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Categoría: Poder mundializado

Neptuno: ¿dios de agua dulce o de agua salada?

Publicada el 20/11/2022 - 25/12/2022 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández –

Nuestro territorio, como todo territorio periférico, en la arrebatiña de bienes materiales, que ya lleva siglos, percibidos cada vez más como escasos, está sufriendo tarascones,  cada cual más impresionante y lesivo que el anterior, que se consuman siempre con las mejores argumentaciones del “desarrollo”, de la tecnificación, de la erección de infraestructuras que no resultan sino las herramientas más idóneas para que las redes transnacionales,  que cada vez más manejan los bienes del planeta, sigan apropiándose de tales bienes y consiguientemente de nosotros, los humanos cualquiera que habitemos estas tierras.

Algunos “tarascones” han forjado nuestro destino como sociedad colonial; algunos han naufragado, como el proyecto del “Uruguay minero” de la década del ’80; otros, diseñados a largo plazo, como fue la integración de nuestro país a los suministros papeleros del planeta (junto a otras sociedades periféricas, fundamentalmente Brasil, Indonesia, Filipinas) han logrado asentarse y propagarse, adueñándose de territorios que una colonización previa había ido asentando como ganaderos.

Katoen-Natie, un consorcio de transporte marítimo con sede en Bélgica, apreció las condiciones del puerto de Montevideo y su bahía y entendió seguramente que podía tener un papel clave en el Cono sur americano y se apropió de su administración durante 60 años, es decir durante una docena de presidencias que quedan así embretadas para encarar cualquier política nacional, uruguaya;  portuaria, impositiva, ambiental que necesite contar con disponer de los recintos portuarios.

El contrato con Katoen-Natie es un recorte, otro, a nuestra soberanía. Territorial y consiguientemente cultural.

El contrato que firmó el presidente uruguayo con el laboratorio Pfizer concediéndole carácter secreto a su producción de medicamentos es otra abdicación de soberanía que deja librada a nuestra población al saber discrecional de un laboratorio y su comportamiento empresarial, tratándose de un laboratorio que pertenece al conocido grupo financiero Black Rock, que ha recibido demandas por cientos de millones de dólares por sus “medicamentos” Neurontin y Celebrex por los ingentes daños que ha producido en miles de pacientes-víctimas.

Hace muy pocos años se apreció el papel de las aguas superficiales de nuestro país. Que encerraban un valor creciente. Y se diseñó una ley, de riego, que puso en la esfera financiera, mercantilizó, las aguas superficiales del territorio.

Hubo resistencia, pero no la suficiente (se procuró un referendo para decidir el asunto, pero no constituimos la “masa crítica” suficiente).

Con la desertificación inevitable a causa del desmantelamiento creciente del Mato Groso, la Amazonia que es, o era, “a mais grande selva tropical do mundo”  (la segunda, la de Borneo, en Indonesia, de cerca de un millón de km2 fue arrasada hace pocas décadas); América del Sur, el subcontinente mejor regado del planeta, empezará su penuria acuática. Y las aguas superficiales, como las financierizadas por la ley de riego en nuestro territorio, aumentarán su valor en proporción directa a su escasez.

OSE administra el agua potable, la de consumo humano de nuestro país. La cuenca mayor es  la del Santa Lucía, distribuyendo el agua a cerca de dos tercios de la población del país. En previsión de mayor consumo de agua, pero también para atender crisis potenciales, desde hace tiempo, se ha ido buscando como ampliar el suministro o proteger el existente. Durante el gobierno frenteamplista se encaró un suministro complementario para OSE mediante la instalación de otra toma de agua en el arroyo Casupá, en la misma cuenca del Santa Lucía.

Aunque ese proyecto aumenta considerablemente la provisión de agua para  el sistema administrado por OSE, no diversifica su procedencia, lo cual debilita estructuralmente el sistema de agua potable. Y tampoco amplía el proceso de potabilización propiamente dicho.

Atendiendo esa debilidad estructural una UTE−unión transitoria de empresas− SACEEM, Berkes, CIMSA y FAST, presentaron hace ya meses, un diseño de obra para  erigir una nueva fuente potabilizadora.

Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía. Escuchando a un directivo de OSE, que estos cuatro consorcios financiarán todo el emprendimiento y no van a cobrar un peso hasta tanto no tengan todo montado, edificado y resuelto, y que luego se tratará de un pago que no va a llegar ni a los 20 años (17 para ser más preciso),[1] el habitante común y corriente de estas comarcas tiene todo el derecho a preguntarse cómo se paga eso, cuánto se paga por eso y cuáles serán las condiciones a las que nuestro país va a quedar sujeto.

Por un lado, el gobierno nos asegura, con llamativa invocación a una fuente “infinita» de agua (un sonsonete que se repite en cada mensaje), que el proyecto Neptuno es una panacea ante la perspectiva de los límites que se ciernen sobre los actuales servicios de OSE para casi dos tercios de la población del país. Neptuno  resolvería dos limitantes; el de suministro de lo que se denomina “el agua bruta” y, tratamiento mediante, el de la disponibilidad de agua potable.

El del suministro del agua bruta, que el gobierno anterior había encarado con la represa en Casupá, pero que al día de hoy está suspendido, podría encararse con el polder a construir en Arazatí. Si se tratara de una mera sustitución de un proyecto por otro para una única función (suministro del agua bruta) sería insensato o un dispendio, pero el proyecto Neptuno encara el otro aspecto, también fundamental, y es la potabilización del agua para su incorporación a la red ya instalada de OSE.

Ambos aspectos del proyecto se basan en la extracción del agua de la llamada “fuente infinita”; el Río de la Plata. Surgen varias interrogantes; por empezar: nuestro río es un estuario de los ríos Uruguay y Paraná, y aunque bautizado por los primeros europeos que lo surcaron como “Mar Dulce” es una masa acuática mezcla de agua salada, oceánica, y dulce de dichos ríos. Cualquier montevideano lo reconoce, frecuentando la costa: a veces se pesca en agua salada, verdosa, peces como el bagre de mar, azul, y a veces se pesca en agua dulce, amarronada, el bagre de río, amarillo.

Gente del sindicato de OSE ha recordado la persistencia de agua salada o salobre sobre la zona de Arazatí, donde se piensa la instalación del proyecto Neptuno, durante 88 días.

La indudable existencia de agua salada en el Río de la Plata me hace pensar en que un proceso de desalinización es inescindible de todo proyecto de empleo del agua platense (y esto al margen de toda la depuración imprescindible tratándose de ríos, el Uruguay y el Paraná, que bajan por entre cultivos agroindustriales con todas sus cargas químicas que nutren, por ejemplo, a cianobacterias).

El proceso de desalinización para hacer potable el agua del mar es costosísimo, solo pensable en zonas con escasa agua dulce y muy  accesible salada. Como en Arabia Saudita, Israel, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Australia…

Y llama la atención la ausencia de tal consideración alrededor del proyecto que se procura asentar en Arazatí.  Que ni siquiera se roce esa posibilidad (por no decir esa futura necesidad), una eventualidad que trastornará todos los costos.

Llama particularmente la atención que para la elaboración del proyecto Neptuno, los oferentes hayan recurrido a la consultoría de Mekorot, la empresa israelí que administra el agua de Israel y Palestina (discriminando claramente las poblaciones; los caños de suministro a hogares israelíes son mayores que a hogares palestinos; las tarifas a hogares palestinos son mucho más altas que a hogares judíos),[2] y que siendo Mekorot una empresa más que ducha en la cuestión de la desalinización de agua, no aparezca ni una línea al respecto. ¿Habrá un cangrejo escondido bajo la piedra del dios de las aguas? Para acentuar dudas, Mekorot parece desechar el polder inicial de dicho proyecto como reserva de agua y postularía  gestionar ‘reservorios de agua potable en Montevideo’.[3]

Respecto de las consideraciones con que el presidente se ha dedicado a apoyar calurosamente el proyecto Neptuno, debo decir que no entiendo porqué sostiene que “este proyecto cumple estrictamente con el requisito de que el suministro de agua potable a la población corresponda a la esfera pública.” Aclara que “el proyecto está amparado en el artículo 47, numeral 3 de la Constitución de la República.

Transcribo aquí el num. 3 de dicho artículo: “El servicio público de saneamiento y el servicio público de abastecimiento de agua para el consumo humano serán prestados  exclusiva y directamente por personas jurídicas estatales.” Traduzco: OSE.

EL proyecto “Arazatí” entrega el procesamiento del agua, su potabilización, al consorcio a cargo del proyecto Neptuno. Y éste entregaría el agua ”pronta”, a OSE. Por lo tanto, OSE ya no sería el productor del agua potable del sur uruguayo, pese a la palabra presidencial; en todo  caso, su distribuidor en la población (en la red que tiene OSE desde “siempre”). Porque, como explicara el ministro del ramo, Adrián Peña, es el privado “el que diseña, construye y mantiene la infraestructura que queda al servicio de OSE”.

Nuestro país está cada vez más enredado en grandes operaciones financieras de las que se sale únicamente entregando bienes a los virtuales dueños del planeta. Es decir, a los titulares de los emporios que dictaminan las normas que rigen nuestro ordenamiento; las sanitarias, las dietéticas, cibernéticas, financieras, ambientales.

En 1919, en la entonces flamante revolución socialista, delegados campesinos al Segundo Congreso Panruso pudieron enrostrarle a los dirigentes bolcheviques: ‘Nos dicen que somos los dueños de las minas, pero ustedes disponen del carbón, nos dicen que somos los dueños del agua, pero ustedes disponen de la pesca, nos dicen que somos los dueños de la tierra, pero ustedes son los que administran sus frutos’.

Cuando se nos quiere hacer creer que OSE producirá el agua de Neptuno inevitablemente  nos acordamos de tan ominoso antecedente.

notas:

[1]   Declaraciones del gerente general de OSE, 17 nov. 2022.

[2]  Véase por ejemplo Cíntia Barenho, “Água pública sem o sangue dos povos”, 3 dic. 2012.

[3]  La diaria, Informe interno de OSE, 6 jul .2022.

Publicado en Centro / periferia, Globocolonización, Nuestro planeta, Poder mundializado, Uruguay

Israel con su solución final de la cuestión palestina

Publicada el 14/10/2022 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández –

El sionismo entronizado oficialmente en Israel y oficiosamente en gobiernos claves en el mundo, como el de EE.UU., ha encarado la “solución del problema palestino” de diversas maneras.

Llegamos al siglo XXI con la teoría “Sharon” de “hacerles la vida imposible”, así no tienen que ser los israelíes quienes resuelvan activamente la cuestión sino que los propios palestinos  parezcan ser quienes tomen decisiones. Como las de irse, por ejemplo.

Esa política; como no dejarles agregar ni siquiera una habitación de 3 x 3 a una ancestral vivienda palestina, no permitirles acumular ni agua de lluvia y venderles el agua (que en la región es un bien escaso, a 4 o 5 veces su valor comercial para judíos, que, además, tienen en promedio mucho más altos ingresos; no permitir la reedificación de viviendas destruidas mediante bombardeos y artillería en sucesivos ataques que el ejército “de defensa” israelí  ha acometido, no contra inexistentes ejércitos o cuarteles palestinos, sino contra las viviendas, escuelas, hospitales, mezquitas, instalaciones sanitarias o industriales que hay, por ejemplo en la Franja de Gaza. Balear, a veces con artillería pesada botes pescadores, que se alejen apenas de la costa en sus trajines pesqueros, a veces incluso baleados botes y pescadores directamente en la costa.

Llevar hasta la desesperación el tratamiento médico de palestinos, a veces enfermos, a veces parturientas. Aprovechar justamente las necesidades médicas de población palestina, con sus propios hospitales maltrechos y bombardeados, para coaccionarlos con darles asistencia médica si tales pacientes o sus familiares les brindan a cambio informes a la “seguridad israelí”. Este espurio método de envilecer las relaciones y los comportamientos debilita palestinos y fortalece a Israel porque el delator queda prisionero de las dos partes.

El remate de la política de “hacerles la vida invivible” se alcanzó finalmente con el “Acuerdo del Siglo” de 2020. Ya no los juegos escénicos de un Yaser Arafat con un Iszak Rabin más Bill Clinton (Oslo, 1993); o los de Taba (Sinaí, 2000) entre Barak y Arafat o el minuet totalmente inconducente entre Abbas y Sharon (Jerusalén, 2005).

El Acuerdo del Siglo se firmaba entre los jefes ejecutivos de EE.UU. e Israel; Donald Trump, Jared Kushner (su yerno judío y “ministro de todo”, como se lo conociera en la Casa Blanca trumpiana) y Beniamin Netanyahu: era sobre Palestina/Israel, pero sin palestinos; en todo caso, con la perspectiva de “verlos” desaparecer.

Pero la realidad es terca. Además de la enorme población que mediante el terror los sionistas lograron arrancar de cuajo de Palestina (grosso modo, la mitad de su población), otros millones de palestinos se han negado al abandono de su tierra. Han contado con la experiencia de las expulsiones y matanzas anteriores (algo que los primeros expulsados, los del 48, no pudieron hacer por falta total de precedentes).

Las cifras mortuorias jamás han cedido.[1]  La muerte de palestinos ha sido una constante en la vida cotidiana, tanto en los territorios ocupados como en lo que la ONU reconoce como Estado de Israel.

Se estima que en 2021, ha habido 317 muertos, 71 menores (muchos más que en años anteriores, salvo en aquellos con invasiones o represión generalizada (como 1987, 2000, 2005, 2008/2009, 2014…)

En 2022, algunas fuentes revelan que ha aumentado la violencia y la muerte de palestinos a manos israelíes y por ejemplo la comisionada general de la ONU, Michelle Bachelet, expresa su alarma por el número de niños palestinos matados por militares israelíes y el 11 de agosto pidió una rendición de cuentas.

Este aspecto del conflicto entre Israel y los palestinos implica “muchos niños palestinos, víctimas inocentes asesinadas por error -pero también algunas veces fríamente y sin motivo alguno- a manos de militares israelíes.” [2]

“Muchas veces los ataques se dirigen contra lugares públicos que suelen convertirse en refugios para civiles, como escuelas, hospitales, etc. Además de las vidas perdidas, decenas de miles de niños son heridos y algunos de ellos se convierten en discapacitados de por vida.” (ibíd.)

“Hamas tampoco duda en utilizar a los niños palestinos de la Franja de Gaza […] para luchar contra Israel. […] glorifica el martirio e incita a los niños a suicidarse para defender la causa palestina. Con el eslogan «morir por Dios es la victoria», se anima a los niños a comprometerse activamente en el conflicto.” (ibíd.)

Por su parte, B’Tselem,  una organización judía de derechos humanos aclara: “La política letal, gratuita e ilegal de fuego abierto de Israel provocó la muerte de cientos de palestinos el año pasado. Alrededor del 70% murieron en la Franja de Gaza cuando se aplicó la política criminal de bombardear zonas densamente pobladas” (4 ene 2022). Sólo falta agregar que esa “política criminal de bombardear zonas densamente pobladas” no es reciente; tiene antecedentes atroces,  traducidos en matanzas de miles de vecinos palestinos, como por ejemplo en 2008 y 2009 (operativo que Israel bautizó con atroz sinceridad “Plomo fundido”).

El 1º. julio de 2022, la oficina de DD.HH. de la ONU, señaló la muerte de sesenta palestinos muertos por Israel […], un «impacto alarmante», aunque no señala el periodo o el momento de tales muertes. Agrega que “en muchos de los incidentes mortales investigados”, Naciones Unidas encontró que Israel habría usado «fuerza letal de una manera que parece totalmente contraria a la ley internacional«. Como bien señaló Amnistía Internacional en su informe 2022 sobre Palestina, “Israel considera y trata a los palestinos como un grupo racial inferior no judío”.[3] Resulta claro que Israel no considera a los palestinos seres con derechos civiles sino enemigos de guerra con los cuales ni se esmeran en cumplir convenciones militares para momentos de guerra (no ultimar caídos, no matar niños…).

Y este mes, tuvimos el informe de Tor Wennesland, coordinador especialmente designado por la ONU para atender el proceso “de paz” del Cercano Oriente.

Tor Wennesland es noruego. Es decir, proviene de la sociedad que fue sacudida hasta sus raíces cuando su compatriota Anders Behring-Breivik, en 2011, en un operativo, al que no se le conoce otros participantes, asesinó mediante un coche-bomba en la capital, Oslo a 8 habitantes, y con fusil y ametralladora a 69  más en la isla Utöya, casi todos jóvenes y árabes, en un campamento de la socialdemocracia…

Cuando se le preguntó por lo acontecido, visto el cariz totalmente político de las matanzas, se le preguntó por sus simpatías nazis, las negó vehementemente, aclarando que era un ferviente admirador de Israel y de su política.

Wennesland conoce o debería conocer el odio señorial que ha sembrado Israel.

“Estoy alarmado por el deterioro de la seguridad, incluyendo el aumento de choques armados entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes en la Ribera Occidental que abarca el este de Jerusalén. Desde el comienzo de 2022, han sido matados al menos un centenar de palestinos, incluyendo niños, en medio de un aumento marcado de operaciones militares israelíes llevadas adelante en la Ribera Occidental ocupada por Israel, incluyendo el Área A [que se supone de administración exclusiva palestina, fuera de jurisdicción israelí]. En el mismo período han sido matados 16 israelíes dentro de  Israel en una ola de ataques por parte de palestinos y árabes israelíes [Wennesland concede aquí una distinción históricamente falaz, puesto que en ambos casos se trata de habitantes de la Palestina histórica, que fueron separados jurisdiccionalmente, pero no social o culturalmente]. La violencia creciente en la Ribera Occidental está generando un clima de miedo, odio e ira. Hay que reducir tensiones inmediatamente para abrir espacio a iniciativas enfiladas a establecer un horizonte político viable.” [4]

Las seguramente buenas intenciones de Wennesland chocan con el proyecto bíblico-sionista de Israel. Y resulta difícil imaginar una senda superadora desde la ONU, la red política mundial creada por EE.UU. para definir el mundo desde 1945.

La ONU, como toda obra humana, incorpora gente con las mejores intenciones y procederes en consonancia; pienso hoy en Bachelet o Wennesland o el excelente Richard Falk, pero si sus afanes chocan “demasiado” con los poderes consolidados el designado es retirado o, como pasó con el comisionado de la ONU para atender el diferendo palestino-sionista en 1947, Folke Bernadotte, sueco, es eliminado.

Entretanto, Israel sigue profundizando la represión: acaba de ser detenida una periodista palestina, madre de dos críos de 4 y 5 años, allanada en la mitad de la noche, aterrorizando a las criaturas; interrogada durante diez horas continuas, con requisa corporal incluida, desnudándola por completo para aumentar la humillación. Su delito: entrevistar a dos presos políticos palestinos que acababan de ser liberados en un canje de prisioneros.[5]

Cuando finalmente, pese al intento inicial de Israel de negar la autoría de la muerte de la periodista Shireen Abu Aqleh, quedó demostrado que francotiradores israelíes eran los reales asesinos de la periodista haciendo su trabajo,  y aunque el Dpto. de Estado de EE.UU. declarara  que “no ve razones para creer que haya sido intencional sino más bien el resultado de circunstancias trágicas” [6] (un bello parloteo que nada dice), la reacción de la dirigencia israelí ha sido proclamar su derecho irrestricto a matar a quienes quieran. Aclaró Benny Gantz, actual ministro de Defensa: Es el jefe de estado mayor y sólo él quien decide  y continuará siendo quien decida la política de abrir fuego”. Y como “refuerzo de vacuna”, el premier Yair Lapid (dirigiéndose a los mandatarios estadounidenses) dictaminará: “nadie  va a dictarnos a nosotros contra quienes abrimos fuego.”

Tanta soberbia después de la atrocidad acontecida con una periodista que sin duda irritaba a la jefatura israelí, como Abu Aqleh, lleva  a la pregunta ¿para qué está Israel en la ONU si sigue sólo su propia ley?

Alguien con una mínima lógica y coraje civil tendría que preguntárselo.

[1]  Baste un par de ejemplos en momentos críticos: 1) en el 2000, en la llamada Intifada Al Aqsa, que se originó con Ariel Sharon avasallando con mil policías al recinto de la mezquita Al Aqsa, la reacción y la represión consiguiente acabó, por ejemplo, en Ramallah con la vida de cien palestinos, incluyendo muchos niños,  generando reacciones desesperadas entre los sobrevivientes, como matar con las manos a soldados israelíes  o dar lugar a numerosas inmolaciones. Y 2) cuando guerrilleros palestinos secuestran  a un soldado israelí, hacia 2005  –que finalmente canjearán sano y salvo por presos palestinos en cárceles israelíes (algunos encarcelados muchos años)– las fuerzas de seguridad israelí allanan una serie de lugares o sitios “sospechosos” con la consigna pública de rescatar al soldado, Gilad Shalit. En  dichos “procedimientos” los israelíes asesinaron a unos doscientos palestinos de toda edad: un claro índice de los métodos policiales de búsqueda: en rigor, la búsqueda fue una coartada para descargar la furia y mostrar la potencia del mandamás, desafiado por el secuestro.

[2]  https://www.humanium.org/es/palestina/.

[3]  BBC News, 1/2/2022.

[4]  https://reliefweb.int/report/occupied-palestinian-territory/.

[5]  https://www.pressenza.com/it/2022/09/palestina-occupata-arrestata-giornalista-a-sheikh-jarrah/

[6]   https://www.middleeasteye.net/news/us-asked-israel-review-israels-rules-engagement-west-bank-report-says, 18 ago 2022.

Publicado en Centro / periferia, EE.UU., Medios de incomunicación de masas, Palestinos / israelíes, Poder mundializado

COVID19: ¿VIRUS NOVEDOSO Y NATURAL O GUERRA BACTERIOLÓGICA [BIOWARFARE]?

Publicada el 24/09/2022 por ulises

18 SETIEMBRE 2022

por Luis E. Sabini Fernández

Hagamos una pizca de historia.

La resistencia de los organismos vivos ante enfermedades producidas por virus, hongos, bacterias; suelen vencer incluso a  las más mortíferas, como fue el caso de la “peste negra” (bubónica, siglo XIV;  de unos 75 millones de europeos entonces; resultaron muertos durante un par de años, unos 25 millones). El lógico terror sembrado por la epidemia, que aniquiló la vida de un tercio de la población constituye una de las huellas más atroces y perdurables. Semejante mortandad es, empero, excepcional (también es cierto que en poblaciones más pequeñas el destrozo de vidas puede ser proporcionalmente mayor).

Pensemos que diezmar una población, hacerla trizas, física y psíquicamente, algo que se ha ejercido militarmente, pero que también ha servido para dimensionar el daño de una epidemia, es matar o afectar a uno de cada diez. La conmoción con un 10% de “alcanzados” es altísima.

Se estima que en los países más afectados con el Covid19, como EE.UU., el trastorno producido mató a un porcentaje entre  0,2% y 1%.

Por consiguiente, no estamos ante una pandemia de las más devastadoras. La mortandad en China, por ejemplo, según datos oficiales (los únicos cognoscibles), esde unos 3000 muertos para 1500 millones de habitantes, por consiguiente, es de 2 diezmilésimas de la población (0,0002).

Sabemos además que por sí y ante sí la jefatura de la OMS, sin consultar a los países que, al menos teóricamente la constituyen, cambió la definición de “pandemia”, un término que clásicamente presuponía una mortandad considerable y que cuando se la declara  por el Covid19 a comienzos de 2020, se la redefine sin el componente de “muertos por la pandemia”. Con la nueva definición cualquier resfrío que se extienda sobre una superficie considerable puede pasar o debería pasar a ser llamado y tratado como pandemia, aunque no tenga muertos (que no es el caso del Covid19 que sí los tuvo).

De todos modos, la idea del resfrío “pandémico” nos da idea del grado de persecución anímica, de suspicacia y amedrentamiento ante contagios, de terror sanitario, que conlleva una definición de pandemia.

Porque la duda que deja el rastro del Covid19, todavía presente, al parecer difuminándose, extendiéndose aunque perdiendo letalidad, es llegar a saber cuál fue el daño del virus propiamente dicho, el Covid19 y cuál el del generado por la respuesta humana ante su aparición.

Por tratarse de un virus no reconocido, la respuesta fue necesariamente cargada de ignorancia, como aquel primer intento de respuesta procurando “dar aire” a los pulmones cuando no se trataba de un patogenia respiratoria sino circulatoria; que no le faltaba el aire al contagiado sino que le sobrevenían embolias en el sistema circulatorio.

La humanidad pudo ir acercándose al diagnóstico contrariando a la OMS que había ordenado (criminalmente) suspender y prohibir las autopsias, gracias a un médico italiano, desobediente, que realizó unas 400 autopsias fuera de la ley. Así pudo saberse más del carácter de la enfermedad en danza.

En ese primer año, de ignorancia y tanteo, todavía no habíamos llegado a las (mal) llamadas vacunas.

Se tanteaba con respiradores, con hidroxicloroquina, ivermectina, aspirina (anticoagulante).

Y se discutía mucho sobre su etiología.

 

ORIGEN

Desde la negación lisa y llana de un agente patógeno (No existe el virus; es todo un plan de “reseteo” poblacional desde la OMS y el FEM) hasta los críticos de la agroindustria y el destrozo de la naturaleza a través de la conquista progresiva de todo el planeta por el señorío humano.

Los primeros fueron rápidamente criticados y anulados como conspiranoicos y se le retiró toda tribuna (salvo las arrinconadas de los núcleos más tenaces pero con escasa resonancia social); los segundos en cambio, eludieron radicalmente el calificativo de conspiranoicos y anticientíficos, y apostaron a la zoonosis: el atropello de la agroindustria, y el mundo corporativo sobre el ambiente ha facilitado la invasión de más y más hábitats silvestres por animales domesticados y han proliferado contactos entre fauna administrada por humanos (en grandes establecimientos industriales con aves, cerdos, vacas)  y los últimos rezagos de bolsones silvestres, con pangolines, civetas, hurones, murciélagos… y un virus silvestre se ha pasado a los planteles criados por humanos y así tenemos una enfermedad inesperada para la cual no tenemos una medicación prevista.

 

VACUNACIÓN O INOCULACIÓN

Apenas un año después, de la declaración pandémica y el aislamiento  consiguiente (que no fue tan generalizado como se tiende a creer), aparece “la solución”. Shots, como se dice en inglés, inoculaciones llamadas vacunas. Que por no haber cumplido todos los pasos exigidos para la aprobación en firme de una vacuna, no adquiere la calidad de obligatoria que la OMS otorga, tras los muchos años que inevitablemente requiere su aprobación con una serie de pasos a cumplir (y que en este caso, precisamente, no se han podido emplear). Por eso, las campañas de inoculación de las llamadas vacunas Covid19 se convirtieron legalmente en voluntarias, aunque muchas administraciones locales, nacionales, deportivas, sanitarias, municipales, empresarias, se arrogaron el derecho de convertirlas en obligatorias para los humanos bajo su jurisdicción.

La vacuna antivariólica ideada por Edward Jenner a fines del siglo XVIII, y todas las que, con más o menos éxito se fueron logrando, consistían en inocular un agente patógeno altamente debilitado en  el organismo, tan pero tan debilitado que no podía poner en peligro la salud del vacunado pero suficientemente activo como para poner en marcha en el organismo receptor una red de resistencia, inmunidad contra la enfermedad en cuestión.

Lo que a partir de 2020 se pone a disposición de las autoridades médicas y la población es una terapia génica, un dispositivo que enfrenta el virus en cuestión, pero sin generar esa inmunidad biológica propia en el organismo receptor. Por eso, la persona inoculada puede contraer otra vez el Covid19 (aunque, se supone que siempre más atenuado, amén de la más supina ignorancia por secuelas de tales inoculaciones).

Lo que vemos luego de haberse inoculado a la mayoría o inmensa mayoría de muchas poblaciones nacionales, por ejemplo, en los países del Conosur, es que el Covid19 sigue entre nosotros. Entre “vacunados” y entre no “vacunados”.

Que la recaída se ha hecho común y silvestre.

 

PERO, VOLVAMOS A LO DEL ORIGEN

Tal vez por cansancio, no se ha seguido, al menos mediáticamente la búsqueda del origen, del porqué del Covid19.

La temprana medida de la OMS de declarar pandemia la presencia de Covid19 y de encontrar rápidamente su origen podría despertar suspicacia, cuando sabemos que la OMS hoy día sesiona con la presencia permanente de su principal financista, William Gates, con un peso insoslayable en sus resoluciones.  Y una llamativa vigencia de sus planteos; apenas uno o dos meses antes de desatada la cuestión del Covid19, afectando al mundo entero, Gates había organizado un simulacro de pandemia: habría que concederle al menos una  extraordinaria capacidad predictiva.

Como para que no pensáramos mal (o por el contrario,  para empezar a sospechar), casi de inmediato salió un documento firmado por connotados científicos del ramo descartando la presencia de un virus modificado genéticamente, insistiendo en el origen natural, digamos casual del evento. Al frente de esta hipótesis convertida en versión oficial de la OMS estaba un connotado investigador Peter Daszak,  de EcoHealth Alliance.

Sin embargo, a mediados de 2021, sin haber podido encontrar todavía los eslabones biológicos  necesarios para abonar la tesis del pasaje natural de virus en fauna silvestre a animales bajo crianza humana, se abrió, en cambio, camino la tesis de la guerra biológica (biowarfare). Lo que tras el final de la 2GM, muchos científicos estadounidenses calificaron test tube war (una guerra con bacterias como armas). Ésa fue la hipótesis resultante para una autoridad mundial en la materia en mayo 2021, Nicholas Wade,[1] tras comprobar la falta de indicios o eslabones para entrever origen zoonótico.

Tanto el personal médico y sanitario como la prensa supuestamente especializada guardaron silencio en toda la línea.

Si entonces fue muy llamativo la pobreza de respuesta, de análisis, cuando ahora, hace menos de un mes, Jeffrey Sachs, el biólogo, reconocido mundialmente, a cargo del análisis de esta llamada pandemia en la sección respectiva de The Lancet, tal vez la más importante revista científica del planeta, confirma una vez más el origen transgénico del Covid19, un virus de fabricación humana, el silencio se ha hecho ensordecedor.

Jeffrey Sachs es una suerte de Da Vinci redivivo; no sólo está al frente de esta investigación sobre el origen de esta pandemia; ha hecho un demoledor análisis del militarismo estadounidense en el asunto Ucrania, es asesor del papa Francisco y a la vez se ha atrevido con pronósticos económicos de un país como Argentina, uno de los más habituales viajeros de la montaña rusa económica mundial.

A la luz de tanto desierto mediático, resulta acertado el juicio del periodista estadounidense, nada de izquierda, Ron Unz, de que estamos ante una “bancarrota política de los medios”. Y Unz no se refiere a los medios de incomunicación de masas domesticados, de los cuales podemos esperar poco y nada en torno a cuestiones como la verdad; no, Unz aclara expresamente: ”bancarrota de los medios alternativos”.[2]

 

TRAS TANTO SILENCIO, LAS PREGUNTAS

Aldo Mazzuchelli en la excelente extramuros que dirige, repasa algunas explicaciones sobre muertes, que indudablemente han escapado a los ritmos y a las estadísticas de mortalidad tenidos por tradicionales.

Señala Mazzucchelli con inevitable sorna cómo la prensa tradicional, la que en lugar de tener pensamiento, procura reflejar el del poder actuante, cada vez más imposibilitada de conseguir respuesta a, por ejemplo, la cantidad de muertes súbitas entre futbolistas; “1249 paros cardíacos de deportistas, problemas graves, 847 muertos, tras la inyección de COVID” [3] recurre a los subterfugios más penosos para explicar el “plus” de muertes civiles, inesperadas; dormir con calor, sestear, dietas deficientes, bebidas heladas… Remito a la revista-e extramuros y en particular a su último número. [4]

Veamos del British Medical Journal, un título y su introducción  (se trata de otra de las revistas médicas más relevantes del mundo entero):

“Las consecuencias inesperadas de la política de vacunación del Covid19: por qué la obligatoriedad, los pasaportes y otras restricciones pueden causar más daño que beneficios.” [5]

Y un párrafo de John Ziman:[6]

“[…] las muertes y las reacciones graves continuarán hasta que mueran tantas personas que sea obvio que la vacuna es de 10 a 100 veces peor que el virus que se supone que trata. Estos atletas son los canarios en la mina que nos advierten del peligro inminente. Están siendo escondidos para que la gente que no está prestando atención no vea la advertencia.” Ziman es un científico con la cabeza suficientemente despejada para entender  que ciencia y científicos no son lo mismo, y que por lo tanto, ninguna afirmación puede validarse por el mero hecho de tener como su autor a un científico.

Luis H. Anastasía Correa, biólogo uruguayo, ya en mayo de 2020 nos advertía ante las estadísticas machaconamente difundidas, que nos aturdían con muertos por el covid: “¿Cuántos millones de muertos por miedo, por protocolos de no atender pacientes o pacientes crónicos que no quieren atenderse?” [7]

Y el mismo autor, dos años después confirma ese diagnóstico y lo actualiza en unas nota en la revista extramuros que nos alegra citar otra vez: “Basándonos en la evidencia, todo indica que las medidas implementadas para, supuestamente, detener el avance de la pandemia; provocaron un exceso de muertes. Todas las consecuencias que se observen llevan a la misma conclusión: las políticas y recomendaciones de la OMS aplicadas a nivel global están llevando a la muerte no esperada de millones de personas.” [8]

 

CONCLUSIONES PROVISORIAS QUE NO SE PRETENDEN CIENTÍFICAS PERO SÍ RACIONALES

  • Falta saber cuántos seres humanos han sufrido y hasta muerto por el Covid19 y cuántos por la declaración de pandemia que alteró tantas coberturas sanitarias, desparramó el miedo en enormes bolsones de la sociedad y reordenó las consultas, a menudo postergando sine die tratamientos hasta entonces considerados urgentes.
  • La terminología “vacuna”, que lleva en su semántica la idea de agente patógeno generando resistencia no corresponde con las inoculaciones basadas en la actividad de ácidos nucleicos. La enorme cantidad de secuelas registradas, aunque muy minoritarias respecto del total de inoculados, ha resultado muy superior a las secuelas que han acompañado a la generalidad de vacunas aprobadas hasta ahora.
  • Hay un malestar fisiológico postinoculación que despierta desconfianza.
  • ¿Qué es, finalmente, el Covid19?
  • ¿Qué penoso papel cumplen los medios de incomunicación de masas?

[1]  Aun formulado como pregunta, ya rompe la versión oficial de la OMS y Las autoridades médicas norteamericanas de entonces: ”¿Cuál es el origen de COVID? ¿La gente o la naturaleza abrieron la caja de Pandora en Wuhan?”, 2 mayo 2021. https://nicholaswade.medium.com/origin-of-covid-following-the-clues-6f03564c038.

[2]  “Covid and the Political Bankruptcy of the Alternative Media”, unz.review, 12 set. 2022.

[3]  extramuros, no. 57, set. 2022. En la misma nota se informa que el promedio de tales eventos, hasta ahora no pasaban de 60 al año.

[4]  Ibíd.

[5]  Kevin Bardosh et al., vol.7, ed. 5.

[6]  Real Science, Cambridge University Press, 2000.

[7]  https://www.uypress.net/Columnistas/Luis-Anastasia-uc104617.

[8]  extramuros, no 57, Montevideo, set. 2022.

Publicado en Ciencia, Conocimiento, Cultura dominante, Globocolonización, Poder mundializado, Salud. Y enfermedad, Sociedad e ideología, Uruguay. Qué hacer

CONSTELACIÓN OMINOSA

Publicada el 03/09/2022 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández –

No es habitual, como panorama o perspectiva lo que vamos a enumerar:

La segunda mitad del 2022 nos permite, más bien nos obliga, a considerar:

  • CONTAMINACIÓN PLANETARIA FUERA DE CONTROL

La humanidad ha construido nuestro mundo presente, la realidad, abusando cada vez más de los poderes que hemos ido adquiriendo y atesorando. Mientras las sociedades habidas hasta hace un par de siglos se valían del sol y el agua como fuerzas y palancas del desarrollo humano, el industrialismo permitió emplear una energía acumulada en millones de años en pocos siglos (todos los cálculos sobre las existencias de petróleo no pasan los tres siglos).

Pero el uso en cantidades extraordinarias de energía fosilizada trajo consigo tam-bién la aparición de residuos cuantiosos. Para apenas señalar uno de los más recientes: los plásticos desechados han generado por ejemplo “islas” oceánicas de millones de km2.

El optimismo tecnológico que caracteriza nuestro presente diseñó navíos “tragaplásticos” con los cuales nos prometieron  salvar el error anterior de haber generado tantos desechos fuera de control. Pero la situación no ha resultado tan sencilla. Como los plásticos son un invento humano, no son naturales, no se biodegradan como todos los elementos, sólidos, líquidos o gaseosos de la naturaleza. La erosión, claro, los achica, los desmenuza hasta hacer partículas microscópicas, que siguen empero en los mares. Ya sea depositándose en los fondos marinos, obstruyendo el “almácigo” oceánico que es todo fondo marino o, “tripulado” por microorganismos que siguen así sus marchas marinas. Investigadores han comprobado que estas partículas microplásticas, tripuladas como dije por microorganismos despiertan grandes apetencias en peces, algunos peces al menos como anchoas (con los que se ha experimentado), que los engullen ávidamente. Así tenemos microplásticos incorporados a las cadenas alimentarias y por lo tanto depositados en humanos (que somos casi siempre el fin de todas las cadenas alimentarias).  Se trata de cuerpos extraños, no alimentarios, que a muchos les hace temer serán origen de tumoraciones.

 

  • ALTERACIONES PLANETARIAS… EL ANTROPOCENO ES NUESTRO

La sociedad contemporánea apenas tiene registro de la cantidad e intensidad de inundaciones, sequías, incendios  (claro que una buena cantidad, provocados por el hombre para ampliar tasas particulares de ganancia), desbordes de diques de cola (altamente tóxicos), deshielos de altas cumbres y permafrost, –crisis biológica de especies muy perseguidas y hostigadas (sobre todo por el hombre, pero también y cada vez más, por alteraciones climáticas).

¿Estamos alterando el planeta, como podemos desgraciadamente ver con la plasti-ficación de los mares o los derretimientos de glaciares y nieves otrora “eternas”, y empu-jando a la extinción a tantas especies, y a la vez, ¿no nos estamos alterando nosotros?

  • MEDICALIZACIÓN SOCIAL NO POR SABER SINO POR… MIEDO

Con la pandemia declarada por la OMS mediante una redefinición, la medicalización generalizada resultó altamente efectiva. La pregunta es para qué. El miedo fue el motor de comportamiento. Con el que se generó  una ofensiva mediática, que logró una regimentación social pocas veces vista. El saldo de este emprendimiento de alcance planetario es variado: desde el punto de vista sanitario no se sabe si ha empeorado o mejorado la salud social, aunque la reiteración de las recaídas en el Covid19 da pábulo a temer que no ha sido una jugada saludable; desde el punto de vista de la gestión empresarial la oferta de inoculaciones vendidas como vacunas aunque en casi todos los casos con técnicas médicas tan  alejadas del concepto inicial de vacunación que  debería haberse optado por una nueva denominación –terapias génicas–, en cambio, las llamadas vacunas han sido un negocio formidable de alcance mundial. Y dada la denominación buscada y aceptada por los estados bobos que integran la OMS, la calidad de vacuna de un medicamento libera al fabricante de responsabilidad penal por un perjuicio al inoculado,  que se traslada al estado donde se encuentra la población objeto de ese tratamiento, algo bien distinto por cierto a la regla, teórica, que es que el laboratorio debe responsabilizarse por daños ocasionados por su medicación. [1]

  • LA COMUNICACIÓN CADA VEZ MÁS INSTANTÁNEA Y OMNIPRESENTE

No necesita mucha demostración, porque es lo que vivimos cada día. Estamos comunicados por radios, diarios, revistas, televisión, cine, por la digitalización cada vez de mayor alcance, con el celular como compañero casi  inseparable de nuestros oídos… y hasta por relaciones entre humanos. Asunto de otro costal es su calidad o confiabilidad. Porque estamos también cada vez más habitados por fake news. Y este rasgo cada vez más vigente nos lleva directamente a otro, fundamental en nuestro mundo actual:

  • PRESENTIZACIÓN DE LA SOCIEDAD

Estamos abandonando a un ritmo vertiginoso la temporalidad; nuestra triple dimensión existencial; pasado, presente y futuro. Para nada asimétrica, la temporalidad nos arroja al tiempo para que vivamos, hagamos lo que expresa nuestra raíz, vocación, destino, norte. Hay una dificultad insalvable con la presentización de nuestras vidas: quedarnos sin historia y sin proyecto. Como cualquier animal, vivir entretenidos.

  • GLOBALIZACIÓN Y DESNACIONALIZACIÓN

Un proceso que con mucho tino Frei Betto rebautizara globocolonización, porque no es sino un reacomodo de las relaciones imperiales o de centro a periferia, donde lo global va carcomiendo toda soberanía que lo nacional o comarcal ha procurado preservar.

  • FINANCIERIZACIÓN DE LA ECONOMÍA-MUNDO

Las finanzas, el uso de monedas, trató de solucionar las dificultades e injusticias que se generaban en los intercambios económicos buscando crear denominadores comunes. Poco a poco, lo financiero fue ocupando un lugar cada vez más relevante y a principios del siglo XX, un economista excepcional, Frederick Soddy, puso en entredicho todo el proceso de financierización  basado en el préstamo a interés, que no sólo permite sino estimula a crear capital con… nada. Para Soddy, el peligro de semejante invento es ponernos en las puertas de la inflación. Con su ritmo, progresivamente acelerado.

Hoy tenemos una espiral de deudas, ya no impagas, sino impagables. Generadas por los llamados “servicios de la deuda”. Y un deterioro marcado de la calidad de vida de los humanos atrapados en tales circuitos.

 

  • LA CANCELACIÓN RACIAL TRAVESTIDA EN CANCELACIÓN NACIONAL

El racismo desapareció… institucionalmente.  Alemania y su nazismo con quien tantos alemanes se habían identificado, empujados por la abyecta “Paz  de Versalles” (1919), que constituyó la verdadera máquina de expansión nazi, fue pulverizada material y anímicamente e incluso descuartizada territorialmente. Hubo un cambio cultural y geopolítico entonces,  porque no solo los vencidos debieron abjurar de sus proyectos racistas sino que también los vencedores advirtieron lo contraproducente de todo racismo orgulloso de sí mismo, y desde 1945 tanto la proclama (ostensiblemente) racista como el concepto mismo de raza, fueron abolidos (en EE.UU. permanecerán magras minorías afines a ese racismo sincero, pero ya no será funcional en ninguna parte, ni siquiera en Sudáfrica, que también tuvo que aggiornarse…).

Con la desaparición oficial del racismo rebrota otra discriminación no menos agresiva ni menos injusta: mediante “cancelación”, se proscribe hasta la mera presencia de lo diferente; se le niega un viaje, por ejemplo, no ya a un comunista, a un racista sino, por ejemplo, a un ruso. A caballo de un concepto emparentado con la condición nacional, se genera la misma discriminación blandiendo, por ejemplo “el antisemitismo”, contra palestinos o iraníes.

La segregación resultante es muy intensa, tan potencialmente lesiva como otrora el “White only”, tan característico de sociedades de privilegiados institucionales.

  • LA SEXUALIDAD EN ENTREDICHO. O AL MENOS LA MASCULINA

El  brote LGBTTTIQ distinguiría al día de hoy 8 géneros (hace apenas un tiempo, eran 5), el espacio Tinder nos “revela” 27, y si seguimos la escrupulosa división de géneros establecida por el legislador alemán Steffen Köninger, se trataría  de 166.[2] La noción de género se ha constituido como parteaguas entre progresistas y cromagnones.

Aunque la misma labilidad del concepto de género y su inasible alcance nos revela que se trata de una orquestación, ésa sí a toda máquina, promovida desde centros planetarios con fuerte incidencia; usinas ideológicas que van haciendo, deshaciendo y rehaciendo nuestras cabezas.

El carácter de “campaña” que caracteriza la difusión de esta temática también nos revela que el motivo real debe estar en otra parte.

Eso puede explicar por qué los neogeneristas se encargaron de copar los centros de educación y orientación sexual sobre todo referidos a adolescentes, con el oculto pero indisimulable fin de persuadir e inducir a jóvenes a “elegir” cambios de sexo o género. y

  • 2022: COMIENZO DE UN INVIERNO EUROPEO DE ESCASEZ

El invierno inminente exigirá algo desacostumbrado a Europa. El subcontinente, privilegiado económico planetario, todavía disfrutando los bienes cosechados durante los siglos de expolio desde sus principales naciones al resto del mundo, este invierno conocerá la escasez. Energética, pero también de modo por ahora ceñido, alimentaria.

  • OTAN COMO BOA CONSTRICTOR DESNUDA CONTENDIENTES

El torpe ataque de Putin/Rusia a Ucrania que quiso ser respuesta a la política otanesca de “quitar el agua al pez ruso” (o de agregarle otro anillo al oso ruso), algo que vienen haciendo incansablemente desde el colapso soviético, adueñándose geopolíticamente de una serie de naciones exsatélites a la Rusia soviética, travestidas en “faros de libertad” made in NATO”, se sigue prolongando en el tiempo y en el espacio más allá de la intención inicial de Putin de frenar ese intervencionismo ajeno (con el propio). La sensación que queda es que Rusia está repitiendo la secuencia afgana; tendrá que cambiar y mucho el curso para no repetir la historia. Y su costo (que fue la URSS).

  • EUROPA AVASALLADA AHORA SATELIZADA

Europa, avasallada por EE.UU. desde 1945, cuando el poder norteamericano tiró varios bolos a la vez: su competidor principal, Alemania, pero también al Reino Unido, exhausto. Francia, el gaullismo, trató de resistir y conservar su propia esfera de influencia, pero su secundarización fue irreversible.

La dependencia material de un continente sobrepoblado o de tierras escasas, es muy marcada. Viviendo del colonialismo esas carencias no se sentían, al contrario, pero el traslado de algunas sedes de los centros neocoloniales, la siguió satelizando, aunque conservando un nivel de gastos más bien característico de centros imperiales.

Tal vez el primer cambio de relaciones entre norteamericanos, europeos y rusos se encarnaba en la instalación de los gaso- y oleoductos rusos directos a Alemania, estableciendo allí una alianza rusogermana sin precedentes, de mutuo apoyo. Eso deliró a EE.UU. que hizo todo para coartarlo. Y lo logró… sin necesidad siquiera de bombardearlos, como amenazara el presidente de los democráticos EE.UU.

  • ECHELON 1948… Y SIGUE TAN CAMPANTE

En estrecha relación con la dependencia europea tenemos la vigencia ininterrumpida del acuerdo Echelon[3] desde 1948 entre “los” cinco estados anglófonos blancos (de piel); EE.UU., R.U., Canadá, Australia y Nueva Zelandia.[4] Un control general de las comunicaciones, enormemente incrementado con la computarización y la ampliación casi al infinito de los registros. Se observó entonces, todavía más claramente, cómo los negocios en el mundo empobrecido, en el Sur, o como se quiera llamar a la multitud de represas, puentes, caminos, plantas industriales y energéticas, laboratorios, acuerdos de cooperación o capacitación militar, se han adjudicado preferentemente a empresas provenientes de los 5 Ojos. Habían tenido el recurso de conocer ofertas de empresas de todas partes y comparar, en secreto, cotizaciones y aspiraciones, y los 5 Ojos ajustaban las ofertas. No sé si empresas rusas o brasileñas se habrán quejado, pero hay constancias que sí lo han hecho francesas o alemanas…

  • EL MUNDO RICO EN EXPANSIÓN CON PETS Y SIN HIJOS: LOS PERRHIJOS

La cultura de nuestro presente ha sido profundamente influenciada por el American Way of Life; Hollywood ha sido la inconsciente escuela de niños y adultos. Su resonancia ha sido dispar; los países centroamericanos, aledaños y reducidos por su fragmentación, han sufrido mucho más esa configuración que, por ejemplo, Francia o Mongolia. Por eso lo de pet en lugar de mascotas, para los destinatarios de estas nuevas relaciones, que inicialmente se percibieron en EE.UU. El pet, como uno más en la familia. Los afanes de humanizar animales  revelan perturbaciones serias; que perros caminen como bípedos, vestidos con camisas y pantalones, que se “entretengan” con recursos concebidos por humanos; que se festejen cumpleaños en compañía de otros perros, es decir con otros dueños de perros: engendro pavoroso de una pseudocomunidad.

Y que la comida de un perro neoyorquino valga más que la de una cincuentena de africanos pobres revela el tipo de humanidad y sociedad que se promueve.

  • CÓMO ENCARAN LOS SUPERRICOS LO QUE SE VIENE: COMO SIEMPRE

Hace furor entre los más ricos del planeta diversos proyectos de salvación personal.

Elon Musk, por ejemplo, considerado el titular del monto mayor de miles de millones de dólares del mundo, ”el rey de las finanzas”, encara, más rápido que corriendo, la construcción de naves que permitan abandonar la Tierra a la búsqueda de otro suelo más prometedor. Como si eso fuera factible.

Otros construyen búnkeres en medio de selvas, o directamente bajo tierra  (como el Survival Condo; 60 m. hacia dentro de la tierra, unos 20 pisos hacia abajo…), para tenerlos como segundo hogar en caso que la situación planetaria se siga deteriorando.

Philip Alston, relator especial de la ONU sobre pobreza y derechos humanos, subrayó estas desigualdades: “Nos arriesgamos a un escenario de ‘apartheid climático’ en el que los ricos pagan para escapar del sobrecalentamiento, el hambre y los conflictos, mientras el resto del mundo sufre. […] una creciente desigualdad […].” [5] Tendríamos que decir que no es novedad, aunque podamos advertir que se agravan las condiciones.

Con un asesinato político desnudo en julio, en Brasil, y un atentado hoy contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, vemos entre nosotros lo ominoso de “la violencia política”.

 

[1]  Esas disposiciones se deben a que una vacuna exige muchos controles antes de su liberación o entrada a la sociedad y al mercado, con las cuales queda el productor liberado de responsabilidad civil o comercial con la población. Pero nada de eso pudo ocurrir, por la urgencia, con Covid19.

[2]   https://www.youtube.com/watch?v=QNjRnqqW28I.

[3]  Una red de alcance planetario para el control de todas  las comunicaciones entonces existentes: teléfonos, telégrafos, teletipos, correos. Bautizada como “Los 5 Ojos”.

[4]   Sierra Leona, Liberia, India también tienen la lengua inglesa como idioma oficial. Pero jamás participaron del acuerdo Echelon.  En los ’90 se barajó el ingreso de Israel a los 5 Ojos. Dada la naturaleza de la expansión israelí, consideramos que podemos hablar de “6 ojos”.

[5]   Kenn Orphan, “El apartheid siempre ha sido el plan”, 10 set. 2019.

Publicado en Argentina, Centro / periferia, Globocolonización, Nuestro planeta, Nuestros alimentos, Poder mundializado, Salud. Y enfermedad, Uruguay

Uruguay. VACUNAS COVID: ¿CIENCIA O NEGOCIO?

Publicada el 25/08/2022 por ulises

por Luis E. Sabini Fernández

El estilo que hemos denominado de “rey sol”, del presidente de nuestro país, Luis Lacalle Pou, ha hecho otro round ante una resolución judicial  reciente, del juez Alejandro Recarey, disponiendo suspender la “vacunación” antiCovid19 para menores de 6 años.

En rigor, lo que hizo Recarey fue introducir en el tema de la vacunación contra el Covid19 los diversos resortes de información propios de toda actividad democrática; Recarey procuraba que se aplicara en Uruguay un  método democrático de investigación, verificación y crítica. Se basó para su resolución en la serie de investigaciones, de muy diversa procedencia, que registra daños biológicos asociados a estas vacunaciones.[1] Y con sensatez, aplicando lo que se llama en medicina preventiva y en ciencias ambientales, “principio precautorio”, se limitaba a una suspensión  para mejor observar el estado científico de la situación. Por eso, la acusación del Poder Ejecutivo de que ‘cuestionaba el rol de la ciencia’ es inicua.

En cuanto al contenido material de las inoculaciones, Recarey solicitó un informe antes de seguir inoculando en la ignorancia. O en la fe. Porque el poder político parece creer lo que los laboratorios han informado sobre las inoculaciones.[2] Aunque en rigor, frecuentemente los laboratorios borran la info que no los benefician; no practican ciencia sino celo comercial. Confundir al Big Pharma con la ciencia es conceptualmente penoso. Confundir incluso a un científico con la ciencia es también penoso: ¡cuántas veces un científico ha tenido que criticar una verdad oficial sostenida por otros científicos para acercarnos más seriamente a la verdad!

Nos parece temerario o excesiva confianza creer a pie juntillas las declaraciones empresarias.[3] Primero y principal, porque históricamente se conoce que muchísimas empresas falsean los contenidos reales y efectivos de sus declaraciones (al fisco, a la competencia, al público, etcétera): es buena parte de la historia de las comercializaciones.[4]

Pero además, porque varias investigaciones, con métodos rigurosos, han encontrado partículas y elementos no declarados en la composición de estas vacunas, y por último –tal vez lo principal–, porque diversas autoridades médicas en demasiado países  –como para conside-rarlo pura coincidencia– han encontrado una cantidad de reacciones y secuelas imprevistas tras las dosificaciones de vacunas (de distintos laboratorios) contra Covid19; como las que repasamos en n. 1, incluso desencadenando enfermedades autoinmunes y muertes súbitas.

«La actuación del juez constituyó una clara violación a la separación de poderes, invadiendo potestades sanitarias, a cargo del Poder Ejecutivo», remata un comunicado del Ministerio de Salud Pública (5 jul. 2022). No se entiende. ¿No son precisamente las interacciones entre los diversos poderes del estado lo que asegura el devenir democrático? El Poder Ejecutivo debería alegrarse al ver funcionar al Poder Judicial como instancia de control.

El mismo comunicado alega que “la vacuna no solo es eficaz, sino también segura, aprobada por el Ministerio de Salud Pública y por las principales agencias sanitarias del mundo». Una petición de principio, que intelectualmente avergüenza porque obligaría a un maestro como Carlos Vaz Ferreira tener que pedirle otro fundamento al ministro, que no se fundamente en sí mismo… para evitar, incluso que se note que andamos tan flojos de lógica. Nos tiene que explicar, más bien, cómo fue aprobada, siguiendo qué protocolos, ¿o sólo se confió en los informes dados por la suministradora de vacunas?

 

A las vueltas con la lógica

Acabamos de ver un penoso discurrir. Por lo visto es contagioso. Tres médicos argentinos expresaron su preocupación: a partir de sus prácticas médicas se preguntaron si no habían aumentado las muertes súbitas.[5] Pero tenemos el aporte de otro colega  (en el mismo sitio) que nos tranquiliza… Pablo Andrés Álvarez, también médico, nos aclara: “La miocarditis leve sí es un efecto secundario de las vacunas Covid19, y la miocarditis grave causa muerte súbita. En esa frase ya hay dos matices: es leve la miocarditis provocada por las vacunas y es grave la que causa muerte súbita.”

Lógica impecable la de Álvarez: si es leve la provoca la inocluación, si es grave la provoca, no sé qué. Así es fácil, ¿no? Como explicaba una Ley de Murphy: “Los problemas complejos, tienen soluciones erróneas sencillas y fáciles de entender.”

Por ejemplo, y para darle mayor seguridad a los inoculados, nos dice otra viróloga uruguaya: «La epidemia pasa a ser ahora un problema de los no vacunados y, dentro de los no vacunados, tenemos a los niños», explicó Pilar Moreno, investigadora del Instituto Pasteur de Montevideo.[6] Moreno no ha escuchado de inoculados con recaídas en Covid19. ¿En qué planeta vive?

Ya hemos visto ejemplos de criterios y actuación médica en Argentina y Uruguay. Veamos en Colombia. La Universidad Javeriana ilustra un cálculo probabilístico sobre lo que pueda pasar con el suministro de las vacunas de los laboratorios que en el país se han contratado: “es más probable que te caiga un rayo o que te ganes la lotería de Navidad a que hagas trombos por efecto de la vacuna.” [sic]

” […] en esta emergencia es que las farmacéuticas, especialmente Pfizer y Moderna, han exigido a los países la cláusula de indemnidad, una condición que exime de responsabilidad a las compañías farmacéuticas en caso de que haya efectos adversos de gravedad […]”.[7]

Es decir, que para este centro médico colombiano son muchísimo menos frecuentes complicaciones con estas inoculaciones que con el virus, por ejemplo.

Uruguay tiene estadísticas bien disímiles: durante el primer año (largo) de pandemia oficial, hasta marzo de 2021, en que comienzan las inoculaciones, Uruguay tuvo menos de 400 muertos oficiales por Covid19. Sin embargo, desde que se inicia la vacunación oficial en esa fecha, el primer año registra la friolera de 6000 muertes. Se conoció una causa de muerte coasociada a las inoculaciones: cuando quien va a recibir la inyección está incubando la enfermedad, estos vectores se refuerzan mutuamente y agravan el cuadro sanitario, que puede así llegar a ser mortal. Ese fenómeno se tradujo en una política restrictiva para inocular: no hacerlo hasta estar totalmente curado, abrir una ventana de por lo menos dos semanas.

Esa inesperada, anómala situación, fue precisamente otro de los elementos que amparó la petición del juez: el aumento de fallecimientos por Covid19 a partir de marzo de 2021 en relación al año anterior, en el que no se habían aplicado las dosis.[8]

Me voy a permitir citar in extenso al médico Medardo Ávila Vázquez, cofundador de la formidable Red de Pueblos Fumigados en Argentina:

“Las vacunas son las preferidas de la Big Pharma, sus consumidores son los sanos, muchos más numerosos que los enfermos que sólo en esa condición necesitan un medicamento. La historia está llena de dolorosas y trágicas experiencias. En la Argentina los médicos Héctor Abate y Miguel Tregnaghi fueron condenados por la muerte de 16 bebes de familias de bajos recursos vacunados en pruebas de un laboratorio que hoy es Pfizer.

”Las vacunas han generado una controversia mundial entre defensores y detractores sobre todo desde que la Big Pharma y Bill Gates lograron controlar los comités claves de la OMS y la FDA norteamericana. Un tufillo a negocios poco éticos rodea todo el tema, y una de las más preciadas herramientas de la medicina moderna es puesta en duda, muchísimas veces con razón, porque ha sido absolutamente prostituida. Los médicos, sobre todo los pediatras honestos (que somos la inmensa mayoría) necesitamos construir una Vacunología Crítica que pueda separar la paja del trigo en un campo muy revuelto.

”Vacunas maravillosas pararon la poliomielitis, la viruela y el tétanos. Otras mataron miles de personas. La tragedia reciente de SANOFI es esclarecedora y no queremos que se repita frente a las vacunas para coronavirus. La empresa de origen francés desarrolló una vacuna para el Dengue, la Dengvaxia°, que logró autorizaciones en EE.UU. y en la OMS de la mano del doctor Antony Fauci, el epidemiólogo jefe en el gabinete de Trump y uno de los más fuertes lobistas de la Big Pharma. Esa vacuna, cuya patente parece estar también a nombre del doctor Fauci, se aplicó en 600.000 filipinos entre 2016 y 2017; el problema fue que en la epidemia que sufrieron en 2018 y 2019 muchas de las personas previamente vacunadas desarrollaron la forma grave del Dengue, y recién cuando los niños muertos llegaron a 600 el derechista presidente filipino Rodrigo Duterte prohibió la vacuna.” [9] Ávila Vázquez ilustra dolorosamente el alcance a menudo trágico de anteponer el negocio a la salud.

Los informes respecto de las estafas criminales del Big Pharma abundan, aunque los medios de incomunicación de masas los ignoren. Naomi Wolf, médica, ejemplifica con el logro de arrancarle el secreto a material de análisis y estudio que Pfizer había prometido exponer al público tras por lo menos tres generaciones humanas: “[…] los 55.000 documentos internos de Pfizer que la FDA había pedido a un tribunal mantener en secreto durante 75 años. Por orden judicial, estos documentos fueron revelados a la fuerza. Los editores,[10] Daily Clout.io [han] abierto al público por decisión judicial esos secretos de Pfizer. El equipo que “traduce” tales documentos en “términos sencillos” está constituido por unos 3.000 médicos, enfermeras, bioestadísticos, clínicos de laboratorio e investigadores de fraude médico y científicos.

Parece que en nuestras latitudes, a diferencia de lo actuado en EE.UU. por Daily.Clout.io la ley o el  gobierno se empeñan en proteger a los laboratorios que expiden su producción, con cláusulas de confidencialidad y disposiciones de indemnidad…

Vivimos mundos paralelos. El gobierno de nuestro país así como el argentino y hemos visto algo del colombiano, se afanan por proteger los intereses del Big Pharma. Escuchemos lo que nos dice un médico estadounidense, Peter McCullough, y estamos recogiendo declaraciones relativamente recientes, noviembre 2021: “Los estadounidenses están muertos de miedo…. La gente está abandonando el trabajo, no porque quieran perder sus trabajos, ¡pero no quieren morir a causa de la vacuna!… Dicen: ‘Escucha, no quiero morir. Por eso, no me voy a poner la vacuna. . Es así de claro.” [11]

En Israel, hacia fines de 2021: “[…] un brote nosocomial de la enfermedad entre un grupo de individuos, 96.2% totalmente vacunados; catorce de los totalmente vacunados desarrollaron enfermedad severa o murieron, mientras que los únicos dos pacientes no vacunados sólo tuvieron síntomas leves.” [12]

”No se ha cumplido la expectativa de que en poblaciones con altas tasas de vacunación fuesen a reducirse los contagios de la enfermedad.” El tema de contraer Covid19 aun estando vacunado se acrecienta.

Veamos una nota reciente en La Prensa de Buenos Aires:[13]  “El negacionismo se ha convertido en uno de los signos de estos tiempos, en especial entre médicos e investigadores que pretenden ignorar por completo, o hacerse los distraídos, ante fenómenos que ponen en entredicho el discurso que la mayoría de ellos ha repetido en los últimos casi tres años.

”Un ejemplo de esto son los casos bien documentados de personas que presentan síntomas de ‘covid largo’ sin siquiera haber contraído la enfermedad.

”Lo que es imposible de soslayar es que estos cuadros se presentan en aquellos que se han vacunado contra el Covid19. El hecho de que ‘muchos médicos e investigadores evitan cuidadosamente hablar de esta cuestión’ fue reconocido hasta por la revista Science en enero último, según lo hace notar la doctora Yuhong Dong, en un artículo que titula «¿Por qué se parecen tanto el covid largo y las lesiones por vacunas?”

Aunque los datos, objetivos, sobre la poca “limpieza” en “los efectos maravillosos de las vacunas” se acumulan sospechosa y peligrosamente, tenemos siempre la versión optimista del gran triunfo sobre el Covid19 que nos prodiga Bill Gates, quien opina como primus inter pares en la OMS aunque no es ni médico ni infectólogo, ni enfermero, ni biólogo, ni microbiólogo. Sencillamente por su condición de mecenas, un título, llamémosle nobiliario medieval…

 

Volvamos al paisito. Y al esforzado capítulo que procuró atender el juez Recarey.

Pidió estudios que demuestren la «inocuidad» de «la sustancia llamada ARN mensajero», y a su vez que se revelen los términos de los contratos firmados entre el gobierno y Pfizer para comprobar si contienen cláusulas «de indemnidad civil o impunidad penal de los proveedores» respecto a eventuales efectos adversos.

Este otro recaudo del juez  en términos puramente democráticos y de funcionamiento no requiere explicación alguna; es una potestad del poder judicial ante otro poder estatal. Pero se puede complementar o reforzar la demanda en que se sabe que laboratorios transnacionales como Pfizer han exigido firmar contratos secretos para su propia preservación ante eventuales reclamos por secuelas inesperadas de las vacunaciones, dejando toda responsabilidad penal a cargo del estado anfitrión.

Los requisitos y pedidos del juez pudieron ser un magnífico ejemplo de democracia funcionando. Pero el PE consideró que se trataba de planteos deleznables y anticientíficos. Y perdimos una oportunidad de ejercer instancias verdaderamente democráticas.

Como las que se necesitan, por ejemplo, para abordar la lucha contra el narcotráfico y evitar las complacencias y las complicidades.

¿Estuvimos ante una demasía judicial o estamos ante una demasía del Ejecutivo?

 

[1]  https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/safety/adverse-events.html:

“La anafilaxia posterior a la vacunación contra el Covid19 es muy poco frecuente, y el índice de casos es de aproximadamente 5 por cada millón de dosis administradas.[…]

”El síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS, por sus siglas en inglés) posterior a la vacunación contra el Covid19 con J&J/Janssen es poco frecuente, con aproximadamente 4 casos por cada millón de dosis administradas.[…]

”El síndrome de Guillain-Barré (SGB) en personas que recibieron la vacuna contra el Covid19 J&J/Janssen es poco frecuente. El SGB es un trastorno poco frecuente [¡hay que insistir en la baja frecuencia!] en el cual el propio sistema inmunitario de la persona daña las neuronas y causa debilidad muscular y a veces parálisis. Se han notificado casos de SGB principalmente en hombres de 50 años de edad o más […]

”Miocarditis y pericarditis: los casos de miocarditis y pericarditis después de la vacunación contra el Covid19 son poco frecuentes. La mayoría de los casos notificados fueron después de recibir las vacunas contra el Covid19 de Pfizer-BioNTech o Moderna (vacunas de ARNm), particularmente en varones adolescentes y adultos jóvenes.

”De 12 a 15 años (70.7 casos por cada millón de dosis de Pfizer-BioNTech)

”De 16 a 17 años (105.9 casos por cada millón de dosis de Pfizer-BioNTech)

”De 18 a 24 años (52.4 y 56.3 casos por cada millón de dosis de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, respectivamente).[…]

”Los informes de muertes después de la vacunación contra el COVID-19 son poco frecuentes. La FDA exige a los proveedores de atención médica que notifiquen al VAERS cualquier fallecimiento posterior a la vacunación contra el Covid19, incluso si no se sabe con certeza si se debió a la vacuna. […] para 606 millones de vacunaciones, se registran 15930 muertes.” Hasta aquí, la información médica claramente inclinada a aprobar los pasos dados por la medicina oficial y el BigPharma.

Mi observación: casi tres muertes cada diez mil vacunaciones. Entiendo que no son cifras desechables. Son más altas que con alteraciones y reacciones, y aquí se trata de muertes. Pero además, el CDC que presenta este informe dice que de las 15930 muertes, «se identifican 9 muertes con una relación de causalidad con la vacuna.” ¿Tenemos que entender que hay 15921 muertes que NO tienen que ver con la vacuna? ¿Con qué tienen que ver, ¿mera simultaneidad?

[2]   https://www.cronista.com/informacion-gral/alerta-covid-las-vacunas-de-pfizer-moderna-y-astrazeneca-que-se-aplican-en-argentina-aceleran-la-aparicion-de-nuevos-efectos-secundarios/Recibidos

[3]  Siguiendo la teoría de María Julia Alsogaray, ministra argentina menemista que defendía la calidad moral de las declaraciones empresarias que tomaba por verdaderas. En rigor, no se trataba ni siquiera de credulidad; era complicidad pura y simple con los intereses empresarios. Si era puramente ideológica o le reportaba un beneficio material lo dejamos al margen.

[4]  Véase n. 4 de mi artículo “Uruguay al galope hacia el pasado: la restauración de la monarquía absoluta”.

[5]   https://www.lanueva.com/nota/2022-6-12-6-30-56-las-vacunas-contra-el-covid-pueden-causar-muerte-subita-la-opinion-de-3-especialistas-bahienses. Los cardiólogos en cuestión: Nadia Budassi, Rubén Rodríguez Vidal y Walter Zukerman.

[6]   https://www.elpais.com.uy/informacion/salud/pilar-moreno-epidemia-pasa-problema-vacunados-ahi-ninos.html.

[7]  https://saludconlupa.com/comprueba/vacunas-covid-19-las-razones-que-exoneran-a-las-farmaceuticas-de-pagar-indemnizaciones/.

[8]  https://www.telesurtv.net/news/uruguay-justicia-exige-gobierno-acuerdos-pfizer-20220704-0028.html.

[9]  https://www.elcohetealaluna.com/vacuna-para-coronavirus/, 19 jul. 2020.

[10] https://mail.google.com/mail/u/0/?pli=1#inbox/FMfcgzGpGTGCFttHkQcQKlpdJVwMDKlh

[11]  Mike Whitney,  https://www.unz.com/mwhitney/lethal-injection-frontline-e-r-doctor-gives-chilling-account-of-unusual-vaccine-induced-illness/20 de noviembre de 2021.

[12]  Günter Kampf,  eXtramuros, Montevideo, 7/12/21.

[13]  Agustina Sucri, https://infoposta.com.ar/notas/12599/covid-largo-sin-haber-padecido-covid-el-tema-del-que-evitan-hablar-investigadores-y-m%C3%A9dicos/.

Publicado en Ciencia, Medios de incomunicación de masas, Poder mundializado, Salud. Y enfermedad, Uruguay

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