudio del laboratorio Moderna sobre su vacuna Covid 19 en niños, en el cual ella basaba su opinión de que dicha vacuna era inofensiva.

Hace pocos días la Dra. Marcela Witt, bioquímica, concurrió personalmente a la SAP a solicitar amablemente informes sobre los componentes de las vacunas anti Covid 19 y pidió que le compartieran los resultados de los supuestos estudios de seguridad sobre los que dicen que se están basando para afirmar que la vacuna es apta para uso en niños. No solo no le entregaron ninguna prueba de seguridad ni ningún estudio, sino que además le cerraron la puerta en la cara a los gritos (esto está filmado)

Paso a detallar ahora los motivos médicos y éticos por los que estoy en total desacuerdo con indicar ninguna de las vacunas Covid 19 existentes a ningún niño ni adolescente ni embarazada:

1- Para que sea necesario indicar una vacuna, dicha vacuna debe estar justificada al ser capaz de prevenir una enfermedad muy grave y letal que no tenga tratamiento alguno.

Nota: esta enfermedad llamada COVID 19 no solo no es mortal en la infancia (salvo casos muy raros de pacientes inmunosuprimidos que podrían morir por cualquier resfrío) sino que por el contrario produce cuadros muy leves que se curan espontáneamente en pocos días. La mayoría de los niños se inmuniza naturalmente sin enfermar ni contagiar* y de esta manera logra inmunidad de por vida como para cualquier virus, colaborando al efecto rebaño que a su vez protege al resto de la población. Por otro lado, actualmente ya se conocen cuáles son los tratamientos correctos para tratar esta enfermedad desde su inicio y prevenir la internación y la muerte.

(*Esto quedó demostrado en un estudio hecho en Wuhan, China con 10.000.000 de personas que mostró que los asintomáticos no contagian, en noviembre de 2020)

2- Para indicar una vacuna, esta tiene que haber probado no solo su eficacia (capacidad de aumentar el número de anticuerpos en sangre, lo cual NO indica que la persona sea inmune) sino fundamentalmente tiene que comprobarse su efectividad (la efectividad se demuestra mediante el descenso significativo del número de casos de enfermos y muertos en poblaciones vacunadas comparadas con las no vacunadas).

Nota: ya se ha visto en todos los países que han aplicado estas vacunas (de cualquier tipo y marca) que luego de la vacunación masiva curiosamente han aumentado los casos de contagiados y muertos dentro de los mismos vacunados, además de aparecer cepas llamadas “nuevas” entre los mismos. Por lo tanto pareciera que estas vacunas hasta el momento no previenen ni el contagio ni la muerte por Covid 19. Si no ha funcionado en adultos ¿qué criterio científico se está usando para creer que puede funcionar en niños?

3- Para elaborar una vacuna se necesita primero aislar el antígeno (en este caso un virus) contra el que se quiere proteger. Con dicho antígeno, a veces atenuado y a veces muerto, se elabora la vacuna, junto con muchos otros componentes que lo acompañan.

Nota: se nos ha dicho que el virus que provoca la enfermedad Covid 19 pertenece a la familia de los Coronavirus y se denomina SARS COV 2. Sin embargo, según declaran los virólogos a nivel nacional e internacional, hasta ahora dicho virus no se ha podido aislar, ya que no ha cumplido con los postulados de Koch que probarían totalmente su existencia. Por lo tanto ¿con qué antígeno o partícula viral han elaborado una vacuna, en el caso de la Sinopharm por ejemplo, si aún no se ha podido aislar el virus? Tampoco se ha podido demostrar la presencia del mencionado virus en las autopsias hechas en ninguna parte del mundo a muertos con diagnóstico de Covid 19.

4- Para indicar una vacuna a la franja etaria infantil para la cual no existe ninguna necesidad ni urgencia sanitaria y que además de encontrarse en pleno desarrollo, constituye el futuro de toda nuestra población, se deben hacer estudios de seguridad a corto, mediano y largo plazo para asegurarse de que no haya ningún tipo de riesgo causado por ninguno de los componentes de dicha vacuna. Un estudio verdadero de seguridad necesita varios años de seguimiento cercano y completo de los voluntarios vacunados.

Nota: acá se está hablando de un supuesto estudio de seguridad realizado en solo 2 meses, al que hasta la fecha no se tiene acceso público.

5- Para indicar una vacuna, además de evaluar si ésta realmente es necesaria y si va a traer más beneficios que problemas, se deben conocer, como en el caso de cualquier prescrip-ción médica, los componentes totales reales de dicha vacuna. En base a estos datos el médico junto con su paciente puede evaluar si alguno de los componentes es potencialmente dañino para dicho paciente; si existe alguna contraindicación médica personal por antecedentes de enfermedad o por tendencias fliares. o genéticas que determinen una individual susceptibilidad a cualquiera de sus componentes, en cuyo caso NO se debe aplicar dicha vacuna.

Nota: desde noviembre de 2020 por la Ley 27.573 se otorgó a los laboratorios fabricantes de vacunas no solo la eximición de responsabilidad frente a posibles efectos adversos, sino el derecho a guardar en secreto sus componentes (acuerdo de confidencialidad, art. 5º). Ya sabemos, porque así lo han declarado, que la mayoría de las vacunas COVID 19 contienen ARNm (material genético capaz de recombinarse dentro de nuestras propias células y así modificar nuestro propio ADN) y que la vacuna Sinopharm declara que tiene antígenos cultivados en células VERO (o sea que contiene material genético de riñón de mono, con capacidad de generar reacciones autoinmunes en el ser humano como cualquier proteína extraña inyectada).

El ARNm tiene la capacidad de modificar el código genético humano pero todavía no se conoce cuáles serían las consecuencias de este cambio genético (¿autoinmunidad? ¿cáncer? ¿alteración de la fertilidad? ¿daño genético en las futuras generaciones?). Por lo tanto ¿cómo se puede indicar una inoculación masiva sin siquiera saber qué se está inyectando y qué consecuencias tendrá en la salud de los niños y en su descendencia futura a corto, mediano y largo plazo?

6- En muchos países del mundo, como por ejemplo en EEUU en los que se inició hace rato la vacunación masiva en adolescentes, ya se han declarado miles de muertes y casos severos de miocarditis y enfermedades neurológicas discapacitantes (datos oficiales del VAERS, entidad encargada de la farmacovigilancia que recoge denuncias de efectos adversos y muertes). Un solo caso, una sola muerte o enfermedad grave, debería ser razón suficiente para detener esta vacunación, ya que la enfermedad que intenta prevenir de ninguna manera produce efectos tan graves en los niños como los que ha producido la vacuna.

¿Qué está pasando que ninguna entidad médica reacciona y detiene esta peligrosa campaña de vacunación? ¿Qué pasa que nuestra propia SAP, entidad que debe ser la protectora de la salud integral de los niños, no ha tenido en cuenta la experiencia negativa con la vacunación infanto-juvenil de otros países?

No importa de qué vacuna se trate porque igualmente no sabemos qué contienen y qué componentes están ocultando. Para actuar como pediatras responsables debemos conocer exactamente lo que estamos prescribiendo y evaluar seriamente los riesgos versus los beneficios. También están siendo reportados muchos casos de muerte fetal al vacunarse la madre durante el embarazo, así como muertes en lactantes al ser amamantados por su madre vacunada. ¿Qué les pasa a los obstetras que han aprobado las vacunas en las embarazadas sin ningún estudio de seguridad serio previo?

7- La ley de vacunación obligatoria 27.491 va totalmente en contra de la Constitución Argentina y de la Ley 26.529 que nos otorga el derecho al Consentimiento Informado, según el cual se debe informar verazmente qué sustancias van a ser inyectadas y qué efectos adversos pueden ocasionar. En base a esto, el ciudadano tiene la opción de decidir si acepta o no dicha vacuna, ya que nadie se hará responsable por su salud ni por su vida salvo el mismo ciudadano.

Nota: un niño es un ser indefenso a merced de los adultos que deciden por él. Confía en las decisiones de sus padres y de sus pediatras y por lo tanto es víctima inocente de los errores que ellos cometan. Por lo tanto, es con nuestros niños por quienes tenemos que exigir pureza en las indicaciones médicas y la máxima precaución: ante la mínima duda de que se pudiera producir un daño, hay que abstenerse y esperar. Para poder indicar estas vacunas con 100% de seguridad y beneficio se requieren: Honestidad. Seguridad. Inocuidad. Beneficio real y concreto. Ninguna de estas condiciones están dadas actualmente para administrar ninguna de las vacunas existentes contra COVID 19.

Escribo estas líneas con el más profundo deseo de que esta carta pueda estimular el auto-cuestionamiento, incentivar la investigación en fuentes confiables neutras y objetivas, sin fines de lucro y despertar el discernimiento a favor de la protección de nuestra población infantil y juvenil, tanto en médicos, padres, autoridades escolares y cualquier otra persona que pueda tener relación con la población infantil.

Primum Non Nocere (Primero no dañar)

*Médica pediatra-, DNI 11.912.668- MN 57156- Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Pediatría (en adelante SAP) Socia nº 2592.

fuente: http://www.postaportenia.com.ar/notas/12060/carta-abierta-a-todo-argentino-que-tenga-de-alguna-manera-responsabilidad-sobre-los-ni%C3%B1os-y-adolescentes/

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